Las nuevas oficinas del puerto, inauguradas en septiembre. | DANIEL ESPINOSA

Un informe encargado por la entidad autonómica Ports IB concluye que la opción más adecuado respecto al tráfico comercial del puerto de Sant Antoni sería «levantar la suspensión temporal» y retomar esta actividad. Tras valorar aspectos económicos, ambientales y estratégicos, los autores del documento constatan que existe un balance superior de aspectos positivos sobre el conjunto de la sociedad y su economía derivados del tráfico comercial, que negativos sobre la afección de esta actividad sobre el medio ambiente y sobre la vida cotidiana del municipio.

El consejo de administración de Ports IB decidió el pasado febrero de 2019 suspender de forma provisional el tráfico regular de vehículos y mercancías en el Puerto de San Antonio hasta el final del año 2020. El mismo órgano determinó la necesidad de evaluar las afecciones del tráfico portuario en el Puerto de Sant Antoni para ponderar el posible levantamiento anticipado de esta medida. Es por ello que se encargó a la consultora MCValnera que ela-borase un informe de evaluación del tráfico comercial en Sant Antoni de Portmany, cuyos resulta-dos se hicieron públicos ayer a través de una nota del Govern balear. El ente deberá decidir antes de final de año si retoma la res-tricción o la retira en función del Plan General de Puertos.

Puerto estratégico

El estudio realiza un análisis comparativo entre los escenarios con y sin tráfico portuario comercial desde un punto de vista técnico, económico, social y medioambiental para servir de herramienta objetiva para tomar una decisión conjunta con el resto de las administraciones afectadas por el restablecimiento del tráfico comercial. El estudio comienza destacando el hecho de que el Puerto de Sant Antoni es la instalación portuaria de la isla de Ibiza y del conjunto de Balears más cercana a la península. Este hecho le otorga un carácter estratégico para el conjunto de la isla de Eivissa así como para la comunidad autónoma. El documento subraya también al hecho de que Ibiza se ha convertido en la única isla en el terreno nacional en disponer de un único puerto para el desarrollo de la actividad del transporte marítimo (al margen de Formen-tera). Por otra parte, el informe pone en consideración el hecho de que el transporte comercial suponga sólo el 25% del transporte regular de viajeros, correspondiendo el restante 75% a un tráfico mucho más intensivo y temporal como es el de las golondrinas, los chárters o la navegación recreativa. Por otra parte, el estudio des-taca que el transporte comercial regular sólo realiza el 2% de las escalas anuales que recibe el Puerto de Sant Antoni, haciendo patente que el grueso de la acti-vidad marítima corresponde al resto de embarcaciones que operan en el municipio.

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Impacto social

En cuanto a los dos aspectos que más quejas suscitan entre los vecinos, el ruido y el oleaje provocado por los grandes buques, el informe señala que el primero entra dentro de los parámetros y el segundo se puede corregir. En términos de contaminación acústica, el tráfico comercial genera un nivel sonoro máximo a pie de muelle de 44,5db, cuando la normativa municipal establece que los niveles se mantengan entre los 55 y los 65 dB . Respecto al oleaje, el estudio demuestra que definiendo una velocidad máxima de entre los 10-15 nudos, el impacto quedaría sensiblemente aliviado haciéndolo poco perceptible para bañistas y navegantes.

Impacto económico

Por último, desde el punto de vista económico, el estudio destaca las importantes inversiones que Ports IB ha realizado para desarrollar el tráfico comercial en San Antonio durante los últimos 15 años, superando los 3,9 millo-nes de euros, así como los más de 2 millones que se prevé invertir a corto plazo.

El estudio evalúa, además el impacto económico del efecto de haber desviado el tráfico de Sant Antoni a Ibiza, que ha supuesto un coste económico directo y externo de 1,43 millones de euros más en costes. En cuanto a los ingresos generados por las tasas portuarias, el informe apunta que los ingresos percibidos en el Port de Sant Antoni de Portmany en este concepto «se encuentra comprendido alrededor de 1 y 1,2 millones de euros en los últimos cinco años, con la excepción del pasado año 2019, con motivo del cierre del puerto al tráfico comercial». Las tasas correspondientes al tráfico de pasajeros y mercancías supuso de media entre 2014 y 2018 alrededor de un 30%, lo que en términos económicos implicaba la recaudación de 300.000 euros de media. De 2018 a 2019 la recaudación en materia de tasas portuarias descendió en 468.000 euros, principalmente por la no percepción de las tasas por tráfico comercial. Por otra parte indica que, la rentabilidad económico-social de la reanudación del tráfico comercial en el Puerto de San Antonio supondría un beneficio global de 52,5 millones de euros durante los próximos 10 años