Una terraza vacía, el viernes pasado en Ibiza. | Arguiñe Escandón

Formentera continúa desde ayer y hasta el próximo día 23 en la fase dos del nivel de alerta sanitaria. Ibiza entró ayer en este mismo nivel. Pese a estar ambas en la misma fase dos, hay diferencias notables en la hostelería. En la pitiusa sur, los interiores se pueden abrir al 30% de aforo con cuatro personas por mesa de dos núcleos de convivencia y el cierre a las 17.00 horas. En las terrazas se permite el 50% de aforo con seis personas por mesa de dos núcleos de convivencia y el cierre es a las 18.00 horas.

En Ibiza, los interiores de bares y restaurantes deben permanecer cerrados y se permiten sólo las terrazas al 50% de aforo con cuatro personas por mesa de dos núcleos de convivencia y con el cierre marcado a las 17.00 horas. Preguntado sobre el por qué de estas diferencias pese a estar Ibiza y Formentera en la misma fase de alerta sanitaria, ayer el portavoz del Comité de Enfermedades Infecciosas de Baleares, el doctor Javier Arranz, explicó que se debe al control de la pandemia.

En este sentido, en Formentera «cualquier variación de casos tiene sus ventajas e inconvenientes. El inconveniente es que sube mucho más rápido la incidencia acumulada, pero la principal ventaja es que los casos son más fáciles de controlar. Es más fácil de controlar un brote que aparezca en Formentera. Si están controlados los contagios, la permisividad de variar las restricciones es más factible».

En Ibiza no se da el mismo caso y Arranz recordó el asombroso repunte de la tercera ola que se vivió en la mayor de las Pitiusas tras las fiestas navideñas: «En Ibiza seguir los brotes es más difícil. Venimos de una experiencia [en referencia al repunte de la tercera ola] de que un aumento importante en Ibiza ha sido difícil de control y, por ello, se debe esperar un poco más a la hora de quitar restricciones. La situación entre las dos islas no es idéntica», insistió Arranz.

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La consellera balear de Salud, Patricia Gómez, recordó que el actual nivel de emergencia sanitaria, que entró en vigor ayer, no se revisará hasta el próximo viernes 23 de abril. Por tanto, toda esta semana y la que viene únicamente se permitirá el uso de las terrazas al 50% con seis personas por mesa de dos núcleos de convivencia y hasta las 17.00 horas en Ibiza.

Evolución pandemia
En cuanto a la evolución diaria de la pandemia, Ibiza registró este fin de semana tres nuevos positivos y seis altas. El Laboratorio de Microbiología detectó en las últimas horas un caso en las pruebas urgentes que realiza los domingos, a lo que hay que sumar dos positivos detectados el sábado también en la isla. El total de casos activos en las Pitiusas se sitúa en 105, uno menos que el viernes. Desde el Área de Salud de las Pitiusas destacaron que ya se han alcanzado 10.712 curaciones del virus, lo que supone que el 98,1% del total de contagios desde el inicio de la pandemia. En Can Misses hay 16 personas ingresadas, un 20% menos que el viernes pasado, de las que cuatro siguen en UCI.

En seguimiento domiciliario hay 89 personas (77 en Ibiza y 12 en Formentera) y hay tres profesionales sanitarios en vigilancia activa tras seis días sin registrar ningún trabajador en aislamiento. La incidencia acumulada a 14 días en Ibiza se encuentra en 38 casos por cada 100.000 habitantes y a siete días se registran 21 casos. En Formentera, la incidencia acumulada está en 82 casos a 14 días y a siete días se registran 41 casos por cada 100.000 habitantes. En el conjunto de Baleares, ayer se notificaron 44 nuevos contagios en una tendencia que se mantiene similar a la de los días previos a las fiestas de Semana Santa. En todas las Islas, la tasa de positividad por pruebas realizadas se mantuvo en 1,49%. «Estamos estables si lo comparamos a hace doce días, de momento no hay un aumento explosivo de casos», afirmó ayer Arranz.

Sin embargo en los últimos días, explicó, sí habían detectado un aumento de casos en la franja de 16 a 29 años, «lo que nos hace ser cautos», dijo, pues la experiencia ha demostrado que con este colectivo se inició la segunda y la tercera ola de la pandemia. Aún así, el doctor Arranz remarcó que «no es porque lo hagan mal», y quiso destacar la labor de la juventud como «muro y herramienta» de control de la pandemia y remarcó su implicación en las intervenciones comunitarias a pie de calle.

Otro de los factores que hacen llamar a la prudencia es la situación en que se encuentran las diferentes comunidades autónomas, «Cataluña está entrando en una cuarta ola y hemos visto que cuando esto pasa siempre nos llega a nosotros», y también de Alemania, que «no está en buena situación». El especialista reconoció que Baleares ha conseguido mantenerse estable «a base de importantes restricciones» y, de cara a un futuro, «habrá que pensar muy bien cómo levantarlas».