«Hay que perder el miedo a bailar porque solo se trata de querer disfrutar»

— ¿En qué consistirá el taller que va a impartir hoy en este Ibiza Wellness Weekend?
—Como, al igual que en el resto del evento, se trata de poner en común actividades que buscan potenciar el bienestar en todos los niveles, desde el mental al espiritual, físico o emocional. Habrá todo tipo de profesionales, cada uno en su sector, y yo trataré de cómo se puede conseguir bienestar a través de la danza y el baile.

— Y esto, ¿cómo se puede conseguir?
—Realmente es más fácil de lo que nos pensamos porque todo el mundo cuando baila ya tiene sensación de bienestar y felicidad. La danza tiene una serie de cualidades que te ayudan no solo a nivel físico sino también a nivel emocional y mental.

— Además de bailarina profesional, usted también trabaja con niños. ¿Qué les puede aportar el baile en edades tan tempranas?
—Muchísimas cosas. Por ejemplo, les ayuda a aprender a sociabilizarse que, en los tiempos que corren, cuando se está tanto tiempo enganchado al móvil o a las tablets, es algo muy importante. También les ayuda a mantener una disciplina y un orden, lo que puede ser muy importante para cuando sean más mayores. Y a nivel meramente físico consiguen una serie de mecanismos para mejorar su coordinación y para entender cómo y por qué se mueve su cuerpo. También les aporta plasticidad, musicalidad, coordinación...Son todo ventajas.

— También da clases a mujeres para mejorar su empoderamiento. ¿Esto en qué consiste?
—En intentar que las mujeres desarrollen su amor propio y su autoestima a través de la danza y partiendo desde la sensualidad, que no tiene nada que ver con la sexualidad. Intento ayudarlas a que se acepten como son, a que se quieran y que se gusten delante de un espejo y delante de otras personas. Fundamentalmente a que se sientan seguras a través del baile, la música o determinados movimientos corporales.

— Durante su carrera ha trabajado en televisión, vídeos, musicales y con algunos de los cantantes más destacados del mundo. ¿Qué ha aprendido de todo lo que lleva hecho hasta ahora?
—Muchas cosas. Empecé muy joven y arriesgué muchísimo por conseguir dedicarme a mi pasión hasta el punto que lo aposté todo, llegando a recorrer el mundo entero por conseguir un sueño. A lo largo de estos años, he tenido la suerte de conocer a mucha gente importante en el mundo de la música y el baile y de todos ellos he aprendido la manera en cómo gestionan las situaciones que tienen a su alrededor. Cómo hacen para superar esa presión escénica que tienen como artistas y como personas al tener que actuar delante de tanta gente sabiendo que no puede fallarles.

— ¿Eso en televisión cambia?
—Es muy diferente, pero también apasionante. Cuando actúas detrás de una cámara tienes que centrar todo tu esfuerzo en conseguir que tu energía traspase la cámara y la pantalla para transmitir algo positivo y bonito. Es duro pero cuando se consigue no hay nada más gratificante y maravilloso que alguien que te ha visto por la televisión te lo reconozca. No creo que se pueda generar una energía tan bonita como esa con nada.

— Hay mucha gente que tiene miedo a al baile. ¿Qué les diría?
—Que se lancen. Que se atrevan y pierdan el miedo porque bailar es para todos y para todas, sin importar la edad ni la condición física. Simplemente se trata de querer disfrutar y dejar que la energía fluya porque la coordinación y las coreografías ya vendrán después. Y te digo una cosa, una vez que se da el paso se entra en un camino maravilloso en el que se conecta con gente de una manera que no se puede describir. Y esto es lo más bonito de esta profesión.