Un hotel de Ibiza durante la pasada temporada. | Toni P.

«El ritmo de reservas no ha despertado todavía, estamos congelados. La situación es muy similar a la del confinamiento de marzo de 2020, un poco por encima, pero estamos prácticamente igual». Es el dibujo que hace de la situación de las reservas en los hoteles ibicencos el CEO de la empresa Neobookings, José María Ramón.

La empresa que gestiona los motores de reservas de las principales cadenas hoteleras en Ibiza apunta que la pandemia ha cambiado las dinámicas a las que estaba acostumbrado el sector. «Normalmente a partir de la semana de Reyes se veía un incremento bastante grande de reservas para lo que era la temporada. En ese momento, a principios de enero, muchos hoteles sacaban ofertas de reservas anticipadas y era una época buena para hacer un colchón de reservas». Este año ese despegue de las reservas no ha sido tal. La multiplicación de reservas, que solía ser por diez, ha pasado a ser por uno y medio.

Por el momento, en el último mes se han producido movimientos de reservas para julio y agosto, después septiembre y junio. «Mayo, en los últimos 30 días, nos da un dato de reservas que aparece en la gráfica, pero no podemos decir que exista interés».

Por nacionalidades, los que más reservas han realizado son los ingleses, un 67%, les siguen los españoles, un 18% y los italianos, con un 7%. Unas cifras que se corresponden con los movimientos normales del mercado en Ibiza, explica Ramón, únicamente que con cifras bajas.

Así que reservas hay, pero no permiten a los hoteleros hacer previsiones, dado que van acompañadas de cancelaciones. «Cada día que pasa se cancelan más reservas de mayo y junio. El miedo a que no se pueda viajar supone estas cancelaciones a medida que se acerca la fecha. El balanceentre reservas y cancelaciones es positivo, pero muy lento, a lo mejor entran tres reservas hoy y mañana cancelan dos».

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El CEO de Neobooking explica que las noticias son las que van provocando movimientos, por lo que espera que en el momento en el que se abran las fronteras, todas las reservas que tendrían que haberse producido a principios de año lleguen de golpe. «Vemos un interés por viajar (a través de las búsquedas), creemos que sucederá algo parecido a lo que se dio el año pasado, que en cuanto se abrió la puerta a poder viajar llegaron las reservas de repente».

En cuanto a ese interés por viajar, indica que está centrado en los meses de verano, mientras que para abril y mayo apenas hay búsquedas, menos todavía para Semana Santa.

En cuanto a cómo será la temporada no duda que será mejor que el año pasado. «La situación va a ser la misma a nivel de todas las medidas de seguridad que vamos a tener que llevar como son las mascarillas, el control en los bufets y en los espacios comunes, esto no va a cambiar. Pero, aunque el ritmo de vacunación sea lento, va a haber vacunados, que era un factor que no existía en 2020».

Año de altibajos. En el gráfico de la evolución de las reservas se observa (izquierda) el repunte habitual en enero de 2020 con la caída repentina en marzo. A la derecha se puede observar como la gráfica mantiene cifras bajas desde noviembre de 2020. Fuente: NEOBOOKINGS

A pesar de ello, considera que la vacuna no será el factor determinante, al menos este año. «Que podamos demostrar a nuestros mercados que van a venir a una isla segura y la existencia de corredores que permitan la entrada en Ibiza serán factores determinantes para la temporada[...] necesitamos comunicaciones claras a los mercados sobre seguridad».

Reservas para 2022
Otro fenómeno provocado por la pandemia es el adelanto de las reservas de vacaciones para el año 2022, sobre todo desde el mercado británico.

«Antes se veía que cuando llegaba verano los británicos empezaban a reservar para el próximo año. Ahora el turista se está yendo a un año y medio vista. No sabemos ni que pasará, ni dónde estaremos, pero el británico invierte en sus vacaciones y les da mucha importancia», indica.