Michael Jordan es, con sus luces y sus sombras, el mejor jugador de baloncesto de la historia. Habrá quien piense que Lebron James es mejor que él y tendrá argumentos para defenderlo. Pero la realidad es que nadie ha conseguido lo que hizo Air Jordan. Prueba de ello es que hoy todavía funciona de maravilla comercialmente la marca creada por Nike inspirada en un jugador que jugó su último partido profesional en abril de 2003.

Uno de los episodios que conmocionó al mundo del deporte fue su primera retirada en octubre de 1993, después de ganar el oro con el Dream Team en Barcelona 92 y del asesinato de su padre.

Pese a ser el mejor en la NBA, poco después sorprendió al intentar hacer carrera en el béisbol profesional, con sueldo de jugador profesional de los Chicago Bulls, eso sí.

Tras la aventura fracasada volvió para seguir ganando anillos y MVP.

Esta semana hemos conocido que el hijo de Josep Marí Ribas Agustinet hizo un michaeljordan al abandonar su empresa y dedicarse a la política. Salvando las distancias.

Jordi Marí Tur fundó en 2014 MT Assessoria Jurídica i Económica SLP con el objetivo de ganarse la vida resolviendo necesidades de sus clientes en materia de finanzas.

Poco a poco fue arañando cuota de mercado, pasando de facturar unos pocos de miles de euros a los 157.896,63 declarados en 2018 y a los 167.854,34 de 2019.

El crecimiento experimentado desde su creación parece ser el resultado de un buen trabajo.

Tanto que no solo se especializó en cuestiones financieras y fiscales sino que se adentró en el mundo de los certificados de calidad con tan buen resultado que desde 2017 el Ayuntamiento de Ibiza viene adjudicando, a dedo y sin pedir presupuestos a otros competidores, a esta empresa la auditoría interna anual de la ISO 14001 sobre la gestión de las tres playas del municipio.

Y con tan buen resultado que el Ayuntamiento considera que dicha empresa tiene «acreditada experiencia en la certificación e implantación de las normas ISO y en la legislación específica que comporta tener esta acreditación de la gestión de las playas por parte de Aenor. Reúne todos los requisitos legales para poder realizar este trabajo».

Por si no fuera suficiente, el Ayuntamiento de Ibiza puede «constatar» que la empresa del hijo de Agustinet es «una de las mejores en Baleares, especializada en este tipo de trabajos» al tiempo que «en Ibiza apenas existe competencia en este sector».

Es de la misma opinión la Federación Socialista de Ibiza (FSE). En un infame comunicado remitido a los militantes, al que tuvo acceso Periódico de Ibiza y Formentera, difundido pocas horas después de que publicáramos las noticia de que el Ayuntamiento de Vila había adjudicado a dedo a dicha empresa unos servicios relacionados con la ISO de las playas en 2017, 2018 y 2020 (aún esperamos que nos den explicaciones sobre la auditoría de 2019), la FSE aseguró que, además de «reunir todos los requisitos legales para poder hacer dicho trabajo», se trata «de una de las mejores de Baleares en la certificación e implantación de las normas ISO».

Realmente, no sé en qué estadística, listado o ránking se basan el Ayuntamiento de Ibiza y la FSE para llegar a dichas conclusiones. Hasta donde llega mi humilde opinión no existe ningún registro oficial que permita justificar dichas afirmaciones y si existiera me gustaría conocerlo, así que les invito a que lo hagan público a la mayor celeridad posible y así saldremos de dudas.

Desiré Ruiz y Elena López, ambas de gatillo fácil y con suma facilidad para hacerse las resentidas y ofendidas, y con pasmosa capacidad para acusar al medio que humildemente dirijo de difamar por desvelar comidas inapropiadas en Can Botino y adjudicaciones bochornosas que reflejan un nepotismo repugnante tienen una magnífica oportunidad de ponerme colorado.

Dudo mucho de que las afirmaciones sobre las capacidades de MT Assessoria Jurídica i Económica estén basadas en algún elemento objetivo.

Acepto de partida que Jordi Marí Tur pueda desarrollar dichos trabajos con suficiencia, eso faltaría, ya que la implantación de una ISO no es un asunto complejo, ni requiere de altas capacidades para ello. Simplemente, es necesario conocer lo que pide la ISO y ponerlo en práctica. No es necesario un título universitario ni una exhaustiva formación para ello. Se necesita práctica y tiempo.

Lo que sí me sorprende es que un emprendedor que pone en marcha su propio negocio en 2014, con todo el esfuerzo que eso supone, y que año tras año crece en facturación, lo que es sintomático de tenerlo encaminado, deje, de repente, la empresa en manos de su madre, Margalida Tur, quien, además de madre, esposa y abogada, también es secretaria de organización de la agrupación socialista de Sant Josep, para irse a cobrar unos 60.000 euros brutos anuales como diputado del Parlament cuando en tan pocos años ha logrado situarse en el Olimpo de la ISO de Baleares, lo que de ser cierto («una de las mejores de Baleares», según el Ayuntamiento de Ibiza y el PSOE de Ibiza) le permitiría luchar por hacerse con suculentos contratos con la Comunidad Autónoma, el Ayuntamiento de Palma y otros municipios, los consells y empresas como Globalia, Barceló, Meliá, HotelBeds, Viajes Halcón, Palladium, Riu, Jumbo, Tirme, Sampol, Melchor Mascaró, Iberostar y tantas y tantas otras...

Nepotismo.

La realidad es que no es verdad que sea una de las mejores. Simplemente, es una más, con la diferencia de que es la del hijo de Agustinet y, gracias a dicha condición, fue agraciada con los contratos menores desvelados por este periódico.

Obviamente, nadie se ha hecho rico con estos contratos menores, ni estamos ante un escándalo (de momento) que justifique pedir cuentas, ni dimisiones, ni la intervención de la Fiscalía Anticorrupción.

Es un claro trato de favor a un socialista, hijo de una destacada familia de militantes socialistas, por el mero hecho de ser socialista.

Y la opinión pública de Ibiza y Formentera no solo tiene derecho a conocer los hechos, sino también las excusas y las omisiones.

Desprecio.

Al igual que tiene derecho a conocer el desprecio que cometieron el ministro José Luis Ábalos y la FSE al ningunear al Consell d’Eivissa y, por ende, a sus ciudadanos no solo por no darle la oportunidad de firmar un protocolo (una filfa), como sí han hecho los consells de Mallorca y Menorca, sino y especialmente por ignorar el pago de los más de 15 millones de euros en carreteras y la necesidad de un nuevo convenio y por no comprometerse a la aprobación de la Delimitación de Usos y Espacios Portuario del Puerto (DEUP) de puerto de Ibiza.