El Mercat de sa Cooperativa registra todos los viernes una gran afluencia de público. | Daniel Espinosa

El Mercat de Sa Cooperativa, que se celebra todos los viernes desde el verano del año pasado en Sant Antoni, concretamente desde finales de julio, y en estos meses y a pesar de las condiciones tan especiales generadas por el coronavirus, se ha convertido en un gran referente para toda la isla.

En él se pueden encontrar una decena de puestos gestionados por productores locales en los que se ofrece producto agrícola ibicenco y productos elaborados o transformados dentro fincas particulares de la isla y tiene un gran éxito de público.

Además, contó para su puesta en marcha con una inversión de unos 5.000 euros más IVA procedentes del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS).

Llamada de atención
Sin embargo, a pesar del auge de este mercado José Mayans, de Agroeivissa también hizo una llamada de atención. «Es una idea muy buena el que se pongan en marcha iniciativas como estas para que los productores puedan dar salida a sus excedentes y que mucha gente pueda encontrar una manera de salir a la crisis, pero también hay que extremar las garantías con todo lo que se vende y lanzar un mensaje muy claro de que no todo vale porque al final está en juego la salud de mucha gente y el prestigio del sector agrario ibicenco».

Lidia y Sandra Ningut
Can Puig

«Nos lo ofreció nuestro padre y no lo dudamos»

A sus 22 años, las gemelas Lidia y Sandra Ningut posiblemente sean las vendedoras más jóvenes que hay actualmente entre los puestos del Mercat de Sa Cooperativa que se instala todos los viernes en Sant Antoni.

Allí venden todo tipo de frutas, verduras y hortalizas de temporada y recién recolectadas que cultivan en la finca familiar de Can Puig, cerca de Sant Rafel, junto a otros productos como caracoles, butifarras o cebolletas que traen de otros lugares. Además, dentro de unos meses ampliarán su oferta con melones, tomates o sandías que han plantado y recogerán de la finca de su abuela.

Aseguran que no lo dudaron ni un segundo cuando su padre les ofreció hacerse autónomas y dedicarse profesionalmente al campo tras unos años en los que no acababan de asentarse laboralmente y ahora están «tremendamente agradecidas» de haberse atrevido a dar el paso.

Bernat Ramon
Can Tià

«Es algo precioso haber podido coger el relevo de mi padre»

A sus 36 años, Bernat Ramon se ha convertido en el impulsor y la cara más visible de la marca de productos de temporada Can Tià desde que decidió coger el relevo de su padre.

Cuando él se retiró hace ya más de tres años no lo dudó ni un segundo porque rápidamente lo entendió como una gran oportunidad de dar una salida económica a su amor y su afición por la tierra de Ibiza. A base de «mucho esfuerzo, trabajo, dedicación y también mucha pasión» ha conseguido ir cultivando todo tipo de frutas y verduras de primera calidad en su pequeña y preciosa finca situada en la zona de Sant Mateu para luego venderlas todos los viernes por la mañana en su puesto de Sa Cooperativa. «No puedo estar más contento con todo lo que tenemos ahora porque fue algo precioso tener la posibilidad de coger el testigo de mi padre, llevar el nombre de la finca en la marca, y dedicarme a trabajar en relación directa con el campo de Ibiza y todo lo que ofrece, habiendo conseguido pasar de un simple hobbie a una labor profesional que me permite intentar ganarme la vida».

Raimon Torres
Tierra de Ibiza

«Lo mejor es ser dueño de tu propio tiempo libre»

Raimon, de 36 años, es el dueño y promotor de la marca de productos de temporada Tierra de Ibiza desde que en el año 2016 decidió dar un giro a la vida que tenía en ese momento e intentar apostar por todo lo que podía ofrecer una finca amplia y preciosa de sus abuelos junto a la conocida compañía de vinos Can Rich.

Asegura, con una gran sonrisa, que ahora no se arrepiente de nada «porque aunque es duro y hace falta mucha paciencia y tenacidad es un trabajo precioso» que recomienda a todo el mundo que le pregunta por él. De hecho, asegura que todo son ventajas. «Te podría decir muchas cosas pero trabajar en el campo aporta un contacto directo con la tierra que es increíble, ademas de una gran sensación de libertad y de ser dueño de tu propio tiempo libre». Algo que, tal y como asegura Raimon, «repercute directamente en nuestra calidad de vida».

Luis Kanan
S’Estació de Fruitera

«Es una muy buena alternativa ante la gran crisis que vivimos»

Luis Kanan va a cumplir dentro de muy poco 52 años y es, con su sonrisa y su optimismo, uno de los vendedores más queridos del Mercat de sa Cooperativa. Sobre todo cuando se saca la nariz roja de clown que guarda en el bolsillo de su chaleco.

Extrabajador de la hostelería llevaba ya tiempo con este proyecto de cultivar y vender productos de temporada en una finca propia en la zona de Santa Gertrudis, pero con la llegada de la crisis laboral y económica que originó el coronavirus decidió que era el momento de centrarse exclusivamente dando un paso más y creando la marca S’Estació de Fruitera.

De aquello hace ya cuatro años y desde el verano pasado ya vende todos los viernes por la mañana en Sant Antoni desde coles a lechugas, pasando por setas o todo tipo de verduras de temporada. Todo lo cultiva él con la ayuda de su sobrino, menos los calçots.

«Es un trabajo duro pero también muy reconfortante porque entre otras cosas te ayuda a mantener el cuerpo y la mente ocupada en momentos tan complicados como los que nos estamos viviendo». Por ello, Luis no duda en recomendarlo como una manera alternativa de ganarse la vida. «Solo puedo tener buenas palabras, así que si me preguntan sobre lo que opino, le diré a todo el mundo que es una muy buena alternativa ante la gran crisis que vivimos».