Vila es el único municipio que pierde población. | DANIEL ESPINOSA

La pandemia de la COVID-19 económicamente se ha notado en Ibiza más que en cualquier otro punto de España. Así lo reflejaron los datos del paro que se fueron publicando durante los meses más duros. En una isla que ve cómo su población aumenta de manera espectacular durante el verano, este año también fue una excepción. Hubo menos gente, pero la población siguió creciendo como viene haciendo durante los últimos lustros.

Los padrones de los municipios de la isla reflejan este crecimiento en los datos recogidos durante estos meses. De hecho, el único municipio que confirmó una pérdida de población es Vila. El mayor de los núcleos urbanos de la isla, a datos del 16 de diciembre, registraba una pérdida de 253 habitantes, que contrastan con los 1.417 que había ganado en 2019.

Las bajas entre los dos años se mantienen estables ya que este 2020 se habían registrado 3.943 por las 3.917 que se hizo a misma fecha del año pasado. El notable cambio se produce en el número de empadronamientos, pasando de los 5.404 (2.850 hombres y 2.554 mujeres) que se contabilizaron en 2019 a las 3.690 (1.956 hombres y 1.734 mujeres) altas de este año.

En contraste con Vila, el resto de los municipios de la isla registran unas cifras muy similares a las de los años anteriores. Sí es cierto que reconocen que en los meses del estado de alarma, por razones obvias, apenas hubo movimientos en los padrones ya que la gente estaba confinada.

Entre los meses de junio y octubre, Santa Eulària ha tenido unos datos similares a los que registró en 2018 y 2019. El municipio de la Villa del Río registró en ese periodo de tiempo 2.061 altas y 975 bajas, lo que se traduce en un importante aumento de población que sigue la línea de los años anteriores. En 2018, durante el mismo periodo de tiempo, se contabilizaron 1.602 altas por 811 bajas; mientras que en 2019 fueron 1.739 altas por 870 bajas.

Así pues, con estos datos, se ve que la tendencia sigue siendo la misma y que el número de altas sigue creciendo. El mes con mayor actividad, al igual que los años anteriores, fue julio con 484 nuevos empadronamientos.

Al mes de octubre, Sant Josep llegó con 837 habitantes más que el año pasado. El municipio josepí mantuvo una línea similar a la de los años anteriores y volverá a ver crecer su población. Desde el Ayuntamiento señalaron que, evidentemente, se notaron los meses del estado de alarma y que mucha gente no pudo venir a trabajar, pero insistieron que los datos finales se corresponden con la tendencia habitual de los últimos años.

Desgranando los datos, en el capítulo de altas, a esa fecha, se habían dado 164 por nacimiento, 616 por omisión y 1.650 por traslados, que suman 2.430 inscripciones en el registro. Por contra, se contabilizaron 1593 bajas, de las que 99 fueron por defunción, 1.491 por traslado y tres por estar duplicadas.

Por último, desde Sant Joan solo facilitaron el número de altas que se produjeron hasta noviembre en el municipio. Los datos son muy similares a los de 2019, ya que este año se inscribieron 664 personas en el registro, mientras que a noviembre del año pasado la cifra era de 675 altas. Desde el Consistorio destacaron que en los meses de febrero, marzo y abril, que coincide con el confinamiento, las altas fueron escasas en relación con los mismos meses del año 2019. Pero que la tendencia se corrigió en los meses de verano. Por ejemplo, las altas de julio fueron el doble que las de 2019, y en agosto, septiembre y octubre también fueron un poco superiores.

Caso curioso
Los datos de Sant Antoni llaman la atención ya que en entre junio y noviembre este año se han producido más altas que bajas, mientras que en los dos anteriores fue al revés. En estos seis meses de 2020, el padrón portmanyí registró 1.035 altas (774 provenientes de España y 261 del extranjero) y 816 bajas (788 destino a España y 28 al extranjero). Es decir, que aumentó la población en este periodo, algo que no había pasado en los dos años anteriores en este mismo periodo de tiempo. En 2019, fueron 560 altas por las 766 bajas registradas, y en 2018, 455 altas por 650 bajas.

Así pues, es llamativo que en este año de pandemia, las altas en Sant Antoni se hayan prácticamente duplicado en el periodo de tiempo que comprende entre el 1 de junio y el 30 de noviembre.

Aumentan las matrículas en los colegios privados

Una de las características propias de este año de crisis en la isla de Ibiza es el establecimiento de familias extranjeras que tenían su segunda residencia en la isla. Muchas personas, teniendo la opción de teletrabajar, han decidido quedarse en la isla y matricular a sus hijos en los colegios privados que ofertan una educación extranjera. Tanto en el Liceo Francés como en el Morna International College el número de matrículas ha aumentado en este año. Sus directores reconocen que esto es, en gran medida, por familias extranjeras que han dedicido mudarse a la isla en estos tiempos de pandemia.