Las conselleras de Presidencia y de Salud del Govern y el presidente del Consell d’Eivissacomparecieron ante los medios tras la reunión semipresencial con alcaldes de la isla y agentes sociales. | Marcelo Sastre

«No nos da tregua la situación de las residencias» en Ibiza, se lamentó ayer en rueda de prensa la consellera balear de Salud, Patricia Gómez. En la isla hay 19 residentes y 21 profesionales del ámbito sociosanitario que han dado positivo en cinco residencias. La consellera recordó que ya se ha administrado la primera dosis de la vacuna en todas las residencias, pero que la inmunidad ante la COVID-19 no se produce hasta que no se recibe la segunda dosis. En el caso de Cas Serres, donde se vacunó el 8 de enero, ahora hay cuatro residentes y nueve trabajadores contagiados, en el centro de mayores Can Blai, donde se aplicaron las vacunas el 5 de enero, hay un brote de un usuario y cuatro trabajadores positivos y en Sa Residència, intervenida por el Govern balear, hay cinco usuarios y un trabajador contagiado, centro donde se vacunó el 11 de enero.

También en la residencia para personas con discapacidad Can Raspalls hay cuatro usuarios y cinco profesionales positivos, mientras en Can Putxet, la residencia de la asociación para personas con discapacidad Amadiba, hay un nuevo brote de cinco residentes positivos. En este centro se vacunó el 15 de enero. Gómez expresó su confianza en que la situación mejore «a lo largo del mes que viene de manera notable», cuando se lleve a cabo la administración de la segunda dosis a los residentes, algo que indicó que se hará a aquellos que no padezcan la enfermedad independientemente de que existan todavía casos en el centro en el que se encuentren.

Según las previsiones, la semana que viene empezará la administración de la segunda dosis en la residencia Sa Serra, el lunes 25; el 26 será Can Blai, el 28 en la residencia Reina Sofía, el 29 en Cas Serres y el 1 de febrero en Sa Residencia. De este modo se cumplirá con el plazo de 21 días entre la primera y la segunda dosis.

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Estrategia de vacunación
Por otra parte, Gómez indicó ayer que el Govern ha solicitado al Ministerio de Sanidad que Baleares cuente con una estrategia propia de vacunación. La consellera aseguró que la comunidad autónoma está preparada para poner en marcha una campaña de «vacunación masiva» cuando exista disponibilidad de dosis suficiente. «No se vacuna porque no llegan las vacunas. La producción es limitada», señaló. «Esperamos que cuando haya vacunas suficientes, se pueda también tener en cuenta que no todas las comunidades autónomas han sufrido igual a nivel económico y que el producto interior bruto de esta comunidad autónoma ha bajado mucho y para seguir aportando al Estado necesitamos una vacunación muy rápida, si es posible antes del verano», indicó Gómez.

Informó de que en estos momentos han llegado las vacunas previstas, pero quiso matizar que «siempre con un cierto retraso». Según indicaron desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera, en las Pitiusas se han administrado por el momento 2.425 dosis de la vacuna, 952 en residencias y 1.425 a profesionales sanitarios.

Gómez apuntó que en estas primeras fases, en las que se ha vacunado a los usuarios y trabajadores de residencias y trabajadores de la sanidad, las Baleares han recibido menos dosis que otras comunidades por tener un número inferior de personas en ambos colectivos.

Respecto a la posible estrategia propia de Baleares, apuntó que la aprobación de la vacuna de Oxford-AstraZeneca, de producción más sencilla, podría implicar una llegada mayor de dosis que permitiese flexibilizar el orden de grupos. «La vacuna de AstraZeneca se ha hecho con una muestra de población que incluye a pocas personas mayores de 55 años, por lo que es previsible que esta vacuna se decida utilizar para población general. Podría suceder que se iniciase la vacunación de la población general sin haber vacunado a todos los colectivos más vulnerables», explicó. Por su parte, el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, insistió en la necesidad de acelerar el proceso de vacunación porque preocupa que no pueda existir una alta inmunidad entre los ciudadanos para comenzar la temporada turística.