José Antonio Roselló, vicepresidente de la patronal empresarial CAEB en las Pitiusas

La crisis está durando más de lo esperado y en las Pitiusas la gravedad de la situación se está agudizando. Si las pequeñas y medianas empresas de Ibiza y Formentera no reciben ayudas directas del Estado para afrontar la quiebra de ingresos que están sufriendo, es muy posible que asistamos a partir de ahora a una progresiva y preocupante mortandad empresarial de la que será muy difícil salir. Este es el mensaje que transmitió el vicepresidente de la patronal CAEB en las Pitiusas, José Antonio Roselló, a los representantes del Govern balear, patronales y sindicatos que se reunieron el jueves en el Consell d’Eivissa, poco antes de la presentación de los presupuestos que el Govern destinará a la isla para 2021.


Roselló obtuvo el respaldo de los asistentes a su propuesta, que pasa por establecer un sistema de subvenciones o transferencias corrientes de explotación para cubrir al menos una parte de los gastos operativos de las empresas. «Las pequeñas empresas necesitan un respaldo de liquidez. La gente no puede aguantar mucho tiempo esta situación. Hay que dar un paso más y establecer estas ayudas inmediatas del Estado», expresó el presidente de los empresarios, que reveló la «gran preocupación» que está viviendo el mundo financiero y bursátil por la pérdida progresiva de tejido empresarial, con la consecuente caída de la base fiscal.


Las ayudas que reclama la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), en las que se debe implicar tanto el Gobierno central como el balear, se establecerían través de un acuerdo de la Mesa de Diálogo Social y serían complementarias con las diversas subvenciones autonómicas o locales a las que pueden acceder empresas y autónomos. En este sentido, Roselló destacó que el presupuesto del Govern para Ibiza está centrado en sanidad y educación y las ayudas a las empresas «quedan muy difuminadas» con una partida de 81,7 millones de euros sobre un presupuesto de más de 4.000 millones para 2021.


El último informe de coyuntura económica presentado por la CAEB esta misma semana pone de manifiesto que el tránsito hacia la nueva normalidad será más lento de lo esperado, lo que perjudicará especialmente a Ibiza y Formentera, que sufren la mayor caída trimestral del PIB, con un descenso del 34%, por encima del 29,5 de Mallorca o del 29,2 de Menorca.

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«El Estado ha actuado para salvar las rentas de los trabajadores pero ha habido una parte que se ha abordado de forma insuficiente, que es la liquidez empresarial, y ahora el Gobierno se ha dado cuenta de ello y ya ha establecido una moratoria para la devolución de los créditos ICO, es decir, se están dando cuenta de que la crisis está durando más de lo previsto», según Roselló. El portavoz de gran la patronal reconoció que los apoyos a través de créditos oficiales solo los han podido obtener «las empresas con músculo financiero porque generan más confianza en los baremos bancarios».


«Estamos viendo que muchas empresas están teniendo muchas dificultades para aguantar en ámbitos como la restauración o el comercio, y también compañías grandes como TUI o Air Europa, pero las pequeñas están viviendo una situación dramática para poder aguantar, y si no hacemos nada excepcional van a caer muchas cuando terminen los ERTE. Si caen, tendrán muy difícil la recuperación, pero sobre todo estaremos perdiendo la base fiscal, porque una empresa que muere deja de pagar impuestos y tiene muy difícil resurgir», añade.


Alemania y Mario Draghi
«Al principio no era muy partidario, como economista liberal, de la concesión directa de ayudas del Estado porque creo que una economía subsidiada no va muy lejos. Puede haber incentivos pero no que se regalen las cosas. Pero ahora empiezo a ver que es necesario este sistema de ayudas directas, como ya están haciendo otros países como Alemania, para que las empresas puedan sobrevivir y llegar a tiempo al momento en que se inicie la temporada turística, independientemente de que sabemos que no todo el mundo estará vacunado para entonces», explica este economista ibicenco.


La propuesta de la CAEB se basa en los argumentos que el presidente del Banco Central Europeo desde 2011 hasta 2019, Mario Draghi, ya expuso el 25 de marzo, al inicio de la pandemia, en un artículo en el Financial Times, donde dijo que los Estados tienen que proteger a los ciudadanos y a la economía en situaciones de emergencia nacional, cuando surgen shocks de los cuales las empresas no son responsables. Draghi, cuyos planteamientos han ido asumiendo los bancos centrales de cada país, ya hablaba de la aplicación de los ERTE, la postergación de impuestos y, sobre todo, el respaldo de liquidez, que es la clave para las empresas, según Roselló.


Este es el caso de Alemania, que, ante los cierres de negocios y restaurantes, por ejemplo, les ha concedido subvenciones que van del 60 al 80% de su facturación durante un tiempo: «Draghi dijo que la pérdida de ingresos del sector privado debe ser asumida en los balances del Gobierno porque es una crisis nacional», recalca José Antonio Roselló, que resume que «lo más importante es que nuestras empresas aguanten hasta que se inicie la temporada, por lo que estas ayudas serían una medida temporal, de emergencia, para sectores de hostelería que son los que están más afectados, porque las instituciones locales están haciendo esfuerzos, hay que reconocerlo, pero son insuficientes para que las empresas puedan cubrir sus gastos operativos».