Representantes de Apies, que ha iniciado una campaña de sensibilización, ayer durante la lectura del manifiesto . | DANIEL ESPINOSA

Susana Ribas, vocal de la Asociación Pitiusa por la Inclusión Educativa y Social (APIES), constituida en 2016 para impulsar el derecho a la inclusión pedagógica y profesional de los jóvenes discapacitados de Ibiza y Formentera, pronunció ayer un manifiesto en el patio del Cetis para reclamar más medios y denunciar las carencias que sufre el alumnado con diversidad funcional. «Son los más perjudicados del sistema educativo y muchos de ellos se han quedado sin el soporte del profesorado especializado», expresó Ribas. El manifiesto denuncia que, debido a la crisis sanitaria y la reorganización de los grupos escolares, algunos maestros especializados en pedagogía terapéutica, audición y lenguaje u orientación, entre otros, «han dejado de ejercer su función especializada para dedicarse a las clases ordinarias».

La presidenta de la entidad, Lola Penín, así como la secretaria, Carina Martín, denunciaron que todavía hay algunos colegios de las Pitiusas en los que el alumnado con necesidades educativas especiales sigue sufirendo esta vulneración de sus derechos.

Esta entidad, formada por 75 padres e integrada en la Plataforma Sociosanitaria de Ibiza, aboga por una educación inclusiva que abarque todo el recorrido educativo de los estudiantes, así como que los padres «puedan elegir la educación que quieren para sus hijos, y no que haya que llevarles a un colegio especial por una decisión administrativa».

Además, piden la integración laboral de estos chicos y chicas, «y no solo que se le dé un trabajo para discapacitados». «La diversidad supone un enriquecimiento para todos y la educación inclusiva genera valores y favorece tanto a los niños con dificultades como al resto de alumnos del aula», reza el manifiesto, que realza los valores de la escuela inclusiva «para lograr una sociedad sin exclusión, en equidad y sin barreras».