El célebre dj británico Carl Cox, de espaldas, protagonizó la fiesta de clausura de Space en octubre de 2016. | Victor Moreno "Vitorino"

Fiesta Hotels & Resorts, perteneciente al Grupo de Empresas Matutes (GEM), ha interpuesto una querella por estafa en el Juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza contra el ex director de la discoteca Space, Pepe Roselló, a quien reclama cerca de dos millones de euros.

Según el contrato que suscribieron ambas partes, ésta sería la cantidad que supuestamente dejó de abonar Roselló durante los años 2015 y 2016, correspondiente a la liquidación de las dos últimas temporadas en las que el querellado, por entonces socio comercial de Abel Matutes, dirigió el célebre club de Platja d’en Bossa, que posteriormente fue reabierto con el nombre de Hï en el mismo inmueble, propiedad de la familia Matutes.

Según la información a la que ha tenido acceso este periódico, la disparidad de criterios en la liquidación del club llevó al grupo Matutes a encargar en 2019 una auditoría externa a la compañía Deloitte, que ha realizado un informe pericial de las cuentas de Space durante esos dos años, el cual habría desvelado distintas irregularidades en la gestión económica por parte de Roselló y una detracción de fondos por un montante muy cercano a dos millones de euros.

La auditoría advierte que Roselló habría inflado los gastos de explotación de la discoteca, a los que habría añadido distintos gastos personales, entre otras anomalías. El Grupo de Empresas Matutes, que ayer declinó realizar cualquier tipo de valoración sobre el caso, ha aportado, por su parte, en el juzgado diversa documentación que demostraría igualmente que el ex empresario de Sant Antoni se habría servido de artimañas contables en beneficio propio.

En 1989, Abel Matutes Juan y Pepe Roselló Prats se asociaron para la explotación de Space, estableciendo un contrato con una serie de condiciones sobre el arrendamiento y el reparto de los beneficios, sujetos a una parte fija y otra variable. Al parecer, Roselló incumplió en 2015 y 2016, cuando cerró el club, algunas cláusulas del citado contrato y dejó de pagar casi dos millones de euros correspondientes a la parte variable del mismo, un movimiento que ahora ha sido detectado por la auditoría y que constituye el objeto de la querella en curso.

Ambos empresarios mantienen una pugna desde el cierre de Space, a principios de octubre del 16, cuando la cadena hotelera se negó a renovarle el contrato a Roselló, quien ha eludido las llamadas de este periódico para conocer su versión.

Roselló devolvió las llaves de la sala el 31 de diciembre de aquel año, no cuando cerró en octubre, lo que asimismo motivó el malestar de Matutes, que hubo de retrasar las obras del futuro Hï. Desde entonces, el ex director de Space, que fue pionero en la industria del ocio nocturno, ha iniciado «una cruzada» contra Matutes, según opinan algunos empresarios del sector, aunque ahora deberá enfrentarse a esta querella millonaria cuya tramitación se ha visto demorada por diversas causas.