Ángel Luis Guerrero, en su despacho del Ayuntamiento de Sant Josep. | Daniel Espinosa

La Asociación de Propietarios de Fincas Rústicas de Sant Josep manifestó este jueves su malestar por el anuncio realizado el pasado 19 de febrero por el alcalde del municipio, Ángel Guerrero, de la «inminencia» de la suspensión del planeamiento urbanístico.

En estas mismas declaraciones, el primer edil aseguraba que ya se disponía de las normas provisionales que lo habían de sustituir y que deben ser aprobadas por el Consell d’Eivissa.
Los propietarios de fincas rústicas aseguraron que estas normas «provisionales» tendrán una vigencia mínima de 20 años «visto lo difícil que resulta modificar un planeamiento municipal, pues han fracasado todos los intentos en las últimas legislaturas».

Además, consideran que estas normas «consolidarán la prohibición de las viviendas en todo el suelo rústico del municipio de Sant Josep durante los próximos 20 años», indicaron en el comunicado.

«La incorporación de estas directrices en nuestro planeamiento supone que, aunque en un futuro se derogaran las leyes que establecen estas prohibiciones y se modificara el Plan Territorial Insular (PTI) en el mismo sentido», continúa el escrito, «éstas serían plenamente vigentes en nuestro municipio porque estarían indefinidamente contenidas en nuestras normas, mucho más difíciles de modificar», señalaron.

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Desde la asociación recordaron que la situación urbanística tanto en Sant Josep como en el conjunto de la isla «es un desastroso ejemplo de mala planificación y de cómo el desconocimiento de la realidad económica, física y social» del territorio lleva a una situación de «persecución y desafección» de los propietarios tradicionales, «quedando el campo a expensas de los especuladores que, curiosamente, no encuentran freno a sus excesos».

Esperan que "esta prohibición, que de momento sólo se dará en nuestro municipio, no sirva como 'sacrificio' para poder seguir construyendo en otros municipios de la isla".

Quieren pensar que "la muerte del campo de Sant Josep no se quiere utilizar como 'cabeza de turco' para que, en una supuesta 'compensación', se justifique que se pueda seguir construyendo en otros sitios, y que con ello se lleven a otra parte el valor de nuestras propiedades".

Por último, "esperamos también que el Ayuntamiento de Sant Josep, que recientemente ha empezado a gestionar el Sr. Guerrero, no emprenda el camino de arruinar todo el campo de su municipio, y a sus propietarios. Que al menos el suelo rústico quede fuera del ámbito de esta operación. Y que, de no ser así, el Consell no le secunde en esta nefasta decisión que ahonda aún más el problema de la mala gestión urbanística de nuestro municipio, y que expropia a los propietarios de todo valor de su suelo2, señalan.