Usuarios esperan su turno para acceder a las oficinas del SEPE. | Toni Planells

Ante las dificultades a la hora de pedir cita al SEPE han salido negocios oportunistas que se ofrecen para conseguirlas. Tras visitar distintos locutorios de la ciudad, Periódico de Ibiza y Formentera ha comprobado in situ que mientras algunos ofrecen sus ordenadores para tratar de hacer la gestión por 1,5 euros al momento hay otros negocios que llegan a pedir 10 euros para poder conseguir cita con el servicio público en menos de una semana. También ofrecen el mismo servicio para conseguir una cita con la DGT, tal como reza un cartel en el interior de uno de los establecimientos visitados por este rotativo, o incluso citas para conseguir la tarjeta de extranjería por 30 euros. Todo ello de manera ilegal.

El funcionamiento es sencillo. Simplemente hay que dar los datos (nombre, fecha de nacimiento, número de DNI y teléfono) a la dependienta del establecimiento, que explica sin reparos y sin ningún tipo de pudor el procedimiento, y pagar los 10 euros por adelantado. En un plazo máximo de siete días, tres o cuatro por regla general según la empleada, se recibirá una llamada para informar de la fecha de la preciada cita con el SEPE. ¿Garantías? Ninguna más allá de la palabra de la empleada, quien critica el alto precio que, según ella, cobran las gestorías por el mismo servicio. Periódico de Ibiza y Formentera ha podido comprobar que ninguna de las gestorías a las que se refería esta dependienta ofrecen este servicio. Aunque legalmente podrían, aseguran que las dificultades a la hora de hacer esta gestión y el tiempo necesario para poder llevarlas a cabo no les compensa y optan por no ofrecer el servicio de conseguir cita en el SEPE.

‘Modus operandi’
Pero, ¿cómo consiguen cita para el SEPE en los locutorios cuando una persona particular puede estar días e incluso meses para conseguirla? Según expertos informáticos consultados por este periódico, para este tipo de fraude se utilizan agujeros de seguridad de la plataforma, programas que detectan las nuevas citas que se ofertan en la página justo en el momento de su publicación. Entonces, a través de redes de bots, se reservan automáticamente estas plazas. El número de IP necesarias para sortear las medidas de seguridad acaban copando las plazas. De esta manera, se dificulta todavía más que un simple usuario particular pueda conseguir esta cita de la manera habitual.

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Según explicó a este periódico una persona empleada en las oficinas del SOIB, desde hace unos meses les ha llamado poderosamente la atención la presencia del mismo correo electrónico, perteneciente a un locutorio de la ciudad, en distintos expedientes. Esto, según explican las fuentes consultadas, imposibilita la comunbicación vía correo electrónico con la persona interesada.

Desde la dirección insular de la Administración General del Estado en Baleares afirmaron no tener constancia de que esto estuviera sucediendo en Ibiza. De hecho, comentaron que este tipo de fraude es más propio de grandes ciudades, como Madrid o Barcelona.

Los peligros
Hay que tener en cuenta, tal y como explica el abogado Sergio Carrasco a Periódico de Ibiza y Formentera, varios factores importantes a la hora de acudir a este tipo de establecimientos para conseguir una cita para el SEPE.

Por un lado, que los locutorios no tienen el permiso necesario para el desarrollo de este tipo de actividades de servicios de representación, como sí tendrían gestorías o asesorías. Es, por lo tanto, un servicio irregular al que ante cualquier problema que pudiera surgir sería complicado reclamar. Pero, al margen de permisos burocráticos, el abogado alerta de los riesgos derivados del hecho de proporcionar los datos personales a un establecimiento de este tipo, sin ningún tipo de garantías de para qué podrían ser utilizados. En este sentido, los datos personales en malas manos pueden ser usados para fines delictivos, como la suplantación de identidad, tal como explica el abogado. De hecho, Carrasco pone un ejemplo: el uso de datos ajenos para la venta de tarjetas de prepago de móvil que pueden ser usadas por organizaciones criminales para ocultar su rastro.