Según el sindicato, su argumento para tal demanda siempre ha sido «que estas personas tienen que pagar de su bolsillo desplazamientos y hoteles, ir y que acudir a Palma para examinarse supone un agravio comparativo con otros opositores que pueden hacer el examen en la misma isla donde trabajan o residen».
En este sentido, STEI recordó en su nota de prensa que «no hay igualdad por las condiciones en las que se examinan, ya que arrastran nervios por los vuelos o por la falta o no de material necesario», ni tampoco «en el gasto económico y el sobreesfuerzo que esto supone». Además, ahora a todo ello se une todo lo que arrastra la llegada del coronavirus «con incertidumbre sobre las restricciones que cambian cada día, recomendaciones sanitarias de evitar desplazamientos y aglomeraciones o la falta de conexiones aéreas».
El ejemplo de la PBAU
Por ello, STEI Intersindical exige que «todo el mundo pueda hacer, al menos, las pruebas escritas en la isla donde ha decidido optar a plaza en el proceso selectivo». Para ello, aseguran que han puesto sobre la mesa «diversas opciones a la Conselleria de Educació como, por ejemplo, hacerlo tal y como se hace en la prueba de bachillerato de acceso a la universidad donde los estudiantes hace la prueba y ésta se cierra en un sobre y se envía a los correctores».
Además, desde el sindicato se pide que «las pruebas se hagan cumpliendo con las medidas de seguridad extremas, incluyendo poco aforo, ventilación constante de las aulas o los lugares destinados para los exámenes, distancias de seguridad obligatorias, higienización de los espacios y todo aquello que pueda minimizar los riesgos de contagio tanto a los opositores y opositoras como a los miembros de los tribunales».
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