La primera fase del trabajo se desarrollará en Sant Antoni. | Consell de Ibiza

El departamento de Cultura, Educación y Patrimonio del Consell de Ibiza ha encargado un estudio sobre los caminos tradicionales para ir a las iglesias al antropólogo cultural ibicenco Joan Costa Bonet, según ha informado el organismo este martes en un comunicado.

El objetivo de este trabajo es documentar si en la memoria colectiva de los habitantes de las zonas rurales se reconocen las costumbres y las prácticas relacionados con estos caminos como parte de su patrimonio inmaterial.

Tal y como han explicado desde el departamento de Patrimonio, impulsor de este estudio, el caso de los caminos para ir a las iglesias y cementerios es una cuestión compleja, tanto desde el punto de vista teórico como para la identificación de las vías sobre el terreno ya que la reciente evolución social y económica ha traído cambios de usos radicales y transformaciones de la red viaria, por eso, para realizar el inventario de este tipo de caminos se solicitará la colaboración de las entidades sociales y culturales más representativas del municipio donde se haga la recopilación de datos.

La primera fase del trabajo de campo se desarrollará en los cuatro pueblos o parroquias tradicionales del municipio de Sant Antoni: Sant Rafel de Sa Creu, Sant Mateu de Aubarca, Santa Agnès y el mismo Sant Antoni.

El Consell es el principal responsable de proteger el patrimonio inmaterial de la isla, a raíz de la aprobación de La ley 18/2019, de 8 de abril, de salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial de las Islas Baleares. Esta ley desarrolla un plan estatal aprobado en 2011 a raíz de la adhesión de España a los acuerdos establecidos por la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO (2003).

Según el convenio internacional, para que una manifestación cultural forme parte del patrimonio inmaterial, debe cumplir una serie de criterios: su reconocimiento por parte de la comunidad o, en otras palabras, la relación con su identidad; la transmisión de generación en generación; y su pervivencia, es decir, si todavía se practica o si las personas que lo habían practicado son capaces de transmitirlo.

Los inventarios de patrimonio inmaterial son la primera medida que se llevará a cabo para su protección efectiva.