Un autobús de Voramar el Gaucho-Alsa atraviesa la avenida de España de Vila. | DANIEL ESPINOSA

El comité de empresa de la compañía de autobuses Voramar el Gaucho-Alsa, integrado por nueve delegados del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), anunció ayer su intención de ir a la huelga después de denunciar en un comunicado «importantes irregularidades, el mal estado de la flota y las deficiencias en la aplicación del protocolo covid» en esta empresa, que aseguran que «no se aviene a la negociación y que incumple el convenio colectivo» del transporte regular de viajeros por carretera de Balears.

Nada más conocer la amenaza de huelga, la dirección de Voramar el Gaucho aseguró que «cumple escrupulosamente toda la legislación laboral y el convenio colectivo, y no es cierto que existan incumplimientos o irregularidades, ya que las diferencias de interpretación que pudieran existir son tratadas en el seno del diálogo habitual y en reuniones periódicas entre el comité de empresa y la dirección».

El coordinador de CCOO en este sector, José María Martín, sin embargo, afirmó que el diálogo con la empresa «está encallado», y reclama a la dirección «que se siente a negociar para que se puedan subsanar todas las deficiencias» que denuncian. «Si no lo logramos, no nos quedará más remedio que ir a la huelga». El gerente de Voramar el Gaucho-Alsa, José María Cardona, considera, sin embargo, que «no existe justificación alguna para la convocatoria de una huelga ante la difícil situación que está atravesando la economía de Ibiza y los momentos tan críticos para el sector del transporte». «No es el momento de plantear conflictos estériles, que se deben resolver en los foros de encuentro establecidos entre el comité y la dirección, sino de trabajar todos juntos para recuperar la confianza de nuestros ciudadanos y de los turistas en el transporte público», añadió.

Mascarillas y mamparas

Según CCOO, a los conductores solo se les facilita una mascarilla quirúrgica al día, «cuando su jornada de trabajo es de 8 a 10 horas en algunos casos». Otra de las reclamaciones sindicales se refiere a las pantallas de protección instaladas para los conductores, «que no son pantallas sino cortinas de metacrilato abatibles que el conductor debe bajar y subir en cada parada, por lo que se expone constantemente al tocarlas». CCOO denuncia asimismo que los conductores, entre turno y turno, se ven obligados a limpiar el habitáculo, «una tarea que debería de hacer personal preparado, protegido y cualificado para ello, y no el personal de conducción». Para la empresa, estas pantallas «son una solución técnica que cumple con su función de garantizar la seguridad de los conductores».

Con respecto a las medidas de seguridad frente a la pandemia, José María Cardona asegura que la empresa «no solo cumple con toda la normativa y medidas establecidas por los reguladores, sino que va más allá y aplica de forma voluntaria protocolos de movilidad segura más estrictos y completos que los obligatorios, que han sido certificados por AENOR, para ofrecer las máximas garantías sanitarias a clientes y empleados». No obstante, tras conocer las reclamaciones de los trabajadores, Voramar el Gaucho anunció que esta misma semana se entregarán a los conductores mascarillas homologadas FFP2, que ofrecen mayor protección que las quirúrgicas entregadas hasta ahora.

El comité de empresa también ha expresado su preocupación porque, en su opinión, la flota «sigue sin renovarse, el mantenimiento y limpieza es deficiente e incompleto y las averías perduran en el tiempo», cuestiones que para la empresa carecen de argumentos: «Estamos aplicando a la flota procesos de limpieza reforzados, incluyendo la nebulización», explica la dirección, a la vez que recuerda que los autobuses reciben «un exhaustivo mantenimiento preventivo y correctivo, y así se demuestra cada vez que pasan las ITV establecidas».