Joan Ribas Serra y Eulària Juan Tur, en una imagen de hace tres años en el interior del negocio que fundaron.

El fundador y propietario de Almacenes Aragón, Joan Ribas Serra, natural de Sant Rafel, falleció el viernes en el hospital Can Misses a la edad de 85 años. Jubilado pero siempre pendiente del negocio y de su club, el Sant Rafel, del que era vicepresidente, fundó la empresa en 1973 y desde entonces ha sido un referente en el sector del mobiliario y los regalos. «Era un gran emprendedor, un gran luchador, muy buena persona y mejor padre. La gente le quería mucho». Así le describió ayer su hijo, Joan, que junto a su hermana, Fina, llevan actualmente las riendas de este negocio de la calle Aragón, que fue pionero en la isla.

«En aquellos años solo había dos o tres tiendas de regalos en Ibiza», relataba hace tres años en una entrevista a este periódico en la que repasaba cómo fue evolucionando la empresa en el sector de los muebles, el menaje de cocina y los regalos y cómo ha ido sorteando con éxito las distintas crisis, la competencia de las franquicias y las ventas por internet. Era el alma de una empresa familiar que da empleo a 24 personas a las que trataba como miembros de su familia. De hecho, algunas dependientas llevan 40 años en la casa.

«Es la noticia más triste que podríamos dar. Nos deja un vacío irreemplazable, pero a la vez lleno de amor y experiencias vividas. Gràcies per tot, estimat! Te trobarem a faltar!». Éste fue el mensaje que colgó una de sus nietas en las redes sociales.

Desde el club de fútbol Sant Rafel también lamentaron ayer profundamente el fallecimiento de Joan Ribas, vicepresidente de la entidad. «Su trabajo y su energía serán siempre recordados en el fútbol de Ibiza», expresaron a través de redes sociales: «Nuestras condolencias a su familia, amigos y a todos los miembros de nuestro club».

Joan Ribas deja esposa (Eulària Juan Tur), dos hijos, cuatro nietos y un bisnieto. Su despedida tendrá lugar en el tanatorio de Pompas Fúnebres mañana lunes, de 11.00 horas a 15.15 horas. Posteriormente, a las 16.00 horas, se oficiará el funeral en la iglesia de Santa Cruz, muy cerca del negocio que este carpintero fundó hace 48 años en una zona de Ibiza que entonces se consideraba que estaba muy alejada del centro.

El secreto de esta empresa familiar, como revelaba en aquella entrevista, «es que nos ayudamos unos a otros, porque normalmente te abres más a un familiar que a un abogado, por ejemplo. Los de fuera te dan consejos, según lo que han estudiado, pero no porque haya una persona con carrera y 50 títulos quiere decir que sea mejor que otra persona que lleve diez años trabajando dentro de la empresa».