Juan Marí Marí, presidente del Club Náutico Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

El embrollo judicial en la que se halla inmerso el Club Náutico Ibiza (CNI) para poder renovar la gestión de sus instalaciones en el puerto hasta 2050 experimentó ayer ligero un avance en favor de la entidad ibicenca, inmersa en un litigio burocrático y judicial que se remonta a 2010 y cuya resolución aún se encuentra pendiente de sentencia firme.

Este avance hacia la solución del pleito viene de parte del Tribunal Supremo (TS), que ayer admitió a trámite el recurso de casación presentado por la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), al que se adhirió el Club Náutico Ibiza, contra la sentencia de mayo de 2020 dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) en la que declaró como disconforme a derecho el acuerdo del consejo de administración de la APB de 18 de julio de 2018 por el cual se ratificaba la elección de la oferta presentada por el CNI como la que tenía mayor interés portuario para adjudicarse la concesión para la gestión del club durante los próximos 30 años.

De esta forma, el Alto Tribunal tendrá que dirimir ahora si ratifica la citada sentencia del TSJB o, por el contrario, considera que no se ajusta a derecho y, por ende, confirma que el proyecto y la oferta del CNI para renovar la explotación de las instalaciones era la mejor de las que se presentaron a concurso.

«Un pasito adelante»
Esta admisión a trámite del recurso de la APB por parte del TS significa «un pasito adelante», según el presidente del CNI, Juan Marí Marí, que valoró ayer positivamente este trámite y anunció que en los próximos días reunirá a la junta directiva para preparar de nuevo un proyecto que permita al club renovar la adjudicación de ocupación temporal de las instalaciones, que justamente caduca hoy, y que es otro trámite más que debe superar el CNI hasta que haya una resolución del TS que le conduzca hacia la renovación definitiva de la concesión.

APB
Fuentes de la APB confirmaron, por su parte, que han recibido la notificación del TS, una noticia que ha generado un «alivio», pero que «la tenemos en cuenta con la máxima cautela».

El club, que este año conmemora su 95 aniversario, dispone de unos ocho millones de euros para acometer las obras de reparación y remodelación de sus instalaciones, pero lleva diez años esperando la autorización para ejecutarlas. Ahora se ve obligado a presentar un nuevo proyecto para obtener la explotación provisional en los próximos meses. Esta provisionalidad, no obstante, se podría prolongar durante tres años si es que antes no se pronuncia el TS. Cabe recordar que la sentencia del TSJB, ahora recurrida, obligaba a repetir el procedimiento administrativo para renovar la concesión portuaria, pero admitía que el CNI presentó la mejor propuesta de los concurrentes merced a su dilatada trayectoria social y deportiva.

En una reciente entrevista a Periódico de Ibiza y Formentera, el presidente del CNI consideró improbable que el club pierda la autorización de ocupación temporal: «Para que eso ocurriera tendrían que concurrir varios requisitos, como que no estuviéramos al corriente de pago, que el mantenimiento fuera un desastre o que no tuviésemos actividad deportiva, pero afortunadamente esto no ocurre y este club es ejemplar en toda la parte deportiva y en todas las competiciones».

Desde el año 2010 hasta la fecha, la APB ha ido otorgando al CNI sucesivas autorizaciones de ocupación temporal por un periodo de un año, mientras duraba la tramitación del proyecto del club, y ahora debería renovar un año más el permiso hasta que se resuelva el contencioso.

La APB y el CNI se enfrentan en los tribunales a la empresa madrileña Club Deportivo 12 Millas, que también opta a la concesión y cuyo representante legal, el abogado Francisco Javier Jiménez Cisneros, se ha mostrado abiertamente contrario al modelo de gestión que lleva a cabo el Club Náutico Ibiza.