Una pareja pasea ayer por Marina Ibiza en la zona donde se están ejecutando las obras de integración con el paseo Juan Carlos I. | Daniel Espinosa

Ni el Ayuntamiento de Ibiza ni Podemos quisieron hacer ayer, una jornada más, ningún tipo de valoración sobre las continuas infracciones urbanísticas realizadas en el puerto de Ibiza en los últimos 20 años.

Desde el Consistorio han optado directamente por ni siquiera contestar a los requerimientos de el Periódico de Ibiza y Formentera, que han sido muchos en las últimas jornadas.

Podemos, por su parte, se remitió al debate que habrá esta misma noche en el programa Bona Nit Pitiuses de la Televisió d’Eivissa i Formentera para que podamos conocer su opinión sobre esta polémica y enquistada cuestión. Será el segundo teniente de alcalde de Vila y concejal de Movilidad y Vivienda, Aitor Morrás, quien exponga la opinión de su partido en el espacio televisivo.

Y es que el doble rasero que utiliza el Consistorio para medir las infracciones de los ciudadanos en general y las suyas propias y de sus administraciones amigas es más que evidente. Basta recordar como ejemplo unos de los últimos casos de irregularidades urbanísticas perseguidos por el Consistorio y lanzados a bombo y platillo a todos los medios de comunicación (algo que ahora se niega a hacer cuando se le pregunta por las ilegalidades del puerto).

Concretamente el pasado mes de marzo el Ayuntamiento de Ibiza ordenó la paralización de unas obras de ampliación de una vivienda junto al segundo cinturón de ronda que se estaban ejecutando sin la preceptiva licencia municipal.

Agentes de la Unidad de Medio Ambiente y el celador municipal habían visitado una semana antes los trabajos y, al comprobar que la empresa no disponía de licencia para ejecutarlos, se le notificó la orden de paralización.

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Pese a esta orden, desde el Consistorio constataron que las obras habían continuado, por lo que se tramitó el precinto de las obras y la incoación de un expediente de restablecimiento de la zona alterada.

Los trabajos consistían en ampliaciones de diferentes espacios de la edificación principal en más de 300 metros cuadrados, así como la ampliación del porche y la instalación de una estructura metálica de chapa de más de 100 metros cuadrados.

Contrasta esta actuación con el hecho de que, más de un año después, el Consistorio no haya contestado a una petición realizada vía registro por el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, José Luis Rodríguez Poblador, en la que solicitaba el número de licencias de obra que había otorgado la administración en el puerto de Ibiza.

Rodríguez hizo esta petición al comprobar el elevado número de nuevas edificaciones que se estaban dando en la zona portuaria. La única respuesta hasta el momento ha sido la callada.

Otra actuación llevada a cabo por el equipo de gobierno municipal contra un ciudadano por incumplir la normativa urbanística se produjo en septiembre de 2019.

En este caso la Junta de Gobierno Local, órgano competente para resolver los procedimientos sancionadores en materia de disciplina urbanística, aprobó dos sanciones que se le interpusieron al propietario de un bajo comercial en el que había realizado obras de reforma y había cambiado el uso de local a vivienda. El importe total de ambas sanciones ascendía 32.250 euros.