Motivos por los que se restringen a los minoristas los CFDs sobre monedas.

La inversión en bolsa, monedas, acciones, mercados internacionales, en resumen hacer trading, se ha convertido en los últimos meses en una de las mejores opciones para los ahorradores a la hora de intentar hacer crecer su patrimonio. En un entorno económico en el que la oferta de ahorro tradicional está bajo mínimos (depósitos a plazo fijo sin rentabilidad, letras de tesoro con índices negativos,...) este tipo de inversión es, a día de hoy, prácticamente la única posibilidad que existe a la hora de incrementar el patrimonio de los inversores.

Debido a la proliferación de plataformas online de trading que actúan como intermediarios, este tipo de inversión ya no está sólo reservada para los grandes inversores y las grandes fortunas. Ahora, cualquier ahorrador puede dedicar parte de su dinero a este tipo de inversión. Sin embargo, el pequeño inversionista debe ser consciente de que colocar el dinero en ese tipo de inversiones tiene un alto nivel de riesgo.

Sobre todo si hablamos de los denominados comercialización de contratos por diferencias (CFDs). Este tipo de operación hace referencia a “un instrumento de inversión derivado al contado, generalmente sin vencimiento, que permite realizar operaciones sobre los movimientos de los precios sin poseer el activo subyacente”, según se explica en la web de un conocido banco que opera en este tipo de mercados.

Estos productos son de una enorme complejidad tal y como lo puso de manifiesto la Unión Europeo en 2019 al hacer público un análisis en el que se mostraba que entre el 74% y el 89% de las cuentas de inversores particulares "pierden dinero con sus inversiones". En concreto, el estudio concretaba que las pérdidas oscilan de 1.600 a 29.000 euros.

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Tal nivel de riesgo llevó a los diferentes gobiernos de todo el mundo a tomar algunas medidas para evitar poner en peligro el patrimonio de los pequeños inversores. Uno de los países más tajantes, que ha día de hoy ya no forma parte de la Unión Europea, fue UK, ya que fue en 2020 cuando Reino Unido decide prohibir los CFDs sobre monedas.

La Autoridad de Conducta Financiera (FCA por sus siglas en inglés) de UK arguyó entre los motivos para prohibir este tipo de inversiones en su territorio que las criptomonedas no tienen una base confiable para su valoración, por lo que tenían una volatilidad extrema y, además, este tipo de producto es desconocido por los consumidores.

España, y la UE, sí que permiten la inversión

La Unión Europea, como hemos visto más arriba, también identificó algunos de los peligros que tiene la inversión de CFDs en criptomonedas pero, al contrario que UK, no ha ido tan lejos y se ha limitado a poner una serie de limitaciones.

En concreto, tal y como se pudo leer en el análisis de la UE sobre los CFDs, las restricciones introducidas incluyen límites en el apalancamiento de las posiciones abiertas (de 30:1 para los principales pares de divisas; de 10:1 en el caso de 'commodities' distintas del oro; 5:1 para valores individuales y 2:1 en el caso de criptomonedas).

En el caso concreto de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores también ha advertido de la peligrosidad de estos productos y advierte a los consumidores de que las entidades que los comercialicen deben estar autorizadas por la propia CNMV para prestar servicios de inversión. Además, incluso, el regulador también obliga a que estas entidades hagan un test de idoneidad para invertir en ellos.