Agentes de la Guardia Civil han detenido a dos hombres en Ibiza, padre e hijo, e investiga a una tercera persona en Mallorca en el marco de una investigación del Seprona por delitos de estafa y contra la salud pública por la adulteración de miel. Según informaron ayer desde la OPC de la Guardia Civil, la operación conllevó la inspección de numerosos comercios y locales de producción de Baleares.

La investigación se puso en marcha después de que en Ibiza se recibiesen varias quejas y denuncias por la instalación de apiarios no autorizados, alrededor de 1.000 casetas. Los agentes del Seprona comprobaron en las primeras diligencias que los responsables de las mismas eran un padre y su hijo, y surgieron dudas sobre la procedencia y tratamiento de la miel que envasaban para la venta. Tras obtener muestras de diferentes presentaciones y variedades de miel de la empresa en cuestión, se enviaron a laboratorios para ser analizadas.

Estos análisis apuntaban a la presencia de sustancias activas que superaban los límites máximos de residuos (LMR) legalmente permitidos para la miel y productos de la apicultura, no siendo aptas para el consumo humano y no descartándose un riesgo grave a corto plazo para la salud de los consumidores. Dichos residuos proceden de sustancias plaguicidas y de medicamentos de uso veterinario no auto-rizados por la Agencia Española del Medicamento.

En los registros realizados en una vivienda de Sant Antoni y un almacén de Santa Eulària, se intervinieron ordenadores y discos duros para analizar, así como numerosas muestras y botes que contenían mieles de varias clases, cajas de cartón llenas de polen, etiquetados y productos fitosanitarios. En el almacén realizaban el envasado y etiquetado de la miel desde cubas de gran tamaño a botes pequeños para la venta. Ante estos hechos, la Guardia Civil retiró del mercado todos los envases de miel con trozos de panal destinados al consumo humano.