La temporada de verano aeronáutica arranca el próximo día 28 de marzo. Las principales aerolíneas lowcost, que representan el 55% del tráfico en el aeropuerto de Ibiza, ya habían anunciado sus intenciones de empezar a retomar gran parte de su operativa a finales de marzo, coincidiendo con el inicio de esta temporada estival en el mundo de la aeronáutica. Sin embargo, sus planes se han visto trastocados por el retraso en la vacunación, así como por las duras restricciones a las que está sometida Ibiza. Esto ha provocado que las aerolíneas retrasen el inicio de su operativa hacia Ibiza de primavera-verano a mayo.

Vacunación y pasaporte.
Baleares, y en concreto Ibiza y Formentera porque el proceso empezó más tarde, está a la cola del país en cuanto a dosis de vacunas inoculadas a la población. Las principales patronales empresariales y turísticas, así como el Consell d’Eivissa, ya han manifestado en varias ocasiones la necesidad de acelerar el proceso de inmunización. El director general del IB-Salud, Juli Fuster, anunció la semana pasada que la campaña de vacunación masiva despegaría a partir del 15 de marzo y que, de hecho, a partir de este mes la llegada de dosis se aceleraría. En paralelo, la UE está trabajando en un pasaporte de vacunación, un trámite que Merkel ya ha dicho que tardará tres meses en definir sus condiciones. Falta que los grandes anuncios vayan tomando forma para generar confianza y que se reactive la economía.

En blanco.
Las Pitiusas no pueden vivir otra temporada en blanco. Las empresas pitiusas están aguantando las restricciones, haciendo malabares para cuadrar sus cuentas y exigiendo, sin éxito, ayudas directas para poder salir del bache. En paralelo a la crisis económica se ha desencadenado una grave crisis social en la que buena parte de la ciudadanía sigue pendiente de cobrar los ERTE, no tiene para comer ni pagar los gastos mensuales y va tirando gracias a la caridad de entidades benéficas y la ayuda de familiares y amigos. Mientras acaba de despegar el turismo internacional hay que enfocar los esfuerzos en atraer al turismo nacional, que es el que tendrá más facilidades para llegar, ser un destino seguro y mantener controlada la expansión del virus para evitar que colapsen los recursos sanitarios, que son limitados en las Pitiusas.