Viviana de Sans, en las dependencias de la conselleria en la que desempeñará su nuevo cargo. | Miquel A. Cañellas

Recién aterrizada en Mallorca para ocupar su nuevo cargo como jefa de gabinete de la Conselleria balear de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Viviana de Sans (Caldas de Montbui, Barcelona, 1967) todavía no ha encontrado casa y se aloja en la de una amiga. Mientras tanto, ya ha iniciado el trabajo en un nuevo puesto, con más responsabilidad pero menos exposición pública.

—¿Cómo ha sido su aterrizaje en el Govern?

—Bueno, entro en un puesto de jefa de gabinete, que implica muchísimo trabajo. Coordino seis direcciones generales y dos entes que tiene la conselleria y vicepresidencia del Govern. He llegado con mucho trabajo sobre la mesa, muy contenta por incorporarme al equipo de Juan Pedro Yllanes. Es un equipo que ya funciona a toda máquina, está sacando proyectos muy positivos para la sociedad de Baleares y eso resulta muy estimulante y motivante.

—¿No le queda la sensación de haber dejado un poco huérfana a la oposición?

—No creo que sea así. La única preocupación importante que tengo en relación al Consell es que su actual gobierno no está aprovechando esta crisis. Y digo aprovechando porque de eso trata la resiliencia que Europa nos exige. Debemos ser capaces de sacar cosas positivas de las situaciones adversas. En Ibiza necesitamos un cambio importante en el modelo económico, no podemos tener esta dependencia absoluta del turismo. No me preocupa tanto el papel de la oposición, que lo seguirá haciendo con la misma intensidad reivindicativa de lo que es correcto y la denuncia de lo que es incorrecto, sino que el Consell esté dejando pasar esta crisis y cuando salgamos, Ibiza estará en la misma situación de debilidad y fragilidad. Somos el territorio más castigado por las consecuencias socioeconómicas de la crisis y el Consell está de brazos caídos, poniéndole una velita a la Virgen para que todo pase y podamos volver al turismo de masas y de ocio nocturno, al mismo modelo que nos ha provocado está fragilidad.

—Si quieren un cambio tendrán que ganar las próximas elecciones. ¿Se presentará como candidata al Consell d’Eivissa?

—Estaré donde me diga la militancia y el proyecto, donde sea más útil para este proyecto. Cuando una se mete en política lo hace dentro de un proyecto colectivo de mucha gente que trabaja duro para cambiar las cosas y mejorar la vida de las personas. Hay que estar en el lugar más adecuado para ese proyecto y donde una vaya a ser más útil. En mi caso se ha considerado que es en el puesto que ahora ocupo.

—Con este puesto pasa de estar en la palestra a trabajar más en la sombra, un puesto más de retaguardia. ¿Echará de menos el debate político y esa relevancia pública?

—Me gusta la política y asumí en su momento todas las consecuencias que tiene un cargo con exposición pública. Tener por delante dos años de trabajo duro en un puesto en el que se pueden hacer muchas cosas por la gente en materia de gestión me parece muy atractivo. También es un descanso, te lo voy a reconocer, saber que durante dos años no voy a estar en el foco, es algo que me parece bien.

—Entre los proyectos que tiene en marcha la conselleria en la que se integra está el Parc Bit de Ibiza, cuyo impulso reclaman desde el Consell. ¿Podemos contar con que se seguirá impulsando?

—Es una deuda histórica con Ibiza y lamento profundamente que no pudiese salir en la anterior legislatura. Ibiza necesita en ese proceso de diversificación de la economía y de ir restando puntos del PIB derivado del turismo para ganarlos en otros sectores y el de la innovación es determinante. Poner en marcha ese núcleo de formación y de incubación de empresas para fomentar el emprendimiento y que empresas den el salto a nivel tecnológico e internacionalizar nuestras empresas es un tema importantísimo y tiene prioridad. Esas empresas crean puestos de trabajo estables, con sueldos dignos. Es un modelo económico al que debemos aspirar; Ibiza no se puede conformar con ser una isla únicamente turística unos cuantos meses.

—Otro tema con el que son muy reivindicativos con el Consell es la vivienda. ¿Qué debe hacer el Consell en una competencia que principalmente pertenece al Govern y los ayuntamientos?

—Sobre todo ahora, no debería ser admisible que los representantes públicos no se pongan del lado de las familias más desfavorecidas y más vulnerables y se pongan de parte de las entidades bancarias y los fondos buitre. No debería ser admisible que ningún representante político que cobra un sueldo pagado por los ciudadanos se dedique desde su puesto en la institución a ponerse de perfil o defender directamente los intereses de las grandes entidades bancarias y los fondos buitre que especulan con la vivienda cuando la vivienda es un bien que debe estar protegido porque así lo recoge la Constitución. El Consell no tiene competencias, pero tampoco las tenía en la anterior legislatura y paramos 55 desahucios.

—El Consell d’Eivissa aprobó una moción presentada por ustedes para defender estas situaciones y se informó de que se estaba actuando. ¿Esa actuación no está siendo adecuada?

—Es que no se está actuando en absoluto. El caso más evidente es el de las 21 familias de las viviendas de Cala de Bou. Es verdad que el Consell aprobó esta moción contra los desahucios y que, posteriormente, hicimos una moción de control en la que nos dijeron que se habían reunido con las familias. Pero de repente surge otra vez el problema; contactaron conmigo las mismas familias y yo las remití a la directora insular, Naihara Cardona, que llevaba este tema. En la reunión se les dijo que era un tema de los propietarios, que si los propietarios no quieren renovar pues qué se le va a hacer. Fue entonces cuando les remití a la concejala de Sant Josep, a Guadalupe Nauda, que lleva el departamento de Vivienda, para que defendiera el caso como lo defendí yo en su momento y fue por su intervención por lo que finalmente Sogeviso volvió a gestionar el alquiler de estas viviendas.

—En Vila sí que tienen competencias en materia de vivienda y hace pocos meses se informaba de un estudio que decía que había 6.000 viviendas vacías. Ahí está la información pero, ¿cuál es la acción?

—Fue precisamente el concejal de Podemos, Aitor Morrás, el que encargó un estudio para saber cuántas viviendas vacías había en el municipio. En el caso de las viviendas vacías se puede hacer política municipal, que no es fácil, pero es necesario incentivar que esas viviendas salgan al mercado, por ejemplo, con reducciones en tasas. También sería necesario un diagnóstico más profundo sobre el motivo de que esos pisos estén vacíos. Otra herramienta fundamental será esa ley estatal de vivienda que permita que en los territorios tensionados respecto al acceso a la vivienda, como Ibiza, puedan establecer esas limitaciones de precio. También se debe trabajar para dar garantías a los propietarios de que cobrarán el alquiler a final de mes y de que cuando vuelvan a disponer de su vivienda esté en perfectas condiciones. Después, está esta Ley de Vivienda que impulsó el Govern hace dos años, pero creemos que las medidas siguen siendo muy timoratas y poco contundentes.

—¿En qué sentido cree que deberían ser más contundentes?

—Pues le pediríamos al nuevo conseller de Vivienda, igual que se lo pedimos al anterior, rotundidad ante las entidades bancarias y los fondos buitre. Que salga alguien públicamente a dejar bien claro que este Govern está del lado de las personas vulnerables y que no se puede desahuciar a nadie por motivos económicos sobrevenidos sin que tengan una alternativa habitacional. Evidentemente, el propietario tiene también unos derechos y es la administración la que debe buscar una alternativa habitacional para esa familia. Pero cuando el propietario es un banco o un fondo buitre, el Govern debe ser categórico en su defensa de las personas vulnerables, esto se echa en falta.

—Al conseller ahora lo tiene cerca. ¿Se lo transmitirá directamente?

—Cuando Agustinet llegó al cargo me pareció una buena noticia que alguien de Ibiza fuera a gestionar el departamento de Vivienda con la problemática que tenemos en la isla. Estoy convencida de que el conseller hará todo lo que se espera de él por parte de la ciudadanía en materia de Vivienda. Pero te puedo decir que nosotros, como partido, tenemos pendiente una reunión con Agustinet para plantearle aspectos como es el despliegue de la Ley de Vivienda con más ímpetu y contundencia. Al final, en Ibiza se han detectado algo más de una veintena de viviendas vacías de grandes tenedores, pero es que hemos tardado un año. En materia de vivienda vacía en Vila ha tenido que actuar Aitor Morrás porque el registro que puso en marcha el Govern no era efectivo.

—Su llegada al Govern es fruto de una reciente remodelación, en Podemos ha llevado a sustituir personal de un perfil más técnico, como era Nuria Riera, por personas de un perfil más político, ¿no cree que sea una actuación de esa vieja política que tanto critican?

—Pues no, en absoluto. La remodelación viene derivada de cambios que pedíamos nosotros a nivel del Govern. Nos preocupa la gestión correcta de los fondos europeos y ser lo más eficaces que podamos para que estos fondos repercutan lo antes posible en beneficio de la ciudadanía, empresas y autónomos. Por eso, pedimos una remodelación. También había un compromiso de reducir cargos y eso llevó a diferentes cambios dentro de las consellerias. El objetivo es conformar equipos para afrontar esta segunda parte de la legislatura y sobre todo para abordar el trabajo inmenso para gestionar la salida de esta crisis. Se han buscado equipos resolutivos que aporten la dinamización de las políticas necesarias, no hay más.

—¿Cree que va a ser complicado compatibilizar la secretaría insular de Podemos en Ibiza con su cargo en Palma?

—Esto es un proyecto colectivo. Yo ostento la responsabilidad de la secretaría de coordinación insular, que efectivamente mantengo y participaré en todas las reuniones, que ahora son telemáticas, y en la toma de decisiones del órgano insular. A efectos de imagen pública se notará, paso a un segundo plano y saldré menos en medios, pero seguiré participando de las decisiones insulares como te decía y, además, en la isla tenemos a muchas personas muy capaces. Creo que Podemos está ya muy arraigado en Ibiza, tenemos concejales en todos los municipios y consellers. Un equipo potente con nuevos liderazgos y nadie ha venido a perpetuarse en política. Aportamos cada uno en una época, cuando se puede aportar más. Esto es un proyecto político con gente muy preparada y hay perfiles muy potentes en Ibiza para poder impulsarlo.

—En Podemos Vila se alzó con la portavocía hace unos meses la concejala de Sant Josep, Guadalupe Nauda. ¿Es lo más adecuado que una concejala de un municipio sea portavoz de Podemos en otro?

—En Podemos las decisiones las toma el conjunto de los militantes. Los reglamentos lo permiten y ella tomó la decisión que tomó. Tuvo una mayoría y poca cosa más hay que decir al respecto.

—¿Podría esto dar pie también a un cambio de liderazgos en Vila de cara a las próximas elecciones?

—Eso, afortunadamente, en Podemos lo va a decidir el conjunto de la militancia. Aquí no hay liderazgos; las personas que quieran tienen la posibilidad de presentarse a los cargos que quieran y el conjunto de la militancia es la que elige a uno u otra. La verdad es que es un tema que considero que carece de relevancia. La estructura que tenemos es la que refleja lo que han querido los y las militantes allí donde la gente se ha querido presentar.