Momento de la intervención del alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, y el experto, Javier Arranz, ayer a través de los canales oficiales del Ayuntamiento. | Toni Planells

Ayer el alcalde de Vila, Rafa Ruiz respondió junto al portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas de Baleares, Javier Arranz, a las preguntas sobre la enfermedad que el público pudo mandar previamente a infocovid@eivissa.es. Lo hicieron desde los canales en directo de Facebook y Youtube del Ayuntamiento de Vila durante una hora a partir de las 18h.

Fueron cerca de veinte preguntas, la mayoría destinadas al ‘Fernando Simón balear’ - tal como le definió el alcalde- las que los ciudadanos ibicencos hicieron llegar al correo que habilitó el ayuntamiento. Las preguntas dirigidas al alcalde giraron en torno a las ayudas, a los refuerzon de recursos humanos en bienestar social y sobre la presencia policial en el municipio para el control de las medidas. La primera pregunta que recibió el alcalde vino de la propietaria de una academia de idiomas de su ciudad, que trabajando con menos del 50% de alumnos le lanzaba una pregunta clara y directa: ¿Cual es la ayuda que está a nuestra disposición señor alcalde?. Ruiz expresó su solidaridad, respeto y admiración hacia los autónomos y pequeños empresarios.

También aseguró haber destinado más ayudas que núnca en la historia de su ayuntamiento, al igual que haber percibido menos tasas que núnca. Anunció de una previsión de 1,5 millones de euros en ayudas incluída en los presupuestos de 2021, cuyas bases se están redactando. Recordó las ayudas que se ofrecieron en 2020 de 1,2 millones de euros junto al Govern y Consell. El alcalde aseguró que las ayudas que ofrece a pequeños empresarios están por encima de la media nacional en proporción de población.

El alcalde puso el foco también en el precio desorbitado de los alquileres de los locales comerciales, haciendo un llamamiento a los propietarios para poner de su parte y reducir los alquileres a los negocios que no pueden abrir sus puertas. En este sentido habló de la legislación al respecto que se ha hecho a nivel nacional, que aunque le parece demasiado light, y de su preferencia por la que se ha diseñado en cataluña, dónde se obliga a cobrar el 50% del precio del local que ha debido cerrar. Anima al Govern a moverse en este sentido.

Habló también, ante las preguntas de los ciudadanos sobre las ayudas, de la disminución del 21% de tasa de basuras, así como de la eliminación de la tasa por ocupación de vía pública, o de los 500.000 € destinados a ayudas al alquiler.

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Ante la pregunta sobre el control policial, el alcalde apoyó a la policía local de su ciudad, que es la que más denuncias ha puesto en Baleares, a la vez que confió en que el civismo de los ciudadanos de Vila no obliga a tener a «un policía detrás de cada persona».

La mayoría de preguntas fueron dirigidas a Javier Arranz, y reflejaron las inquietudes que compartimos la mayoría de ciudadanos. «¿Por qué no se ha decretado en Ibiza un confinamiento total?» fue la primera de las preguntas. Arranz, en un tono que también le valdría la comparación con la que el alcalde le presentó, supo hacer el equilibrio necesario para explicar de manera didáctica que si bien un confinamiento total es lo más efectivo, las dificultades para salir de ese confinamiento si el contagio no es nulo son muy importantes. Tampoco se olvidó de las consecuencias en la economía y la salud mental que supone. «El confinamiento total es la última bala» aseguró el experto, comparando las medidas que otros países europeos están tomando.

El temor al contagio también se vió reflejado en las preguntas a Arranz, una de ellas hablaba de contagios de personas que habían tomado las medidas recomendadas. El portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas recordó que las medidas no garantizan al 100% que se pueda evitar el contagio, sin dejar de recomendar seguir haciendo uso correcto, insistió en lo de correcto, de mascarillas, gel y demás medidas de precaución. También admitió que ha habido un cambio en los tipos de contagio, que ahora se está dando más entre núcleos familiares y de trabajo. Dejó en el aire la sospecha de que se pueda deber a las nuevas variantes, como la británica. En este sentido, otra de las preguntas cuestionaba sobre la vacuna y las nuevas variantes, ante lo que el experto aseguró que la variante británica sí estaría cubierta por la vacuna de Pfizer. Sobre la variante brasileña no hay datos disponibles, mientras que la sudafricana, según Moderna, podría controlarse con una tercera dosis de su vacuna. La vacuna fue foco de varias preguntas que Arranz fue contestando una a una. La inmunidad de la población llegará cuando el 70 u 80% de la población esté vacunada, y esto depende de la disponibilidad de vacunas, no del personal. Aseguró ante otra pregunta al respecto que la inmunidad que ésta va a ofrecer se calcula en torno a unos 8 meses, a la espera de verificar. Como la de la gripe, apuntó.

En cuanto a los centros escolares, Arranz felicitó tanto al alumnado como al profesorado por su buen trabajo, y aseguró que los niveles inferiores a secundaria permanecerán abiertos, no pudo asegurar lo mismo respecto a niveles superiores, que presentan un riesgo superior.

Las preguntas también le dieron pié a explicar la necesidad de seguir los protocolos establecidos de 10 días de confinamiento a personas positivas, lo que significa específicamente un contacto estrecho a la hora de valorar el peligro de contagio, o que las parejas no convivientes sí pueden reunirse.

También tuvo que enfrentarse a la pregunta que más temía. Sobre el tiempo que queda de restricciones. Defendió la medida del cierre de la hostelería como una de las más efectivas, y anunció que éstas se prolongarán unas semanas más.