Oficina del SOIB en Ibiza. | Toni P.

Los datos de empleo del mes de febrero siguen reflejando la grave crisis sanitaria que viven las Pitiusas y sus consecuencias en la economía. En la isla de Ibiza hubo el mes pasado 11.301 personas en el paro, 4.094 más que el año pasado, mientras en Formentera fueron 492 los parados, 256 más que en 2020.

El incremento relativo es el más elevado de las Islas Baleares, un 56,8% en Ibiza y un 108,5% en Formentera. En Mallorca el paro subió en un 46,1% mientras en Menorca registraron el menor incremento, un 36%.

El número de parados se mantiene estable en cifras muy elevadas desde el mes de diciembre, cuando se experimentó la primera bajada del paro en seis meses tras el noviembre con el paro más elevado del registro histórico en Ibiza.

Unas cifras «muy duras» según el director general de Modelo Económico y Empleo, Llorenç Pou, que quiso poner sobre la mesa la protección que siguen ofreciendo los ERTE, que afectan a 3.980 trabajadores en Ibiza, lo que supone un ligero incremento respecto al mes de enero.

Con respecto al mes de enero, en Ibiza el aumento del paro fue mínimo, 18 personas más. Bajó el número de parados en el sector de la construcción y en la industria, mientras que subió en el sector servicios y la agricultura.

En cuanto a la contratación, bajó un 40,2% en Ibiza y un 42,4% en Formentera. Por sectores destaca la caída en la hostelería en ambas islas, un 83,9% menos de contratos en Ibiza y un 86,5% menos en Formentera.

Noticias relacionadas

Patronales y sindicatos
Tanto la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) como los sindicatos CCOO y UGT manifestaron su preocupación por la evolución del paro.
La presidenta de CAEB, Carmen Planas, reclamó que se acelere el proceso de vacunación para que Baleares «pueda arrancar cuanto antes la temporada turística, reactivar la economía y recuperar el mercado laboral».

Señaló que Baleares vuelve a ser la comunidad «más perjudicada desde que la pandemia empezó a mostrar sus efectos hace ya un año, con el mayor aumento del paro del país y una caída de la afiliación que triplica la media nacional y con un 10 % de trabajadores en ERTE».

Por su parte, CCOO consideró que, ante la gravedad de la crisis económica, es necesario iniciar la desescalada «con mucha precaución» y exigió en una nota «el total cumplimiento de la normativa sanitaria para que se pueda realizar una reactivación económica gradual y segura».

El sindicato señaló que los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social revelan que Baleares está condicionada por las restricciones de movilidad por la pandemia y destacó que el 78 % de los parados de las islas se engloba en el sector servicios y sobre todo en actividades de hostelería y restauración y comercio; y advirtió que el 54,15 % de parados son mujeres.

La secretaria de Acción Sindical y Comunicación de UGT, Ana Landero, insistió en que estas cifras muestran que Baleares sigue siendo la comunidad cuyo mercado laboral tiene el «peor comportamiento».

UGT pidió «intensificar» el proceso de vacunación y «prudencia» en la desescalada para poder salvar la próxima temporada turística, tras calificar de «dramáticas» las cifras del paro y afiliación.