Peluquería Analei tiene un equipo compuesto por su dueña e impulsora, Esther Fernández, Mari, Jesi, Marta y Raúl. | Daniel Espinosa

El caso de la peluquería Analei, en pleno pueblo de Sant Jordi, es el ejemplo de la recompensa a años de esfuerzo, dedicación, vocación y un trabajo bien hecho. Concretamente, 11 años desde que su dueña, Esther Fernández, abrió las puertas hasta convertirlo en lo que es ahora, una referencia en el pueblo y en buena parte de la isla.

Sin embargo, llegar hasta donde están ahora no ha sido fácil. Esther Fernández, que asegura que lleva la peluquería en las venas gracias a su madre, comenzó a estudiar esta profesión con 13 años, y a los 16 ya estaba trabajando. Se fue haciendo un nombre y ahora, 26 años después, ya lleva más de una década al frente de Analei. Un tiempo en el que asegura que ha renunciado a muchas cosas como, por ejemplo, pasar más ratos con sus tres hijas, a cambio de aplicar lo que siempre le dijeron sus padres: «La mejor herencia que les puedes dejar a tus hijos es una buena educación».

Además, Analei es el ejemplo perfecto de un negocio que se ha sabido reinventar con la crisis del coronavirus. En su caso, ha tirado de inversión económica y también de imaginación, y la apuesta le ha salido redonda. «Cuando nos dijeron que teníamos que reducir el aforo para intentar mantener las distancias de seguridad, tuve muy claro que tenía que hacer algo para no hundirnos y me lancé a quitar la sala de espera para transformarla en parte del salón y así poder colocar dos tocadores más para seguir atendiendo los muchos clientes que siguen viniendo».

Actualmente, tiene cinco tocadores y un lavacabezas que está perfectamente aislado mediante una mampara. Tampoco faltan la máquina de ozono, una máquina de rayos uva para desinfectar las batas cada vez que las usa un cliente e, incluso, mascarillas especiales para aquellos que vienen con las de tela. «Ha sido todo una gran inversión económica que ha salido de mi bolsillo, pero ha merecido la pena porque no solo no he perdido clientes sino que los he aumentado y, además, he conseguido mantener contratado a todo mi equipo, compuesto por cinco súper profesionales y sin los cuales actualmente la peluquería Analei no podría ser posible».

El mantener al equipo al completo también ha permitido a Esther ofrecer un horario ininterrumpido desde las 09.30 a las 20.30 horas e, incluso, cortar el pelo gratis durante el tiempo que la hostelería estuvo cerrada a cualquier propietario o trabajador de un bar o restaurante de la isla. «Aquí siempre hemos tenido muy claro que lo más importante es el cliente, y ahora que muchos lo están pasando mal, por lo que nosotros tenemos que estar a su servicio, ofreciéndoles todo tipo de facilidades y siempre con una sonrisa».

Tratamientos para el pelo
Por otro lado, la peluquería Analei también ofrece un servicio de tratamientos para el pelo de una prestigiosa firma de cosméticos española compuesta por principios activos de origen natural. La idea está siendo todo un éxito, funcionando muy bien a través del boca a boca y siendo cada día más demandada por personas de todos los rincones de la isla. Tanto que, incluso, han tenido que contratar a una persona para que le lleve sus respectivos canales en las redes sociales.

Este tratamiento pionero en nuestra isla «permite mantener el pelo saludable e hidratado siempre con un tratamiento personalizado para cada cliente». Así, por ejemplo, ofrecen keratina «para un alisado brillante», proteína «para tratarlo más en profundidad» y el bótox capilar, «un método innovador que ayuda a reducir el movimiento, la onda o el rizo, quitando el encrespamiento y suavizando el pelo como la seda, con un resultado espectacular».