Duane Lineker, en la Bahía de Portmany. | Marcelo Sastre

Duane Lineker es la personificación de la palabra gentleman. Este empresario nacido en la ciudad inglesa de Leicester un 21 de noviembre de 1984 es educado y tímido a partes iguales. Hace 9 años tuvo la habilidad de darse cuenta de hacia dónde mudaban las costumbres de ocio de los jóvenes y creo junto a su socio Toni Truman, uno de los locales de fiesta diurna más exitosos de Sant Antoni: el O Beach.

Ha preferido mantener la nacionalidad británica pese a llevar más de la mitad de su vida residiendo en España. Su padre, el famoso y mediático Wayne, hermano del no menos famoso Gary Lineker, ex jugador del Barça, se traslada a Tenerife cuando él tiene tres añitos. Nace allí el primer Lineker ’ Bar, «todavía lo tenemos aunque ahora es franquicia, como las de Chipre, Magaluf y la del norte de Inglaterra». En Sant Antoni hay otro pero ese lo conservan en propiedad al igual que el de Puerto Banús. «El de Alcúdia sin embargo no lo vamos a poder volver a abrir después de la crisis de la COVID».

Cuando cumple 6 años sus padres se separan y él se traslada de nuevo a Inglaterra con su madre hasta que vuelve a España con 16 para trabajar en los negocios familiares. «Marbella, Fuengirola, Benalmádena… hasta que abrimos el Lineker ’s Bar de Sant Antoni en 2008 y desde entonces vivo en Ibiza». Aquí se casó con una compatriota y en Ibiza han nacido sus dos hijas.

Le encanta jugar a paddle, «ahora está de moda porque es casi el único deporte que se puede hacer», pero también le gusta la bicicleta de montaña y el golf. «He tenido muy buen nivel como jugador de golf de joven», comenta un Duane con 37 años y sin una sola arruga en la cara. Se confiesa amante de la comida ibicenca, especialmente las de los restaurantes de playas y, pese a no echar de menos en absoluto la cocina británica, reivindica las carnes de su tierra, «hay platos buenos en Inglaterra también. Carnes asadas, platos tradicionales, son casi todos de invierno y se hacen con salsa. Están muy sabrosos pero son bastante contundentes».

—Su país está hoy (por el día en que se realizó la entrevista) en las portadas de medio mundo por la entrevista bomba que ha concedido el príncipe Harry y Meghan Markle. ¿Duane es más de los ex duques de Sussex o de Buckingham Palace?

—He seguido muchísimo la prensa británica y es como si por un día no existiese el coronavirus en Gran Bretaña (risas). No he escuchado la entrevista que concedieron a Oprah pero he leído la prensa y la verdad es que yo en estos casos siempre me quedo en el medio.

—Muy políticamente correcto

—La realeza inglesa es una institución que tiene muchísimos años y está anticuada, pero está alejada del mundo real. Lo más polémico de la entrevista yo creo que son las acusaciones de racismo, pero creo que también depende mucho de la interpretación que se haga de unas palabras en un determinado momento. No sabemos en qué tipo de contexto se produjo el comentario.

—Ya veo que es muy pro realeza

—No, no, me gusta mucho Harry porque está mucho más en la realidad, está en contacto con la gente y ha vivido de una manera mucho más normal que los otros royals. Tiene derecho a irse y buscar lo mejor para él y su familia

—Me dice que tiene nacionalidad británica, ¿se ha vacunado ya en su país?

—No porque mi residencia está en Ibiza y no estoy registrado en Gran Bretaña para acceder al sistema sanitario, así que tengo que esperar como el resto de los españoles a que me toque mi turno de vacunación aquí.

—Desde luego el ritmo de vacunación en su país es bastante más ágil que aquí en España, ya han vacunado a 23 millones de personas.

—Sí, es el único beneficio que le veo al Brexit porque ellos han podido negociar su propia compra de vacunas. Espero que aquí pronto empiecen a acelerar el ritmo de vacunación.

—¿Está preocupado por este motivo de cara a la temporada?

—Bueno soy optimista. A ver si es verdad que se puede finalmente hacer la vacunación masiva en el recinto Ferial de Ibiza porque somos un territorio muy pequeño y creo que no debería de haber problema en vacunarnos a todos con rapidez, si tenemos vacunas claro.

—¿Sin vacunación no hay temporada?

—Hay formas para conseguir un verano mejor que 2020. Obviamente 2020 ha sido una ruina para todos. Pero ahora tenemos más oportunidades para controlar los puertos y aeropuertos con los test rápidos en llegada. Yo creo que lo importante es poder tener protegidos a los grupos de riesgo de la isla. Personas mayores de 65 años y grupos de riesgo deben de estar todas vacunadas.

—Usted es socio y director del O Beach, una clara apuesta por el ocio diurno, ¿cómo se les ocurre montar este negocio?

—En 2012 y gracias a la amistad que tengo con el empresario Vicente Juan, mi socio Toni Truman y yo encontramos este fantástico lugar. Veíamos cuál era el nuevo modelo de ocio, la gente tenía ganas de diversión en el exterior, alrededor de una con piscina, cerca del mar, un modelo que empezaba a triunfar en sitios como Miami. El 23 de junio de 2012 abrimos

—¿Fue un éxito desde el principio?

—No. Porque abrir un negocio requiere tiempo para darle forma. Abrimos un 23 de junio, cuando la temporada ya había empezado y no logramos encajar el personal que era necesario para dar el servicio al que aspirábamos. Además habíamos hecho una inversión bastante grande. El primer año definitivamente no fue bueno.

—¿Cuándo empezó a funcionar?

—2014. Ese año encontramos un buen equipo de trabajadores, pusimos en marcha los animadores, los acróbatas. En 2014 empezó a funcionar muy bien.

—¿Tenían claro desde el principio al tipo de público al que estaba dirigido el O Beach?

—Teníamos claro que el principal cliente de Sant Antoni es británico. Pero al contrario de lo que la gente se piensa no tenemos una clientela de una edad determinada, muy joven. Esto es sorprendente porque todo el mundo se piensa que la mayor parte de nuestra clientela son muy jóvenes, cuando en realidad el 40% tienen entre 25 y 35 años. El segundo ratio es de 35 a 45 años, un 30%. Y el resto, otro 30% son clientes de 18 a 25 años.

—¿Cuál es el gasto medio del cliente del O Beach?

—El gasto medio varía en función de nuestros clientes. Somos afortunados de tener turistas que vistan nuestras instalaciones con la intención de disfrutar el día. Tenemos clientes de calidad.

—Ahora van a exportar la idea fuera de Ibiza.

—Sí, estamos a punto de abrir un O Beach en Palm West Beach de Dubai. Esperamos poder inaugurar el próximo otoño. Estamos muy ilusionados con el nuevo proyecto, la apertura se ha retrasado por la COVID, pero esperamos abrir el próximo mes de octubre.

—Regenta lo que a todas luces se puede denominar un beach club, pero como sabe en Ibiza legalmente el término beach club no existe para las administraciones.

—(Risas) Bueno, me parece que beach club es un término que engloba muchas cosas, no sólo un chiringuito en la playa, se utiliza para denominar un determinado ocio de día. Mira Las Vegas, no tiene playas en kilómetros y paradójicamente ¡hay 20 beach clubs! Mira Andorra, hay beach clubs y están en la montaña. Nosotros tenemos licencia de restaurante y café concierto pero yo prefiero denominarlo day club, porque no queremos esta mala imagen que se ha generado en Ibiza con los beach clubs.

—En prácticamente todo el mundo cuando hablas del concepto beach club tiene connotaciones positivas, pero en Ibiza es al contrario ¿por qué cree que pasa esto?

—Desde hace años los chiringuitos de toda la vida de las playas se han ido transformando en locales donde cada vez ponen la música más alta y muchas de las playas en Ibiza tiene su restaurante original, chiringuito pequeño, familiar con buena comida. Pero alguno de ellos han cambiado hacia un modelo más ‘energético’. Mucha gente no le gusta este cambio, aunque los cambios no siempre son malos. Hay muchos restaurantes de playas que siguen manteniendo su espíritu original, con muy buena comida, lugares para descansar con ambiente más familiar. Y hay otros que han ido evolucionando hacia ese ambiente más ‘energético’. Pero creo que en Ibiza cabe todo. Hay sitio para ambas opciones.

—Algunos de estos beach clubs están regentados por extranjeros que hacen el agosto en Ibiza y luego se lo llevan todo fuera.

—No es nuestro caso. Nosotros en un verano normal tenemos empleadas a más 250 personas, en invierno a más de 40. Ahora mismo tenemos a 147 personas en el ERTE que espero, si podemos abrir este verano, sacarlas del ERTE a principios de junio. Si va medio bien podremos tener un equipo de unas 200 personas trabajando esta temporada, de las cuales el 75% viven en Ibiza todo el año. Eso directamente. Indirectamente damos mucho trabajo a empresas de distribución de la isla, por no hablar de que en nuestros restaurantes utilizamos productos de km 0, trabajamos mucho con productores y agricultores ibicencos. Además de que nuestros abogados, gestores, etc. son todos de la isla. He construido mi vida en esta isla y creo en la importancia de generar comunidad y apoyar entre todos para que podamos seguir adelante juntos.

—Algunos empresarios del West End en Sant Antoni critican locales como el suyo. Dicen que la gente está aquí todo el día y cuando llegan al West lo hacen más tarde que antes y ya van muy borrachos.

—Sí, he escuchado estos comentarios. No estoy obviamente 100% de acuerdo con lo que dicen. Nosotros el horario más fuerte de trabajo es de 16 a 20 horas. Cerramos a las 22 horas y las dos últimas son flojas. Pero es que no sólo estamos nosotros. Los años que trabajaba a tope el West End sólo había discotecas. Ahora está Ushuaïa, Destino, Ibiza Rocks, Cala Bassa, barcos de día… todo esto está ahora más de moda y volvemos al social media. La gente quiere hacerse fotos en estos sitios para dar envidia a sus amigas de Inglaterra o Alemania que no pueden estar aquí. Una foto en Cala Bassa es mucho más atractiva que una foto en el West End. Pero al final es la gente quien elige donde va. Yo no obligo a nadie a que venga y además mi oferta no es nada barata. Una copa aquí cuesta 9.50€ que no es muy caro, pero no es barato tampoco.

—¿Cree que la clientela del O Beach no es la misma que la del West?

—Creo que hay un porcentaje que viene aquí y va al West. Pero también hay otros que no van al West y muchos del West no vienen aquí. Además hay que tener en cuenta que mucha gente viene a Sant Antoni para venir al O Beach y llenan las plantas hoteleras de Sant Antoni y luego además visitan los demás clubs, no se quedan aquí todos sus días de vacaciones.

—¿Le gusta el modelo de ocio del West?

—A mi edad no. Si yo llegara a Ibiza con 18 años y amigos, puede ser. Pero es cierto que esta zona, no digo los bares, la zona, está completamente degradada. Hay que rehabilitar todo el West como se está haciendo en otros sitios donde tenían zonas similares: en Tenerife la famosa zona de Veronicas ya está cambiando, más restaurantes tipo tapas, también en Benidorm, Magaluf,… todos estos sitios están cambiando la imagen.

—Los propios empresarios del West admitían que ya nos les gusta pero también que es muy complicado cambiar el modelo.

—No puedes adaptar tu local al turista que viene, es el turista el que el que se adapta al negocio que se le ofrece. Pero entiendo la postura de los dueños de los bares del West. Es muy difícil porque además no es solo cambiar el modelo de negocio, hay que cambiar toda la zona, no es agradable ni bonita. Y ahí ya entra una necesaria inversión pública. Es muy complicado. Quién va a arriesgar invertir para cambiar su negocio que lleva 10 años funcionando hacia otro modelo si el resto de la zona no acompaña. Es mucho riesgo poner 300 o 400.000 euros en un local si tu vecino sigue con el antiguo modelo. ¿Quién empieza? Creo que son los políticos los que tienen que aportar y dar facilidades.

—Para ser un local de ocio en un punto, vamos a llamar caliente, del turismo de Ibiza, no ha tenido problemas serios en estos años ni con sus clientes, exceptuando algún caso muy puntual, ni con la administración local.

—El Ayuntamiento hace el trabajo que tiene que hacer, evidentemente hemos tenido visitas para comprobar niveles de ruido y demás. Pero si cumplimos las ordenanzas no pueden decir nada y nosotros intentamos siempre cumplirlas a rajatabla.

—No pasó lo mismo con el local que tiene aquí al lado, el Bam Bu Ku que la Policía Local se lo precintó el año pasado en pleno mes de agosto. Hicieron unas obras sin tener licencia

—A ver, no precintaron todo el local, sólo una parte, la zona de piscina prefabricada de niños. Lo que pasó es que nosotros hicimos unas obras para reconvertir el gimnasio que había, nos precintaron toda una zona y al final llegamos a un acuerdo para que quedara precintado solo la parte que habíamos hecho mal. Pero justo en ese momento sacaron una nueva ley para legalizar nuevas instalaciones. Aquí hubo un problema de interpretación. Nosotros hicimos unas obras que el ayuntamiento decía que no tenían licencia. Desde nuestra perspectiva esta ley nos dejaría instalar esa piscina. El Ayuntamiento dice que no es así.

—Y al final cómo se ha solucionado. ¿Este año pueden abrir sin problema?

—Bueno estamos en ello. Está en manos de nuestros abogados. Abrimos seguro el BanBu-Ku, el 20 de mayo si todo va bien, pero la zona de la que hablamos… vamos a ver.

—Hablaba usted antes de la importancia de las redes sociales hoy en día, usted tiene un padre que no puede ser más mediático.

—(Risas)

—Cada vez que publica algo en sus redes sociales tiene inmediatamente miles de likes, pero cuando menciona Ibiza o el O Beach ya es un boom tremendo. 821.000 visualizaciones de un video que colgó haciendo broma sobre cómo sería el primer vuelo británico hacia Ibiza después del confinamiento.

—Sí. Él tiene muchos seguidores, es un personaje famoso en Gran Bretaña. Pero también es verdad que hay mucha demanda en Gran Bretaña para venir a Ibiza y él es verdad que hace muchísima publicidad de la isla y de nuestro negocio. Ama Ibiza y se le nota.

—Lo que me ha llamado poderosamente la atención, siguiendo estos días a su padre en las redes sociales, es que todo el mundo en Inglaterra conoce O Beach Ibiza.

—Es verdad. Tiene mucha fama la marca en Inglaterra. Para que te hagas una idea hemos puesto la semana pasada (en referencia a la primera semana de marzo) a la venta las entrada para este verano 2021 y ha sido un éxito

—¿Cuántas han vendido?

—Hemos llegado al 80% de las ventas de 2019. Normalmente las ponemos a la venta el 1 de febrero, pero este año no era el momento porque la situación de la COVID era muy mala. Las sacamos el 1 de marzo y en una semana hemos vendido el 80% de la misma fecha de 2019, cuando no había COVID.

—Pues son datos francamente buenos, estará contento.

—Sí, contento y optimista. La gente joven no tiene miedo de viajar y tiene muchas ganas de venir a Ibiza. Y la isla por su fama tiene potencial y muchísima más posibilidad de poder salir de esta crisis más rápido que otros lugares.

—Está en la asociación de Ocio Ibiza

— Sí, es fundamental que vayamos todos juntos como Ocio Ibiza y más ahora con esta crisis. Hay que trabajar conjuntamente en todo el tema de la seguridad sanitaria. Coordinar todo individualmente sería un desastre, pero si todos tenemos la misma regulación, normas, pruebas de antígenos, etc. es mucho más efectivo.

—¿Qué le parece la lucha que abandera el empresario Pepe Roselló en contra del ocio diurno?

—Obviamente no estoy de acuerdo con los pensamientos de Pepe. Le respeto muchísimo por todo lo que ha hecho por la isla y por Sant Antoni, creo que es uno de los mentores de Ibiza y muchos de los que nos dedicamos a esto buscamos llegar a su nivel en un futuro. Pero sinceramente creo que está confundido porque cuando critica el ocio de día él se fija sólo en lo que está pasando en Ibiza, pero esta moda de disfrutar el día se da ya en todo el mundo, los festivales de toda Europa, en Las Vegas, en Miami… la gente está cambiando sus hábitos de fiesta y de ocio. También, y esto es importante, la gente ha cambiado sus costumbres en culpa en parte por las por las redes sociales. La gente busca tanto ocio de día como de noche y capturar el momento para poder montarlo en las redes.

—¿Ha hablado con Pepe Roselló sobre este tema?

—No. La verdad que nunca he hablado con él sobre este tema. Pero quiero puntualizar que el hecho de que ahora también haya ocio de día no significa que vaya a desaparecer la fiesta de noche, que es muy importante para la isla. Hi, Pachá, el Lio, Amnesia… van a seguir teniendo muchísimo éxito. Muchos de nuestros clientes nos preguntan dónde ir por la noche, al final todos queremos ofrecer la mejor experiencia al turista que nos visita.

—Usted es solidario y ecologista

—Nos gusta devolver un poco a la isla después de todo lo que la isla hace por nosotros. Colaboramos en limpiezas del litoral y con todos los clubs deportivos de Sant Antoni y la isla en general. Ayudamos lo que podemos.

—Este año que ha habido menos trabajo, por cuestiones obvias, ¿a qué se ha dedicado Duane?

—A mi familia, la verdad. Tengo una niña de 4 años, pero otra muy pequeñita de 9 meses. Les he dedicado más tiempo, pero tampoco hemos parado de trabajar. Desde que cerramos en septiembre del año pasado hemos estado buscando iniciativas para poder trabajar mejor este año, poniendo todas las ventas en marcha y mucho trabajo de marketing. Hay que pensar que en la época en la que estamos no puedes vender solo fiesta porque la gente no está pensando en fiesta ahora mismo. Hay muertes, hay mucho sufrimiento y también hay mucha incertidumbre en cuanto al trabajo, la gente económicamente lo está pasando muy mal. Así que hay que tener mucha precaución con lo que vendemos.

—¿Qué le han parecido las ayudas del Gobierno?

—Pocas. Faltan muchas especialmente para los pequeños autónomos. Porque para los trabajadores creo que han hecho lo que se puede en España. Los ERTES han salvado muchas familias. No es mucho porque además si vives en Ibiza este tipo de ERTE casi no te cubre ni el alquiler. La gente ha gastado todos sus ahorros. El Gobierno central no ha tenido en cuenta las diferentes zonas de España. En Inglaterra por ejemplo han dado un 80% del sueldo a las personas que no podían trabajar obligadas a cerrar.

—Otra temporada como la del año pasado ¿se la puede permitir el O Beach?

—Bueno creo que Ibiza, España entera no se puede permitir eso porque más gente va a morir de hambre que de coronavirus. No van a permitir eso a no ser que llegase una nueva cepa muy muy peligrosa.

—Cuando Duane quiere irse de marcha y no quiere ir al OBeach, ¿dónde va?

—(Risas) La verdad que no voy de marcha, prefiero irme a la playa con mis hijas. Cala Bassa o Cala Comte a o Cala Tarida.