Ortensia Viasconti, delante de un tanque durante la segunda guerra de Irak, en 2003.

Conocí a Ortensia Visconti en 1989 cuando llegó a Ibiza junto con mi amigo el Príncipe Filippo del Drago, que pasó unos días en mi casa de Sant Carles. Ortensia tenía entonces solo 17 años.
Esta polifacética condesa italiana es sobrina del famoso director de cine Luchino Visconti. Cuando estudiaba en la Universidad de la Sorbona, en París, venía a la isla para preparar sus exámenes.


Después de muchos años de venir por Ibiza conoció a su marido, Cyril de Commarque, un aristócrata artista muy creativo, con quien tiene una hija, y compraron una casa en Sant Joan. Ibiza es su segunda casa y pasan largas temporadas. Su hija Oro, de 10 años, se considera una ibicenca por estar totalmente integrada.
Lo que más me fascina de esta joven y atractiva amiga mía es que, en 1998, empezó en Palestina su carrera como corresponsal de guerra para The Washington Post.
Luego estuvo en Argelia. Y, del 2001 al 2010, trabajó en Afganistán. Y, en el año 2003, en Iraq y en zonas de Pakistán. Esta joven reportera de guerra vivió momentos muy difíciles y peligrosos.


Por ejemplo, un día, Ortensia y dos colegas intentaban llegar a las tropas aliadas en el norte del Valle de Panjshir, en Afganistán.
Como los talibanes bloqueaban todas las rutas a Kabul se montaron en unos caballos y se unieron a una caravana de muyahidines. Pero debido a una tremenda tempestad de nieve, Ortensia se perdió. Era una noche helada y no se veía nada. Solo se oía aullar a los lobos.
Tras muchas horribles horas, y gracias a un rayo de luna, pudo divisar un poblado y galopó dando gritos de alegría, junto a dos muyahidines que también estaban perdidos y muertos de miedo.
Ortensia Visconti trabajó también como corresponsal de guerra para el importantísimo periódico La Republicca, y colaboró con el canal de la televisión italiana La7. Sus fotos de guerra han sido expuestas en Roma y París.


Escritora
También es escritora. Su primera novela, Stregonesco, se publicó en el año 2007. En Francia publicó L’Idée fixe. Y en Inglaterra colaboró en la antología Desire: 100 of Literature’s sexiest stories. Su novela Malalai, del año 2020, narra la historia de una niña afgana que llega a Italia. Es el encuentro de dos culturas.
Ortensia es una auténtica enamorada de Ibiza. Afirma que es una isla mágica donde aprendió a vivir de una forma libre y tolerante. Dice que le encantan los ibicencos porque han sabido mantener su fuerte identidad. Sus libros hablan de la convivencia de diferentes culturas.

La revista ArtStyle, de las galerías internacionales Contini, acaba de publicar una foto en la que tengo en brazos a Ortensia. En broma, riendo le decía que me gustaría tener un burka para que, días antes de la fiesta Flower Power Vip, no me parasen por la calle para pedirme invitaciones. ¡Y Ortensia me regaló uno negro con rejilla!
Yo no entiendo cómo esas mujeres pueden vivir enfundadas en esos burkas. Yo, a los dos minutos, me ahogaba, no veía nada y no lo pude soportar.
En un futuro, no muy lejano, Ortensia quiere instalarse a vivir en Ibiza para seguir escribiendo novelas. Ojalá lo haga y se quede entre nosotros.