Operarios de Aqualia trabajan en la reparación de una tubería de la red de distribución de agua. | ARCHIVO

La Alianza por el Agua exige a los ayuntamientos de Ibiza que reduzcan las pérdidas en las redes de abastecimiento. En un comunicado, señalaron, ayer, que en las redes municipales de Ibiza el volumen de agua no registrada alcanzó un 28 por ciento según datos recogidos por la entidad en 2019.

Se trata de una cifra «inadmisible» a nivel medioambiental y que está por encima del límite legal establecido en el Plan Hidrológico de las Islas Baleares que fija este límite en un 25 por ciento del volumen de agua suministrada para 2021 y en un 17 por ciento para el año 2027.

Los municipios que superan este volumen de aguas no registradas son Sant Josep y Santa Eulària, con pérdidas del 40 y del 29 por ciento, respectivamente. El resto de municipios cumplirían los requerimientos del Plan Hidrológico pero con pérdidas por encima del 17 por ciento.

La Alianza por el Agua recordó que en 2019 promovió el Pacto por el Agua de Ibiza por el cual todos los partidos políticos se comprometieron a desarrollar a lo largo de esta legislatura 20 medidas básicas para mejorar la situación en Ibiza.

Dentro de estas medidas se recomendaba «continuar con las actuaciones de mejora y control de la red de suministro para que todos los municipios alcancen porcentajes de pérdidas inferiores al 20 por ciento».

Por ello, la Alianza volvió a poner de manifiesto la necesidad de invertir en mejorar la red y poner a disposición las técnicas necesarias para evitar el despilfarro de agua en fugas.
La asociación reiteró además la importancia de trazar un protocolo para que las pérdidas municipales alcancen lo establecido en el plan o, en caso contrario, se tomen las medidas necesarias.

Además, desde la Alianza insistieron en impulsar la instalación de sistemas de telecontrol. Por todo ello, instaron a los ayuntamientos a invertir en la mejora y modernización de las redes de distribución para reducir las pérdidas.

«Es inasumible medioambientalmente que un bien tan preciado como el agua sea derrochado y, más aún, teniendo en cuenta que gran parte del abastecimiento en la isla de Ibiza se da con agua desalada, que tiene un alto coste económico y ambiental. Se deben poner todos los medios posibles técnica y económicamente para que el desperdicio sea mínimo», concluyeron.