Cola. El Ajuntament de Santa Eulària compró hace más de 15 años el instrumento, uno de los más valorados por músicos para conciertos, mediante un ‘renting’ con opción a compra. Ahora tiene que indemnizar por no hacer un concurso en forma.

El ayuntamiento que compró un piano pero que al final, pagó por dos. Una condena del Juzgado de lo Contencioso 2 de Palma por irregularidades en un concurso de compra de un instrumento obliga al consistorio de Santa Eulària des Riu a abonar a sendas empresas de música de Mallorca en torno a 120.000 euros por un piano de cola: una de las firmas fue la que ganó el concurso y entregó el instrumento y la otra fue perjudicada injustamente y recibirá una cantidad equivalente al precio del piano sin entregar nada a cambio.

Hace alrededor de quince años, el ayuntamiento decidió adquirir un piano de conciertos, un Steinmway & Sons, modelo D-274, el Rolls Royce de estos instrumentos, que está presente en las principales salas de conciertos de todo el mundo. Puso en marcha la compra y lo adquirió a una empresa mallorquina tras tenerlo en alquiler durante varios años. Otra competidora de esta interpuso un recurso contencioso porque consideraba que se habían producido irregularidades y que era necesario que se pusiera en marcha un nuevo proceso de adjudicación.

Una sentencia del año 2016 ya admitía este recurso y anulaba la adjudicación del piano. Entonces es cuando se entra en el trámite de ejecución de la sentencia, que también ha sido accidentado para el Ajuntament. El Consistorio argumentó que el contrato de renting con opción de compra para la adquisición del piano ya había terminado y que tenía el instrumento en propiedad, por lo que no tenía lógica poner en marcha un contrato para adjudicar un nuevo instrumento. Además, la devolución a la empresa que lo vendió tampoco tenía sentido, una vez que tiene más de una década de uso, por lo tanto, señalaba que era imposible ejecutar la sentencia como tal.

Noticias relacionadas

El juzgado admite que, ahora mismo, no es posible anular un contrato ya consumado para sustituirlo por otro y declara en un auto esa imposibilidad. Sin embargo, recuerda que los fallos judiciales deben cumplirse y que, la alternativa está en fijar una indemnización. En este caso, la fija en «todas las cantidades que se hayan abonado por el Ayuntamiento en la adquisición del piano que definitivamente tiene en su propiedad». A estas, suma los intereses legales desde que se pagaron cada uno de los plazos, lo que incrementa en un tercio el precio.

El auto reclama al Ayuntamiento también que identifique a los funcionarios responsables de la ejecución de esa sentencia para adoptar contra ellos posibles medidas coercitivas si no llevan a cabo las gestiones necesarias para los pagos. Esta resolución judicial ya ha sido declarada firme, por lo que el Consistorio no tiene alternativa alguna ya a pagar el segundo piano, el que no tiene.

El piano de las grandes salas

El instrumento, un piano de casi tres metros de largo, es un Steinway modelo D-274, el más empleado en salas de concierto de todo el mundo. El Consistorio decidió hacerse con uno de ellos primero en alquiler y luego en propiedad y dispone de él desde hace más de una década. El uso hace inviable una devolución como si fuera nuevo y obliga al pago de una indemnización.