La remodelación de las instalaciones fueron presentadas ayer por la mañana. | Marcelo Sastre

El Consell d’Eivissa ha invertido cerca de 80.000 euros para adecuar y mejorar el espacio cultural de ses Païsses de Cala d’Hort. Los trabajos se hicieron en 2020 y, según informó ayer la máxima institución insular a través de un comunicado, la intención ha sido poner en valor «uno de los conjuntos histórico-artísticos más relevantes de Ibiza ya que suponen una muestra extraordinaria de una explotación agraria que comenzó en el V aC y se prolongó hasta el siglo XX».

En la inversión se han incluido 15.559,40 euros para una pasarela peatonal de madera que una la casa pagesa con la necrópolis, «facilitando el acceso del público y garantizando que los visitantes no incidan negativamente en la conservación del paisaje y las tumbas».

Además, 39.125,73 euros han sido para mantenimiento y acondicionamiento de la casa y los corrales anexos. Así, se han reparado los techos y las paredes de los corrales, se ha pintado el interior y el exterior y se ha mejorado las instalaciones de luz para transformarlas en salas que alberguen cuatro exposiciones monográficas, Les abelles i la mel; El camp i l’aprofitament dels recursos forestals; Usos de les fibres vegetals y Eines de camp.

Con todo ello, también se busca «complementar la oferta del Museu Etnogràfic de Can Ros, situado en el Puig de Missa de Santa Eulària, y conocer de cerca los procesos de trabajo y la vida en la Ibiza rural más tradicional».

En este sentido, la directora del Museo de Can Ros, Lina Sansano, y la conservadora del centro y técnica de patrimonio, Susana Cardona, recordaron ayer que, en el mundo pagès de Ibiza, «ses païsses eran edificios de pequeñas dimensiones y carácter auxiliar que se construían en fincas, parcelas y huertos situados lejos de la vivienda habitual». Sin embargo, con el tiempo fueron perdiendo su función original y «se convirtieron durante la segunda mitad del siglo XX en casas, al ir perdiendo las explotaciones agrarias del área de cala d’Hort su función».

Por ello, de las dos antiguas païsses, la de Can Sorá fue restaurada por el Consell d’Eivissa para ser declarada Bien de Interés Cultural en 1994. Después, en 2006 se convirtió en una extensión del Museu Etnogràfic de Can Ros para que el visitante «pueda descubrir los diferentes espacios que conformaban las explotaciones agrícolas familiares que constituyeron la base del modelo de vida, rural y agrario, de la sociedad tradicional».

Además, ayer se anunció la renovación de la la autorización de uso del observatorio a la Agrupación Astronómica de Ibiza (AAE), una inversión de 10.095,04 euros para el mantenimiento de los dos telescopios y la futura adquisición de otro.

El observatorio de Cala d’Hort, inaugurado en 2011 en uno de los antiguos corrales de una casa pagesa, funciona gracias a la labor del personal de la asociación «que lleva a cabo labores de carácter divulgativo y científico como astrometría, detección de asteroides y fotografía estelar».

Por ello, además de publicar «una guía astronómica que ilustra las alternativas astronómicas desde el enclave y permite su promoción y difusión», se pondrán en marcha al menos cinco encuentros entre el 15 de junio y el 25 de septiembre para 25 personas donde los monitores de la asociación explicarán la luna, la Vía Láctea, Júpiter, Saturno, las lágrimas de San Lorenzo, cúmulos estelares, galaxias o nebulosas.