Francina Armengol, este jueves dureanta la inauguración de la planta de triaje de Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha asistido este jueves a la inauguración del área ambiental de Ca na Putxa, en Santa Eulària, que permitirá incrementar el reciclaje hasta el 50 por ciento del total de los residuos generados.

Según ha informado el Ejecutivo balear, la inauguración de la nueva planta de selección supondrá un cambio «sustancial» en la gestión de residuos.

La presidenta ha destacado durante el acto el paso adelante que supone la puesta en marcha de esta planta para dar «respuesta a las necesidades de los vecinos y cumplir las normativas y recomendaciones europeas, estatales y autonómicas en gestión de residuos».

Así, Armengol ha reivindicado que, aunque «el mejor residuo es el que no se produce», era «una asignatura pendiente para Ibiza y Formentera poder tratar adecuadamente los que se producen». Además, ha recordado el compromiso del Govern con la sostenibilidad y, por lo tanto, «se involucrará en todas las políticas de sostenibilidad ambiental que se lleven a cabo en las Islas».

La presidenta ha asegurado que el Govern «colaborará con la financiación de la nueva planta siempre que haya una propuesta concreta por parte del Consell». Así, ha avanzado que el Ejecutivo autonómico presentará el proyecto a los fondos europeos de resiliencia por su apuesta tecnológica, de fomento de la economía circular y de eficiencia energética.

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SOBRE LA NUEVA PLANTA

El Govern ha explicado que la entrada en funcionamiento de la planta de selección ha permitido poner en marcha en la zona del vertedero de Can na Putxa una completa área de gestión de residuos que dará respuesta a las necesidades de la isla de Ibiza y permitirá adecuarse a la normativa actual sobre gestión de residuos.

La nueva planta está totalmente automatizada y gestionada a través de inteligencia artificial que reconoce la forma y naturaleza de cada objeto y fragmento aunque, al final del procedimiento, un grupo de empleados acabará comprobando el proceso.

Asimismo, acogerá y tratará los lodos provenientes de las desaladoras de la Isla y, a través de la biometanización, convertirá los residuos orgánicos en energía eléctrica para la planta.

Esta nueva infraestructura permitirá un incremento de las cifras de reciclaje en la Isla, que pasará a reciclar un 50 por ciento de los residuos que se generan. Además, permitirá reducir el espacio del vertedero puesto que se prevé que la entrada en funcionamiento de la planta suponga un descenso de un 50 por ciento de los residuos que en él se depositan.

La instalación es un complejo de 50.000 metros cuadrados con una superficie cubierta de 30.000 metros cuadrados.