Vicent Marí. | DANIEL ESPINOSA

Durante la reunión del Govern con los consells, Palma y la Felib se puso sobre la mesa la posibilidad de retrasar el horario de inicio del toque de queda a la medianoche para favorecer la actividad de la hostelería, medida que no afectaría a la ciudad de Ibiza cuyo horario de cierre se mantiene a las 22 horas.

Esta era la posición del presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí. También de la de Menorca, Susana Mora.

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Finalmente, Armengol se inclinó por aplicar el horario general decretado por Pedro Sánchez lo que, en cualquier caso, no propició enfrentamiento alguno y fue aceptado.

El cierre sobre la mesa
El control en aeropuertos y puertos fue otro de los aspectos tratados durante el encuentro, ya que es un contrasentido aplicar medidas de contención a la población balear y al mismo tiempo permitir que pasajeros provinientes de zonas con elevadas incidencias puedan entrar sin ningún tipo de control.

El Govern aseguró a los presidentes que durante la próxima semana estudiará si finalmente acaba aplicando el cierre perimetral de la comunidad, tal como permite el estado de alarma decretado ayer, lo que, a efectos prácticos, supondría cerrar puertos y aeropuertos, salvo para los mismos casos que ya se contemplaron en el estado de alarma de marzo.