La nave de Carritos Solidarios en Sa Coma almacena productos de todo tipo para las personas más necesitadas de la isla de Ibiza. | Marcelo Sastre

Marcos Martín seguramente vivirá una de las Navidades más especiales de su vida gracias al éxito que está teniendo su iniciativa Carritos Solidarios. Y es que desde que decidió ponerla en marcha «en el minuto uno del confinamiento», allá por el mes de marzo, en un supermercado situado al lado de su casa, han conseguido implantar una red que recoge cerca de 12 toneladas de alimentos a la semana para las personas más necesitadas de la isla. En total, en estos meses, más de 300 toneladas.

Además, lo mejor para él y todos los que le ayudan en esta campaña, es que no paran de sumarse entidades privadas, personas particulares y organizaciones de todo tipo.

«Estamos haciendo lo mismo que empezamos a hacer en el mes de marzo con la única diferencia de que ahora todo el mundo quiere echarnos una mano, depositando su total confianza en nosotros al haberse dado cuenta que nosotros en estos meses, ya hemos descubierto todas las grietas del árbol que tenemos delante», aseguró ayer a Periódico de Ibiza y Formentera el impulsor de la iniciativa, Marcos Martín.

En este sentido, lo que empezó con dos pequeños carros para dejar y recoger alimentos se ha convertido en un movimiento mucho más amplio que ha acabado involucrando a toda la sociedad de la isla. De hecho, según confirmó Martín actualmente se han puesto en marcha de forma simultánea quince eventos que tienen como fin ayudar a Carritos Solidarios.

«Minutos antes de que tu me llamaras para la entrevista estaba hablando con una chica de un grupo de música que quería saber como ayudar y hace apenas unos días desde una empresa se puso en contacto con nosotros para saber cómo tenían que hacer para invertir con nosotros el dinero que todos los años se gastan en cestas de Navidad», explicó el impulsor de la idea con una gran sonrisa.

Por ello Martín quiso agradecer el esfuerzo que han estado haciendo durante estos meses personas de todas las edades y partes de la isla y también el compromiso de algunas cadenas importantes de supermercados. «Por ejemplo, nunca podremos agradecer lo bastante el trabajo que se está llevando a cabo desde Spar, quien dió instrucciones directas a sus empleados para que cuando uno de los carritos estuviera vacío lo rellenaran inmediatamente con productos que ellos mismos pagaban».

En pleno confinamiento
La idea la impulsó Marcos Martín en marzo basada en una idea que le rondaba la cabeza desde hace tiempo e inmediatamente fue todo un éxito. «Siempre he tenido muy claro que la gente se lo piensa dos veces antes de dar dinero a quien se lo pide por la calle pero en cambio somos mucho más solidarios a la hora de comprar un cartón de leche, una barra de pan o un paquete de macarrones para los más necesitados y si a eso le unimos que con nuestra idea los alimentos los puedes dejar de forma anónima y fácilmente en un carrito de un supermercado sin tener que desplazarte, creo, humildemente, que encontramos la fórmula perfecta».

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La primera aportación fue la que hizo Martín con los 200 euros que recaudó después de que un grupo de amigos pusieran 15 euros cada uno a través de un grupo de chat. «Fue increíble porque cuando hice la primera compra y puse las dos primeras cajas, una para que la gente dejara lo que considerara y otra para que se cogiera lo que se necesitara, casi sin que me diera tiempo a salir del supermercado ya vi como esta caja estaba ya medio vacía».

Rápidamente Marcos Martín decidió dar un paso más y creo una red de carritos solidarios que llegó a involucrar a un equipo de tres personas y más de 70 supermercados de la isla. «Puse un mapa de la isla en el salón de mi casa y contacté con 70 supermercados para instalar en cada uno de ellos un carrito con un número que a su vez estaban monitorizados a través de una página web para que, diariamente, tras comprobarse que estaban llenos, la gente que lo necesitara pudiera acceder a coger alimentos al que tuviera más cerca de su casa».

Frenazo y colaboración
Sin embargo, el crecimiento de la idea también originó una serie de problemas que obligaron a Marcos Martín y su equipo a replantarse la situación.

Afortunadamente, tras llamar a algunas puertas, rápidamente otras empresas y administraciones como el Consell d’Eivissa se pusieron en contacto con él para ver como podían ayudar. El resultado fue, entre otras cosas, que la máxima institución insular cediera a Carritos Solidarios un almacén en Sa Coma donde actualmente guardan todos los alimentos que reciben y al que pueden ir todas aquellas personas y asociaciones que lo necesiten. «Creo que nos ha ayudado bastante ser un proyecto cien por cien transparente y también muy cercano geográficamente, ya que todo lo que se consigue se queda íntegramente en Ibiza para ayudar a la gente que vive en la isla, y al final, quien más o el que menos, tiene a alguien cerca que lo está pasando realmente mal».

Además, Carritos Solidarios también está generando una importante red de voluntariado. Fue, gracias a Eroski, quien les puso como requisito el tener un voluntario junto a cada carrito, y tras unirse con Voluntaris d’Eivissa, en un abrir y cerrar de ojos se encontraron con 624 personas echando una mano en los 13 supermercados Eroski que participan.

Campaña ‘Ningún niño sin juguetes en Ibiza’

De forma paralela a la recogida de alimentos, desde Carritos Solidarios se ha impulsado otra campaña de Navidad que han bautizado ‘Ningún niño sin juguetes en Ibiza’. Se trata de intentar recopilar el mayor número de juguetes posibles desde el 27 de noviembre y hasta el 19 de diciembre.

Solo se aceptan juguetes nuevos y se pueden entregar en Juguetería Eivitoys, Jugueteria Al·lots Toy Planet, Juguetes Maracanitos, el Colegio Sa Real, la Ferreteria Tubagua y Cash Loto de Ibiza; Jugueteria Al·lots Toy Planet, Cash Loto y el Ayuntamiento de Sant Antoni; Jugueteria Al·lots Toy Planet y el Ayuntamiento de Santa Eulària; la Librería Juguerería Eloy Serrano de Sant Josep y el local de Ibiza Personal Trainers del pueblo de Sant Jordi.