El conseller de Deportes, Juventud, Economía y Hacienda posa frente a la mesa de reuniones de su despacho. | DANIEL ESPINOSA

El conseller no electo, Salvador Losa, añadió recientemente a sus responsabilidades las áreas de Economía y Hacienda. Su perfil profesional no es ajeno a estas materias: es licenciado en Matemáticas y máster en Administración y Gestión de Empresas. Le corresponde al departamento que dirige la elaboración del presupuesto más condicionado de la historia de la institución insular. En su despacho se puede apreciar más su faceta como conseller de Deportes y Juventud: un premio al deporte ibicenco y algunas fotos con deportistas de la isla.

—¿A cuánto ascenderá el presupuesto de 2021?
—Tenemos una cifra bastante aproximada, aunque todavía no tenemos totalmente confirmadas las cifras de las instituciones que financian al Consell, es decir, el Estado y la Comunidad Autónoma. Tenemos una estimación conforme a comunicaciones que nos han hecho llegar, aunque nada oficial. La previsión es que los ingresos del Estado se mantengan y de la Comunidad Autónoma sufriríamos una bajada de cinco millones de euros. Tenemos un presupuesto bastante ajustado; conocemos las necesidades y, con todo ello, la institución tiene sobre la mesa el endeudamiento y el uso de los remanentes. En 2020 ha sido materialmente imposible hacer uso del remanente, cuyo uso se liberó en octubre, por lo que confiamos en poder ejecutarlo en 2021. Entiendo, pienso y creo que en el 2022 debería hacerse también alguna medida de flexibilización. El año que viene prevemos un gran esfuerzo social de inversión y cooperación municipal, que se puede ver reflejado también en 2022. Podremos iniciar muchos trámites de adjudicación, pero habrá proyectos que lleguen más allá de 2021, por lo que deberá haber una flexibilización de esas reglas de gasto, sino nos vemos abocados a tener un problema a dos años vista.

—¿Podemos decir, al menos, si será un presupuesto superior a los 89,5 millones del presupuesto de 2020?
—Sí, debe serlo. Haremos lo posible por poner en marcha un presupuesto superior.

—De la reducción de la aportación autonómica comentaba esta semana que hay 2,5 millones que quieren sumar al presupuesto. ¿Se ha tratado ya este tema? ¿Es posible?
—Tengo constancia de que el presidente ha hablado con la consellera de Economía respecto a este tema y está sobre la mesa. No puedo avanzar si se podrá hacer o no, lo que sí puedo decirle es que si no se lleva a cabo lo pediremos vía enmiendas al presupuesto. Pedimos sencillamente que, en un momento tan complicado, podamos contar con el mayor presupuesto posible. Hablamos de una liquidación negativa en 2019 que se ha aplicado para 2021. No pedimos que esta cantidad se perdone sino sencillamente que se aplace esta bajada. La Comunidad Autónoma ha permitido que una parte de las transferencias que hace al Consell Insular destinadas a inversiones se pueda utilizar para gasto corriente. Esta es una flexibilización de los recursos, pero pedimos un paso más con esa bajada de ingresos para poder afrontar 2021 con los máximos recursos.

—Del Estado también están pendientes de recibir ocho millones de euros justificados por el convenio de carreteras de 2009. ¿Saben si se abonarán?
—No. Hemos pedido por activa y por pasiva una reunión de la mesa que trata este convenio, que nos atiendan y es complicado. Todos los consells insulares están en una situación parecida y quizás sea un tema que se debería abordar a nivel autonómico para reclamar una respuesta del Ministerio a esta situación.

—¿Qué impacto tiene la crisis del Covid en el presupuesto?
—En cuanto a ingresos prevemos una pequeña disminución de las tasas que recaudamos. En cuanto a gasto, queremos hacer una apuesta decidida y firme para dar cobertura a la emergencia social que se vive en Ibiza, que se alargará durante meses. Las partidas sociales van a ser muy importantes, para las familias, para los autónomos, vamos a plantear ayudas e incentivos para rebajar las tasas e impuestos, como el pago del canon de basuras que supondrá un gran ahorro para todos. La cooperación con los ayuntamientos se va a mantener; ya hicimos transferencias para ayudas sociales que mantendremos, también seguirá en marcha el Plan 5. Ésa es la estructura básica del presupuesto 2021, una apuesta para dar cobertura a la emergencia social que vamos a vivir.

—¿A qué se va a destinar el remanente?
—Vamos a cubrir los gastos de ayudas, personal y el gasto corriente con fondos propios y el remanente se utilizará principalmente para la inversión.

—¿El centro de baja exigencia de Es Gorg es una de esas inversiones?
—Está presupuestado, sí, es un proyecto importante al que no renunciamos.

—Uno de los proyectos que se impusieron cuando llegaron al Consell fue poner en orden el pago de facturas. ¿Están pagadas todas las facturas de años anteriores?
—Queda algo, pero es residual. Es difícil mantener el día a día. No es una tarea que implique ponerlo al día y abandonarlo. El Consell es una institución compleja. Ahora tenemos los pagos al día y hay mucho esfuerzo para que los expedientes salgan lo mejor posible, que se tramiten lo más eficientemente posible y se paguen cuanto antes. Desde febrero de este año cumplimos con el periodo medio de pago, cuando estábamos en un periodo medio de pago por encima de los 40 días.

—¿Qué porcentaje del presupuesto actual se ha ejecutado?
—La ejecución es bastante buena. Los últimos meses son muy importantes porque son en los que se liquidan contratos y se adjudican muchas subvenciones que se han tramitado a lo largo del año. Llevamos una ejecución superior a la del año pasado.

—¿De qué porcentaje hablamos?
—Un 56% era el mes pasado, así que estaremos ya por encima de ese porcentaje.

—¿Están contentos con ese ritmo de ejecución?
—Nos gustaría alcanzar el 100%. Pero, como digo, es una administración complicada y no es fácil reconducirla. Es un día a día que hay que ir predicando en todos los departamentos y en todas las áreas para que se ejecute el presupuesto de la mejor manera. La ejecución del presupuesto es una previsión y para poder llevarla a cabo hace falta aprobar un buen presupuesto. Hay que involucrar a todos los departamentos y no es fácil. Es complicado pasar de una ejecución del 50% que se tenía hasta ahora al 100%. Pero queremos ir subiendo ese porcentaje para poder llegar a las cifras óptimas. Creo que este año alcanzaremos un porcentaje muy aceptable a final de ejercicio.

—¿Dónde está el problema? ¿Es falta de personal, la complejidad de procedimientos...?
—Ese es el quid de la cuestión. El problema no es uno, son muchos. A eso hay que añadir la situación de este año, con una pandemia de por medio. Hay muchos proyectos que se inician y que a medio camino se encuentran con alguna situación normativa o algún tipo de trámite en otra administración que detiene el proyecto. Otra es que las prioridades y los esfuerzos en unos proyectos a veces cambian y pasan a otros. Como es el caso con las acciones para paliar los efectos de la crisis sanitaria. Los recursos son los que son y se destinan para cosas que no estaban previstas, con lo cual otras se resienten. Por eso, hay que equilibrar e intentar ejecutar esas acciones sobrevenidas sin resentir otras. Pero la perfección no existe.

—Pero entonces, ¿hace falta más personal?
—Yo creo que es necesario mejorar la coordinación; hace falta engranar y conseguir más fluidez en los procedimientos. Nada más.

—El Hipódromo de Sant Rafel es una infraestructura a la que desde el Consell parece que se quiere dar más protagonismo. ¿Qué proyectos tienen?
—Para mí, e imagino que para todo el equipo de gobierno, es una instalación emblemática. Acoge un deporte que está declarado deporte tradicional por la Ley balear del Deporte. Está la petanca y el trote. Es un deporte muy arraigado en Baleares. Es un privilegio tener una instalación de ese tipo y, por lo tanto, pensamos que las personas y las asociaciones que lo utilizan no deben ser residuales. Hay que potenciar ese deporte y, con ello, la instalación.

—¿Cree que se promociona suficiente este deporte?
—Desde que llegué a la conselleria yo era consciente de que era un deporte que se encontraba tapado. Empezamos a trabajar con la Asociación de Trote de Ibiza para mejorar la comunicación, que nos pasaran los programas para poder hacerlos llegar a los medios. Hemos implantado un sistema para que se puedan retransmitir en directo las carreras, a los medios de comunicación les animamos a que cubran los resultados. De hecho, una radio ya tiene alguna tertulia sobre trote. Queremos ponerlo al nivel de otros deportes. Además, el hipódromo tiene unas instalaciones de muchos miles de metros cuadrados cuyo mantenimiento tiene un coste. Queremos que sea un espacio que cuente con servicios, con un parque al que puedan ir las familias. Es un espacio muy adecuado para acoger a familias y atraer a aficionados e, incluso, a gente que no lo conoce porque es un deporte muy visual y muy atractivo.

—Creo que han previsto alguna actividad navideña allí. Avánceme un poco la programación navideña en su faceta de conseller de Juventud.
—La programación de Navidad ha sido complicada. No sabíamos qué se podría hacer. Hemos tenido que poner por delante el sentido común e intentar ver cómo evoluciona la normativa. Cayó el Diverespai porque vimos que era un espacio con mucho contacto que en la situación en la que vivimos nos era imposible mantener el distanciamiento. Haremos actividades más teatrales para que las familias disfruten de un espectáculo que permita una reserva previa, orden y medidas sanitarias adecuadas. Tendremos una serie de talleres relacionados con los personajes que actuarán en el Recinto Ferial. Además, buscaremos canales para que puedan interactuar los niños, vía nuevas tecnologías, con los pajes reales, elfos y otros personajes de la Navidad. Será un centro navideño que estará, precisamente, en el hipódromo. Será donde se geste la Navidad. Todavía está en proyecto, pero queremos que haya un centro de llamadas para la gestión de regalos en el que los niños puedan interactuar. Con esa propuesta sobre la mesa prescindimos de la pista de hielo.

—Pensaron también en licitar la pista de hielo.
—Sí, la pista de hielo fue una iniciativa que propusimos el año pasado y que tuvo muy buena acogida. Fue de las actividades que más se utilizó. Era una propuesta que teníamos sobre la mesa y que teníamos que iniciar su licitación con mucha antelación. Es un trámite que no se puede improvisar y no sabíamos qué situación íbamos a tener en Navidad, si esa instalación se podía mantener. Sin embargo, surgió otra propuesta para poder disfrutar de los Reyes Magos. Si no hay cabalgatas nos preguntamos qué podíamos hacer para que los más pequeños pudieran disfrutar de los Reyes Magos. Planteamos hacer un programa en el hipódromo en el que poder hacer talleres navideños, con artistas y animadores locales. Es una propuesta que también salió del sector. El sector de la cultura ha sufrido mucho y en su mayoría hablamos de autónomos y pequeñas empresas cuya fuente de ingresos es llevar a cabo este tipo de actos. También tiene que ser una Navidad para ellos, darles una oportunidad de trabajar y de que puedan cubrir gastos con esta iniciativa.

—La puesta en marcha del polideportivo de Can Coix ha sufrido un notable retraso por las filtraciones de las ventanas. ¿Cómo no se vio cuando se cambió la cubierta?
—No soy ingeniero y no puedo llegar más allá de lo que indican los técnicos. Tuvimos el cap de fibló que levantó toda la cubierta del polideportivo. Fue muy complicado gestionar aquello, que fue el primer contrato por vía de emergencia que realizó el Consell. En aquel momento no se detectó que los ventanales habían sufrido. No se apreció ese desperfecto, pero el primer día de lluvias entró agua. Los técnicos lo advirtieron y nos dieron dos alternativas: sustituir o reparar. Reparar era más barato y más rápido, sustituir costaba más y era más tiempo. Acordamos que técnica y políticamente lo mejor era sustituir. Sabemos las molestias que supone tener esas instalaciones cerradas para tantos deportistas y sus familias. Pero también sabemos que la actividad se paraba en aquel pabellón cuando llovía por las goteras y queríamos que fuera una solución definitiva. No han sido los plazos que queríamos, pero el futuro de esa instalación es la cesión al Ayuntamiento y queríamos cederla en perfectas condiciones.

—Por parte del Consell, ¿qué queda por hacer?
—Creo que esta semana acabamos y ya hemos comunicado al Ayuntamiento que inicien la formalización del contrato del parqué para que una cosa suceda inmediatamente a la otra.