Vista del puerto deportivo Marina Ibiza. | Daniel Espinosa

Al menos una decena de negocios operan en Marina Ibiza al margen de la ley. Se trata de comercios y locales del sector de la restauración que no disponen de licencia de obras, que se encuentran al margen de la concesión otorgada por la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) y que no cuentan, ni pueden contar, con la preceptiva licencia municipal de actividad al estar fuera de ordenación.

Según ha podido comprobar Periódico de Ibiza y Formentera, un mínimo de seis edificaciones situadas en este puerto deportivo son ilegales, ya que ni cuentan ni pueden contar con licencia municipal.

El Plan General de Ordenación Urbana de Vila en vigor actualmente, el de 1987, dice claramente que no podrá autorizarse edificación alguna en el ámbito portuario hasta que no esté aprobado el Plan especial del Puerto de Ibiza. Este planeamiento está en vigor, ya que el aprobado el 4 de agosto de 2009 fue anulado por el Tribunal Supremo en febrero de 2015, con lo que automáticamente pasó a volver a estar vigente el del siglo pasado. El de 2009 también exigía plan especial para una licencia.

Desde 1999 todo ilegal
De hecho, todo lo que se ha construido en esta zona a partir del año 1999 sería ilegal, ya que fue esta la fecha en que se anuló el anterior plan especial del puerto, que fue aprobado por la Comisión Insular de Urbanismo el 2 de diciembre 1993 y que se publicó en el BOCAIB el 28/04/1994.

Fue anulado por sentencia número 461 de 29 de junio de 1999 del Tribunal Superior de Justicia de Baleares. Por tanto, todo lo construido en la zona portuaria desde esta fecha es ilegal porque decayó el único instrumento que permitía al Ayuntamiento de Ibiza dar las imprescindibles licencias.

Las construcciones que están fuera de la legalidad en Marina Ibiza se han ido sumando al espacio portuario en los años 2007, 2009, 2014 y 2017.

Una de las pocas explicaciones que ha dado el Ayuntamiento de Ibiza es que las instalaciones actuales o son bien estrictamente de uso portuario o bien se han hecho al amparo de cada una de las concesiones aprobadas formalmente, «por lo que corresponde en primera instancia a la APB controlar que se ajusta a lo contemplado en cada una de dichas concesiones».

Sin nuevos volúmenes
La actual concesión de Marina Ibiza, que ganó la empresa Servicios Marítimos Ports d’Eivissa S.L. (SEMAR) se licitó el año 2004.

El pliego de condiciones deja bien claro que en la zona de Marina Ibiza «no podrán aumentarse volúmenes de edificación, no puede haber cambios de usos y sí que se puede suprimir edificación».

Sin embargo, a partir de 2007, año en el que comenzó la explotación del puerto deportivo por la empresa participada por el Grupo de Empresas Alonso Marí, se han construido en la zona un mínimo de seis edificaciones de nueva planta, algo que impide el PGOU de Vila y la concesión del año 2004.

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Sin argumentos
Respecto a la necesidad de licencia de obras, es indiferente que la construcción se ubique dentro de una concesión, haya sido aprobada por el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, cuente con el consenso de ambas administraciones, tenga el carácter temporal o desmontable: todas, salvo las de interés portuario ejecutadas por la APB, necesitan para su ejecución de una licencia municipal, algo que Vila no puede otorgar al no haber un Plan Especial vigente desde 1999.

La Ley de Puertos establece tres herramientas para la ordenación de los puertos de interés general del Estado: el plan especial (que actualmente está a la espera de aprobación y que fija los límites de volúmenes urbanísticos), la Delimitación de Usos y Espacios Portuarios (DUEP), que está a punto de ser aprobada por el Ministerio de Transportes y que regula qué actividades y dónde se permiten, y el Plan Director de Infraestructuras (vigente y que determina las instalaciones a construir en 30 años).

El colapso
«El legislador entiende que el hecho de que no exista uno u otro plan no implica que la actividad portuaria esté paralizada», es de las pocas explicaciones del ente portuario, «por lo que se puede seguir funcionando siempre que los proyectos gocen de coherencia entre unos planes y otros». «Lo contrario», recalcan, «llevaría al colapso».

Además, la APB hace hincapié en que todos estos planes deben consensuarse «con las mismas administraciones y representantes que han ido acordando el crecimiento del puerto desde hace años en el seno del consejo de administración», donde están representados entre otros el Ayuntamiento de Ibiza, algunos consells, la Comunidad autónoma, las empresas y los sindicatos «por lo que todas las actuaciones que se han llevado (o se llevarán a cabo) son coherentes con los tres planes».

Esto último nada tiene que ver con la realidad ya que de los tres planes que se mencionan sólo hay uno en vigor, el Plan Director de Infraestructuras, que en ningún momento nada dice de lo que podrán o no podrán construir las empresas concesionarias.

Además, el único plan que realmente regula el urbanismo en la zona portuaria está anulado desde 1999 y es la única herramienta por la que el Ayuntamiento podría conceder licencias en la zona portuaria.

Hay que recordar, además, algo que dejó muy claro la Autoridad Portuaria: «Las obras que lleva a cabo la APB no necesitan licencia de obra del Ayuntamiento. Solo las obras en las que el promotor es un tercero con título concesional precisan de licencia de obra del ayuntamiento». Lo que engloba a todas las actuaciones realizadas en los últimos años en Marina Ibiza.

Control de la APB
Respecto a la versión de Vila de que corresponde a la APB controlar el urbanismo en su zona, sorprende el total desconocimiento del Consistorio de su propia normativa, que dice claramente que no se puede dar licencia de obras a ninguna edificación en la zona portuaria sin la existencia del plan Especial del Puerto de Ibiza, ya que dicha licencia es preceptiva en todo caso, aunque estuvieran hechas las obras al amparo de la concesión, cosa que tampoco es cierta.

Indican a su vez desde el Consistorio que «lo que obliga a tener un plan especial no es el planeamiento municipal sino la ley de puertos. El planeamiento municipal recoge dicha obligación, pero viene estipulada por ley superior, así que es indiferente qué PGOU haya estado en vigor en cada momento».

Sin licencia de obras y sin un plan que regule los usos, las empresas que han ido abriendo en los últimos años en edificios de nueva planta no pueden disponer de la preceptiva licencia de actividad, así que están operando al margen de la ley.

Vila aprueba que Marina Ibiza ejecute obras sin la preceptiva licencia

Al margen de las obras ilegales realizadas en la concesión del puerto deportivo Marina Ibiza, el Ayuntamiento de Vila ha propiciado que la empresa adjudicataria de esta concesión, Servicios Marítimos Ports d’Eivissa S.L., haya procedido a retirar estos últimos días el muro que separaba esta zona del Paseo Juan Carlos I.

Unos trabajos que no pue- den estar amparados por una licencia urbanística al no contar el puerto con un Plan Especial y cuyo proyec- to fue revisado por los propios técnicos municipales.