Una fiesta en Ushuaïa Ibiza. | Periódico de Ibiza y Formentera - Archivo

Nuevo jarro de agua fría para el ocio nocturno de Ibiza, el más castigado por la crisis y que arrastra pérdidas millonarias desde octubre de 2019, cuando cerraron por fin de temporada buena parte de las discotecas y bares musicales. En esta ocasión, la patronal Spain Nightlife, a la que pertenece Ocio de Ibiza, ha visto frustrada su intención de reunirse con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a quien pretendía explicarle la crítica situación que está sufriendo este sector. Siete meses después de haber solicitado el encuentro, la secretaria de Estado de Hacienda, Inés Bardón, respondió ayer con una carta en la que rechaza la celebración del mismo y alegando que «es posible» que las pretensiones de los empresarios del ocio nocturno «hayan quedado suficientemente satisfechas mediante la línea de ayudas directas a autónomos y empresas dotada con 7.000 millones de euros».

Para Spain Nightlife, la negativa de la ministra representa «un total desprecio» al ocio nocturno, que en el conjunto de España arrastra unas pérdidas de unos 20.000 millones, «sin apenas ayudas económicas y con miles de empresas embargadas por deudas tributarias, cotizaciones a la Seguridad Social o por alquileres», como recoge la patronal del ocio en un comunicado en el que exige «la rectificación o disculpa pública de la ministra, y si no lo hace, su dimisión».

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Los empresarios de la noche se quejan de que este sector es «el más olvidado» de la economía y que «ni tan siquiera aparece en las quinielas de calendarios de reapertura de las comunidades autónomas, toda vez que se encuentra vetado por una norma estatal (Orden comunicada del 14 de agosto de 2020), lo que está terminando con nuestra paciencia, y más aún cuando las fiestas ilegales y botellones van en aumento, habida cuenta de la inexistencia de oferta legal y segura». Según estimaciones de Spain Nightlife, un 66% de las empresas del sector se encuentran en situación de insolvencia y no pueden hacer frente a sus obligaciones corrientes, «y a fecha de hoy ya son unos 5.000 locales los que han tenido que cerrar».

El presidente de esta patronal, Tito Pajares, afirmó ayer que la negativa de la ministra a reunirse «constituye una falta de respeto hacia nuestros empresarios que es totalmente inaceptable, toda vez que la mayoría de ellos llevan muchos meses cerrados y sin recibir ayudas, pagando impuestos, cotizaciones a la Seguridad Social y alquileres; todo ello para que cuando le pedimos una reunión a la ministra para trasladarle las preocupaciones del sector, nos diga que no tiene tiempo para reunirse con nosotros, contestando además siete meses después de la petición». Pajares recuerda a Montero que las empresas del ocio nocturno «dan de comer a más de 300.000 familias, que ahora mismo se encuentran al borde de la ruina».