La Hoja de Ruta para la Transición Energética de Ibiza fue presentada ayer en la sala de plenos del Consell d’Eivissa. | DANIEL ESPINOSA

Ibiza ya ha marcado el camino hacia su descarbonización, ahora falta andarlo. Ayer se dio a conocer en el Consell d’Eivissa la Hoja de Ruta para la Transición Energética de la isla de Ibiza. Un documento fruto de la adhesión de Ibiza al secretariado Clean Energy for EU Island (energía limpia para las islas de la UE), que tiene por objetivo acelerar la transición energética en las islas de la Unión Europea. El conseller de Gestió Ambiental, Vicent Roig, destacó que la jornada de ayer supone un hito para Ibiza. Se ha terminado de redactar un plan y ahora toca ponerse manos a la obra.

Roig destacó que la hoja de ruta «es un documento vivo, que ha venido para quedarse», y animó a todos los ayuntamientos a firmar el Pacto de los Alcaldes por el Clima y la Energía, como ya lo ha hecho el Ayuntamiento de Ibiza.

El documento busca la descarbonización de la isla a través de cinco pilares: fomento del uso de energías renovables, renovación de edificios para hacerlos más eficientes, movilidad sostenible interna, reducir el impacto de la movilidad aérea y marítima e inculcar estos valores en la sociedad.

Al acto de presentación de esta hoja de ruta asistieron los representantes de las organizaciones que han colaborado en su redacción: Marcos Tur, de Jesús en Transició; Juanjo Torres, de Amics de la Terra; y Gabriel Machan, por Alianza por el Clima.
En el acto también intervino, a través de un vídeo, el director general de Energía, Aitor Urresti, que destacó la importancia de que este documento surja de un proceso participativo que ha implicado a la sociedad civil ibicenca.

La financiación para elaborar este documento ha corrido a cargo de la Dirección General de Energía y Cambio Climático del Govern balear y del Departamento de Presidencia del Consell Insular de Eivissa. El Grupo Leader, financiado por fondos europeos Feader, ha coordinado el proyecto.

El documento, de 146 páginas, hace un diagnóstico de la situación de la isla para finalmente plantear el sistema de gestión del proceso de transición y las sendas para que sea una realidad.

Energías renovables

El objetivo para Ibiza en una década es ambicioso. La hoja de ruta establece que tendremos que pasar del irrisorio 0,22% de generación de energía fotovoltaica y eólica actual a un 35% en 2030.

Ese 35% implicará producir 430 MWp (megavatios pico) cuando actualmente se producen 2,7 MWp. La hoja de ruta indica que en Ibiza existe un potencial de generación de energía solar en tejados de 443 MWp. Daría de sobra pero, como es improbable que en todos los tejados de la isla se instalen placas solares, el estudio indica que la energía restante hasta alcanzar ese 35% debería producirse en EDAR, rotondas, aparcamientos... a través de financiación pública.

También se menciona la existencia de dos proyectos en marcha de pequeños parques fotovoltaicos en Sant Joan (Can Mariano Lluquí, 2,5 MW) y otro en Sant Antoni de Portmany (Bosc d’en Lledó, 3,3 MW), aunque las instituciones ibicencas no se plantean la implantación de grandes granjas solares debido al impacto que podrían tener.

«Creo que se trata de algo que los ibicencos, conocedores de las limitaciones a nivel de territorio que tenemos, también creen. Los grandes parques solares en suelo rústica estropearían el paisaje, además de tener un fuerte impacto ambiental. Debemos poner las herramientas para hacer instalaciones en cubiertas existentes, hay muchas naves industriales que se pueden cubrir y muchos aparcamientos y edificios públicos», apuntó Roig.

Entre otras propuestas para alcanzar el objetivo, se plantea: que las cubiertas de edificios públicos se utilicen para generar energía solar, que se hagan instalaciones solares en suelo urbano, como aparcamientos públicos (Sant Joan ya tiene previsto cubrir un aparcamiento de 4.000 m2 con pérgolas solares) y el fomento de las comunidades energéticas que generen y consuman su propia energía.

Edificios eficientes

Respecto al segundo pilar del proyecto, se hacen propuestas relacionadas con la eficiencia energética en el campo de la edificación, que incluye desde la mejora de los sistemas activos hasta la incorporación de elementos pasivos que contribuyen a una reducción del consumo y la demanda energéticos.

La hoja de ruta indica que la rehabilitación energética del parque inmobiliario de la isla de Eivissa puede reducir una media de un 58% su consumo estimado de energía primaria.
Para fomentar este cambio se impulsarán reducciones fiscales en el IBI y el ICIO, los ayuntamientos deberán crear la figura del gestor energético dedicado a asesorar sobre estos temas, deberá fomentarse el cambio de las calderas antiguas por calderas de biomasa. Los PGOU deberán incluir estas previsiones y los ayuntamientos deberán instalar antes de 2025 sistemas de monitorización de consumo energético y agua.

Movilidad sostenible

Con un parque de vehículos que supera el número de habitantes de la isla, la hoja de ruta destaca la importancia del fomento de la movilidad eléctrica, la reducción del uso del coche y el fomento del transporte público como alternativa para trayectos medios o largos.
El informe ve una oportunidad para reducir el uso de vehículos a través de la implantación del teletrabajo que ha acelerado la epidemia de Covid-19 e insta a las administraciones a fomentarlo.

El los núcleos urbanos la tendencia debe ser a la peatonalización del centro, para ello se deberá fomentar el uso de los aparcamientos disuasorios y conectarlas adecuadamente al centro. Entre otros proyectos, se plantea la instalación de espacios donde poder aparcar de forma segura los vehículos de movilidad personal (bicicletas, patinetes...) en los propios aparcamientos.

También se plantean reducciones de impuestos a los vehículos eléctricos y crear nuevos puntos de carga.

El carácter insular de Eivissa conlleva que se presente un gran consumo energético desde y hacia la isla para aprovisionarla de productos de todo tipo y para desplazamientos personales, por mar y por aire.

Transporte a la isla

Roig quiso destacar que este pilar no implica reducir la conectividad, sino que presenta propuestas relacionadas con el fomento de producto local y las políticas que promuevan un turismo sostenible de acuerdo a los límites ecológicos de la isla.

Entre otras propuestas se plantea la penalización de actividades turísticas con alto impacto ambiental, el fomento de las embarcaciones que contaminen menos y el fomento del producto de la isla.

Transición sociocultural

Para que esta hoja de ruta suponga realmente un cambio en la isla toda la población debe estar implicada y sensibilizada con el grave problema ambiental que existe actualmente y los beneficios de la transición energética que se promueve.

Se propone la creación de una Oficina de la Energía, que entre otras tareas sea la encargada de elaborar campañas de sensibilización con impacto real. También sería una entidad asesora para los ciudadanos sobre iniciativas, ayudas o subvenciones.

También deberá crearse un Observatorio para la Transición Energética que centralice la información relacionada con la transición energética y el cambio climático en la isla. El Consell d’Eivissa ya trabaja por implementar esta propuesta.