Una paciente de los grupos de riesgo se somete a la aplicación de la vacuna de la gripe. | DANIEL ESPINOSA

El Área de Salud de Ibiza y Formentera inició ayer la campaña de vacunación masiva entre la población considerada de riesgo o ‘población diana’, que incluye a los mayores de 65 años, los pacientes con patologías crónicas, mujeres embarazadas y profesionales esenciales como los sanitarios, cuerpos policiales o bomberos.

A todos ellos se suma este año el grupo de mujeres que han dado a luz en los últimos seis meses, con lo que se protege asimismo al recién nacido. Esta es una de las novedades de esta campaña contra la gripe, para la cual se encuentran preparadas un total de 19.667 vacunas, un 21% más que el año pasado, cuando se dispusieron 15.489. Este incremento de las dosis persigue el objetivo de proteger a un 12% de la población estable de las Pitiusas, alrededor de 20.000 personas entre todos los colectivos que podrían verse afectados.

Del total de vacunas disponibles, 600 se destinan a las residencias de mayores. Se trata de unas dosis de alta carga, con cuatro veces más de componente antigénico que el habitual; 3.750 se dedicarán a los mayores de 65 años que no se encuentran en residencias, con una dosis potenciada, mientras que el resto de la población dispone de 15.317 dosis de la vacuna de cuatro componentes no potenciada (dos virus gripales A y dos virus B). En total, 19.667, a las que hay que añadir una reserva de 9.470 en el conjunto de Baleares por si fueran necesarias. Estas últimas constan de tres componentes (dos virus gripales A y uno B) y serían distribuidas a final de la campaña, que se prolongará hasta el 4 de diciembre, según la información facilitada ayer por el Área de Salud de Ibiza y Formentera.

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Más allá de las cifras, la campaña se está desarrollando con estrictas medidas de seguridad ante la crisis provocada por la pandemia. En el centro de salud de Vila se ha habilitado una sala especial para la vacunación, a la que acuden los pacientes con cita previa. En esta primera fase están citados aquellos que podrían tener graves consecuencias si se vieran afectados por la gripe. Son llamados cada 10 minutos. «Esta medida permite escalonar las visitas y evita las aglomeraciones en la sala de espera. El año pasado, los pacientes eran citados cada tres minutos, pero ahora te vacuna tu enfermera, que además realiza un test de valoración general sobre el estado de cada persona», expresa Estela Terrer, enfermera del centro. Su compañera Marta Pescador explica que se trata de valorar «si están comiendo bien, si hacen ejercicio, cómo tienen la dentadura o si les funciona bien la digestión y se toman los fármacos, entre otras cuestiones. Aprovechamos el tiempo que vienen a vacunarse para hacerles un pequeño sondeo de enfermería».

La mayoría de los pacientes que acude el primer día ya llevaban tiempo preguntando cuándo se podían vacunar, una recomendación explícita de las autoridades sanitarias. El centro de salud también optimiza las consultas concertadas por otras dolencias para administrar a los pacientes la dosis contra la gripe. «Si vienen a Urgencias o a alguna cita con su médico, aprovechamos para ponerles la vacuna, especialmente si es población de riesgo con patologías como el asma o la diabetes, así como a las embarazadas o los crónicos».

El objetivo es vacunar al mayor número posible de ‘población diana’ sin que se produzcan aglomeraciones, y por eso la conselleria de Salud del Govern balear anunció ayer que los centros de atención primaria también abrirán dos fines de semana a lo largo de la campaña (24 y 25 de octubre y 31 de octubre y 1 de noviembre).