El paro más significativo se produjo a las 12.00 horas de ayer en la puerta del Hospital de Can Misses de Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

La puerta principal del Hospital Can Misses fue el escenario, junto a las de otros centros de Atención Primaria de la isla, de la primera huelga de médicos a nivel nacional en los últimos 25 años. En juego, según los portavoces del Sindicato Médico de Baleares (Simebal), «el desmantelamiento de la Sanidad Pública en España debido a un descenso significativo de la calidad asistencial para todos».


El paro se repetirá de forma mensual los últimos martes de cada mes sin que haya fecha de conclusión. Según el Govern, en el Área de Salud de Ibiza y Formentera fue seguido por un 33% de la plantilla. Mientras, Carlos Rodríguez, portavoz del Sindicato Médico de Baleares (SIMEBAL) en las Pitiusas, aseguró en que los centros de Atención Primaria llegaba a un 50% y reconoció que en el hospital el seguimiento fue más bajo de lo esperado. «Aún es pronto para valorar pero a bote pronto diría que hay muchos médicos con contratos inestables e inciertos que prefieren no arriesgarse participando en las huelgas y otros que, preocupados por los pacientes, han decidido no dejarles solos aunque sea solo unos minutos», explicó un Rodríguez optimista «en que la huelga irá a más según vayan pasando los meses».


«Médicos sin formación»
Los médicos amenazaron con continuar con la huelga hasta que no se retire el Real Decreto Ley 29/2020, de 29 de septiembre, de medidas urgentes en materia de teletrabajo en las Administraciones Públicas y de Recursos Humanos en el Sistema Nacional de Salud para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.


Un decreto que Rodríguez catalogó como el de la «infamia» ya que permite que las comunidades autónomas puedan contratar sanitarios para ejercer tareas de especialistas sin un título reconocido en España. «En nuestro país se tarda hasta siete años en obtener un título homologado para cada especialidad y los jóvenes salen muy bien formados, pero ahora se permitirá contratar a profesionales de otros países sin la titulación necesaria poniendo en riesgo nuestro sistema de salud, uno de los mejores de Europa».
En este sentido, los convocantes denunciaron la falta de interés del Ministro de Sanidad, Salvador Illa y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por llegar a acuerdos ni reunirse con ellos y les calificaron de «antidemocráticos». «Les hemos tendido la mano una y mil veces pero el ministerio no nos quiere escuchar y van camino de desmantelar la sanidad pública», aseguró Rodríguez.


Por ello, explicó que «la duración de la huelga está en las manos de Sánchez y de Illa ya que no pararemos hasta que haya un consenso y se nos deje de tratar con desprecio».


La situación en Ibiza
Asimismo, los representantes del SIMEBAL, Carlos Rodríguez y Antonio Pellicer, analizaron la situación de los Centros de Atención Primaria del Área de Salud de Ibiza y Formentera.
Según Pellicer «los médicos están muy quemados porque van al límite». «La media de tarjetas sanitarias por facultativos en la Península está en unas 1.400, en Baleares de 1.800 y en Ibiza se llega a las 2.000, unas cifras del todo inasumibles que han provocado un descenso de la calidad sanitaria». Además, Rodríguez incidió en que desde que se derivó a Atención Primarias los pacientes con coronavirus «los médicos que tenían que salir a las 15.30 horas lo hacen a las 17.30 o 18.00 horas para poder atender a tanta gente sin poderles dar, además, el trato personalizado, serio y profesional que se merecen».
Además, aseguraron «que cuando un médico se pone de baja, otro de sus compañeros tiene que asumir sus cerca de 2.000 pacientes, generándose una rueda y una carga, imposible de soportar hasta que no se cambie el modelo de cupos por paciente».
En este sentido, desde el sindicato Simebal volvieron a pedir ayer tras la huelga que desde las administraciones autonómicas y nacionales se les escuche y se les tenga en cuenta para mejorar la realidad del día a día. «Vivimos una situación insoportable, para unos y para otros, y por eso pedimos que se nos tome en consideración para intentar cambiar algunas cosas que, a lo mejor, al inicio de la pandemia podían funcionar cuando se trabajaba con algo desconocido pero que ahora se ha demostrado que ha quedado completamente desfasado».


Sin embargo, según sus palabras, el Govern balear ha desestimado su petición. «No tenemos noticias de ellos», aseguró Antonio Pellicer mientras Carlos Rodríguez explicó «que, aunque han atendido a algunas demandas como las de aumentar la cantidad de médicos residentes tras la crisis económica de 2010, siguen diciéndonos que destinarán una partida de los presupuestos a Sanidad para luego hacer política con ella».