Iago Negueruela, durante la rueda de prensa.

El portavoz del Govern, Iago Negueruela, esquivó ayer, tras el Consell de Govern, la pregunta de si se planteaban presionar al Gobierno central para conseguir más vacunas para las Islas de cara a la temporada tras la petición de los empresarios a la ministra de Turismo, Reyes Maroto, de que se priorice la vacunación en Baleares.

Negueruela defendió que la estrategia de vacunación está pactada en la comisión interritorial común y que hay que seguir con los grupos de población que marca Sanidad.

Sí lamentó que la disminución de vacunas de AstraZeneca realentice el proceso masivo que se reanudó la semana pasada.

Además, al ser cuestionado por si habían planteado a Madrid cuánto podría dejar de pagar el Estado en ERTE y otras prestaciones y lo que se ingresaría en impuestos si se priorizase esta vacunación, Negueruela aseguró que él hacía el análisis al revés y que la prioridad era «garantizar la protección mientras no se tenga recuperación». «Si no tuviésemos prestaciones y ERTE, en qué situación estaríamos. Nosotros debemos seguir reclamando protección mientras no haya una recuperación de nuestro sector. La vacunación en nuestras islas no quiere decir que se abra el sector, también deben vacunarse otros países», argumentó.

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Salud sí lo valora
El mensaje de la directora de Asistencia Sanitaria del Servicio de Salud y responsable de la vacunación en las Islas, Eugenia Carandell, fue muy diferente. Esta señaló la importancia de distinguir dos partes y dividió la población entre menores y mayores de 55 años.

Carandell aseguró que «sin ninguna duda» entre los mayores la vacunación debe ser igual en cualquier territorio ya que estas personas son las que tienen más probabilidades de que la enfermedad se complique y poner en riesgo su vida.

Fuera de este grupo de edad, sí abrió su pensamiento a que cuando se empiece a vacunar a población más joven que se pueda priorizar el proceso por otros aspectos como puede ser el económico, sobre todo para zonas en las que su economía está muy estacionalizada y depende, como es el caso de Baleares, del turismo.

Si bien, precisó que ese era su pensamiento y que estaba muy lejos de ser ella quien tomase una decisión que por el momento no está encima de la mesa del Gobierno central.