Varios taxis esperan la llegada de viajeros en la parada de la avenida Bartomeu Roselló. | Marcelo Sastre

«Mañana, día 10, trabaja el grupo D y está de guardia el grupo C, por lo que el grupo que está de guardia también puede asistir a la parada. El día 11, que trabaja el grupo E, el de guardia es el grupo D. O sea, el saliente es el que hace la guardia del día siguiente». Una instrucción sencilla, transmitida en el grupo de Whatsapp de la Asociación de Taxistas Autónomos en boca de su presidente, Alejandro Cardell. «Pediros no hacer mucho ruido con esto, creo que todos entendéis qué es lo que estamos haciendo e informaros que los demás municipios hacen algo similar [...] todos pediremos ayudas y aquí paz y después gloria», concluía.

Un audio interno, que sin embargo llegó a oídos de representantes del Ayuntamiento de Vila e hizo saltar las alarmas, al proponer incumplir la normativa actual de servicio mínimo sin que el Consistorio hubiera activado los grupos de guardia.

El Govern balear aprobó, a petición del sector del taxi, que se rebajará el servicio mínimo que se debe prestar al 20%. Esto llevó al Ayuntamiento de Vila (y los demás de la isla) a emitir un decreto, por el que se establecían cinco grupos entre los que se dividía el calendario de servicio. Uno al día. Total, 20% de servicio.

Sin embargo, la principal patronal del taxi de la ciudad invitaba, a través del audio al que ha tenido acceso Periódico de Ibiza y Formentera, a activar cada día un ‘grupo de guardia’. Una figura que existe, pero que sólo puede activar el Ayuntamiento. Con ello se seguía trabajando al 40% pero a efectos legales se podían pedir las ayudas por reducción de actividad al 20%.

El mismo viernes por la noche, Cardell rectificaba el anterior audio tras recibir la llamada del concejal de Movilidad, Aitor Morrás. «Sólo se trabajará en los turnos y los tantos por ciento expresados por el decreto del Ayuntamiento, cada día corresponde a un grupo», indicaba.

Control

El concejal de Movilidad consideró «preocupante» que el presidente de la principal asociación de taxistas remitiera ese audio en el grupo de sus asociados.

Indicó que el Consistorio pedirá datos de conexión de vehículos al servicio de GPS municipal para comprobar qué vehículos se conectan a la emisora estos días como medida de control.

Por otra parte instó a la autoridad laboral competente «a que tenga especial cuidado al haberse puesto de manifiesto una voluntad de no cumplir el decreto», aunque confió en que los taxistas de la ciudad cumplirán con la normativa, una vez hecha la rectificación.

«No nos podemos permitir como sociedad que personas que cumplen con la ley y reciben ayudas de forma correcta acaben viéndose perjudicadas por que alguien no actúe con ajuste a la ley», añadió.

Mostró su preocupación por una actitud que habría supuesto ser «muy poco solidario, cuando la mayoría de la sociedad está cumpliendo».

Recordó que la potestad de activar un grupo excepcional de guardia por necesidades del servicio es del Ayuntamiento, por lo que no es algo que puedan decidir unilateralmente las asociaciones. Indicó que, en caso de ser necesarios esos grupos de guardia, el Consistorio tiene las herramientas para ponerlos en marcha con celeridad, pero de momento no se ha visto esa necesidad.

Un error corregido

Alejandro Cardell, explicó que el mensaje se envió a los asociados al considerar que los taxis existentes podían no ser suficientes para cubrir el servicio durante el puente del Pilar. «Fue un error, nos quisimos adelantar al hecho, pero hemos rectificado y esto no ha sido así», aseguró.

Consideró que la rebaja del servicio mínimo era necesaria, dado que en el caso de Ibiza «se ha reducido el servicio en un 90%», por lo que en este momento «no hay falta de taxis».
Valoró la importancia de la figura de los grupos de guardia «que se acordó con el Ayuntamiento», que permite ajustar el servicio a las necesidades de cada momento y consideró que es posible que llegue a hacer falta, dado que la nueva reducción de servicio se aplica hasta enero.