Uno de los bares en Vila cerrado por la crisis sanitaria.

El Consell de Govern extraordinario de las Islas Baleares decidió ayer la extensión del nivel 4 de alerta sanitaria para Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera ante la evolución de la pandemia de la COVID-19.

En rueda de prensa, la portavoz del Govern, Pilar Costa, concretó que, durante 15 días más, los bares, restaurantes, grandes superficies y gimnasios permanecerán cerrados.
Además, las reuniones estarán limitadas a un único grupo de convivencia, excepto en Menorca donde están permitidas para seis personas de dos núcleos convivientes diferentes.

Costa también recalcó que se han establecido refuerzos del nivel 4 en Formentera con medidas equiparadas a las ya existentes en Mallorca e Ibiza. Así, el sector de la restauración permanecerá cerrado y las reuniones sólo se permitirán para un núcleo de convivientes.

Estos niveles serán efectivos a partir de su publicación en el Boletín Oficial de les Illes Balears (BOIB), que tendrá lugar hoy sábado. Estarán vigentes hasta el próximo 13 de febrero.

Toque de queda
Asimismo, la portavoz del Govern explicó que la presidenta del Govern, Francina Armengol, ha firmado un decreto para mantener el toque de queda -desde las 22.00 hasta las 06.00 horas- en todas las Islas y las restricciones de movimiento de entrada y salida en Ibiza y Formentera.

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El acuerdo de este viernes tiene «una novedad», según Costa. Así, se prohíbe la pernoctación en la misma habitación de albergues, refugios, hospederías y establecimientos turísticos análogos a personas de unidades de convivencia diferentes.
Costa recordó la recomendación a los ciudadanos de estar en casa «antes de las ocho de la tarde» y la compra en los comercios «de manera individual o como máximo dos personas de la misma unidad de convivencia».

Flexibilizar las medidas
La portavoz pidió «el esfuerzo» a la ciudadanía para contener la evolución de la pandemia en Baleares y, de este modo, flexibilizar las medidas con «garantía de que la curva de contagios no vuelva a subir».

«Son medidas muy duras, muy contundentes y que suponen una limitación al desarrollo familiar», reconoció la portavoz del Ejecutivo balear, para después concluir: «Debemos mantener las medidas de protección para poder contener el virus».

La incidencia acumulada a 14 días en Formentera se ha disparado en las últimas semanas y alcanzó el 27 de enero los 1.205 casos por 100.000 habitantes. Del 6 al 14 de enero se han detectado 133 casos de covid-19 en la menor de las Pitiusas, con una positividad semanal en torno al 22 %.

Estas cifras se encuentran muy por encima del umbral de los 60 casos por 100.000 habitantes y del 3 % de positividad que el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) establece para definir un territorio en situación de riesgo.