«El hombre llevaba más de media hora herido en el agua. El mar estaba bravo pero salió bien». | Paco S. Pérez

«En situaciones críticas lo primero que te pide el cuerpo es lanzarte al mar y sacar a la víctima, pero una regla básica en salvamento marítimo es mantener la serenidad y no lanzarse al agua salvo que sea imprescindible. Afortunadamente, dentro de la situación crítica, el hombre estaba calmado y colaboró siguiendo las indicaciones hasta que me adentré en el mar y salimos los dos por una zona segura de la playa de Cala Olivera». Son palabras de Miguel Ángel Tavira Furniet, oficial de la Policía Local de Santa Eulària que el pasado domingo protagonizó junto a otros compañeros y un excursionista un rescate vital en un día de fuerte oleaje.

«El hombre llevaba más de media hora en el agua y estaba herido por los golpes contra las rocas. El mar estaba bastante bravo pero al final todo salió bien y hoy puede estar con su familia», relató ayer el rescatador ‘particular’ de un pescador de 45 años que la mañana del domingo sufrió en sus propias carnes el ímpetu de un golpe de mar que primero le lanzó violentamente contra las rocas y luego le succionó mar adentro por las corrientes. A partir de ese momento se abrió un escenario de tensión y angustia para la víctima y su compañero en la jornada de pesca.


El rescate en Cala Olivera
El oficial Tavira recuerda que tras recibir la alerta, hasta el punto señalado se desplazaron de urgencia dos patrullas de la Policía Local. «Al llegar a Cala Olivera nos separamos para buscar al hombre hasta que lo avistamos. En un primer momento, valoré la situación en función del estado de la víctima, las dificultades que presentaba la zona de rocas y el estado del mar. Me comuniqué con el hombre para darle información sobre técnicas de nado y de respiración, transmitirle tranquilidad e indicarle hacia dónde debía dirigirse. Necesitábamos que se desplazase hacia una zona segura para adentrarnos en el mar y sacarlo. Sabíamos que estaba herido pero no conocíamos el alcance de las lesiones. Él ya se había despojado de parte de su ropa y hacía caso a las indicaciones que le dábamos hasta que decidí que era el momento de entrar al agua para completar el rescate», recordaba ayer el agente con 11 años de experiencia -tres en Santa Eulària y previamente en Sant Josep-. Miguel Ángel remarcó también la inestimable ayuda de uno de los excursionistas que estaba por la zona y que les ayudó a remolcar al hombre. «Una vez en la orilla hicimos los primeros auxilios a la víctima. El hombre tenía varios cortes y presentaba síntomas de hipotermia. Le abrigamos y posteriormente los servicios sanitarios siguieron atendiéndole antes de trasladarlo a Can Misses».


Máxima satisfacción
«En once años de servicio nunca se me había presentado una emergencia así y es una satisfacción máxima comprobar que el resultado del rescate fue muy bueno y que el hombre se encuentra sano y salvo en su casa y con su familia. Creo que esto es una experiencia única: ayudar a salvar una vida es lo máximo profesional y personalmente», subrayaba ayer el oficial Tavira. «En la orilla estuvimos poco tiempo, pero al final el hombre se acercó y nos agradeció haberle salvado la vida».

El oficial de Policía, ayer, en Santa Eulària.

El oficial de Policía, ayer, en Santa Eulària. Foto: Daniel Espinosa.