La iglesia del Puig de Missa acogió ayer la misa solemne de Navidad, presidida por su párroco y administrador diocesano de Ibiza y Formentera, Vicent Ribas.

Los niños de la parroquia acudieron a esta celebración solemne vestidos de pastores, ángeles y dos de ellos de Virgen María y San José para la interpretación de un belén viviente del que pudieron disfrutar sus familias y los feligreses.

La iglesia se llenó, dentro de lo que permite la normativa sanitaria actual, por esta solemnidad. De hecho, algunas personas siguieron la misa desde fuera.

La celebración estuvo acompañada de villancicos y salmos a cargo del coro de la parroquia.

Debido también a las restricciones sanitarias, este año no se pudo celebrar la tradicional adoración al niño Jesús y sencillamente los feligreses hicieron una adoración contemplativa desde los bancos. Alrededor de la figura de Jesús se dispusieron pastores, ángeles, María y José, recordando el pesebre en el que nació Jesucristo.