Una terraza en ibiza el pasado mes de marzo tras la reapertura de la hostelería. | Toni Planells

El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, trasladará al Govern balear las peticiones de las patronales y asociaciones de comercio de Ibiza, con las que se reunió ayer, para que se flexibilicen las restricciones frente a la pandemia de la COVID-19. Según informó el propio Consell ayer en un comunicado, Marí pedirá que el horario de apertura de la hostelería y el comercio se alargue hasta las 22.00 horas, que se permita el uso del 50 % de los interiores y que las terrazas puedan ocuparse al 75 %.

Marí hizo suyas las peticiones de las patronales tras analizar la incidencia del virus una vez transcurridos 15 días desde la Semana Santa y comprobar como las cifras de contagio «no han sufrido un aumento preocupante que haga poner en peligro la temporada».

Además, el popular recordó que «más allá de las cifras de contagio, que son importantes, también hay que fijarse en la presión hospitalaria, y en este sentido hoy en día estamos mejor que en cualquier momento de la pandemia».

Es por ello que el presidente aseguró que «no se entendería para nada que en Menorca o Formentera, con cifras muy similares a las de Ibiza, se apliquen unos criterios mucho más permisivos que los que el Govern quiere implementar aquí», y en este sentido recordó que «en la última revisión de las normas ya pedí a la presidenta Armengol que tuviera un gesto hacia los empresarios dejando abrir una hora más las terrazas, una idea que ni siquiera tuvo el Govern sobre la mesa».

Ahora, explicó que «hay que empezar a desescalar, con cuidado y prudencia, pero permitiendo un ritmo de actividad económica que no ponga en riesgo la supervivencia de nuestras empresas y puestos de trabajo».

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Vacunación
Por otra parte, el presidente ibicenco también recordará al Govern la necesidad de aumentar el ritmo de vacunación, sobre todo en la isla de Ibiza, «que está muy atrasado si lo comparamos con el resto de las Islas Baleares, donde sabemos que en Menorca, a fecha de la semana pasada, el 18,7% de la población había recibido al menos una dosis de vacuna; en Mallorca y Formentera cerca del 17% y en Ibiza sólo el 14%, según datos del propio Govern».

En este sentido Marí insistió en que, una vez se haya vacunado a todas las personas de riesgo, es necesario que se priorice la vacunación en aquellos que trabajan de cara al público, señalando en este sentido que «esta medida ya la han tomado todos los países eminentemente turísticos de nuestro entorno, mientras que España y, concretamente, Baleares parecen haberse resignado a que tendremos que empezar la temporada con una vacunación muy por debajo del 70% que el propio Gobierno central se había marcado como objetivo».

La hostelería, harta
La presidenta de Pimeef Restauración, una de las participantes en la reunión de ayer, mostró, una vez más, su descontento con el Govern y con las duras restricciones que se mantienen en la isla pese a las buenas cifras epidemiológicas.

Verónica Juan señaló que ya no hay excusas para ampliar los horarios y permitir que se abran los interiores. Juan argumentó su discurso en las últimas cifras que reflejan que la Semana Santa se ha salvado y criticó que no se tenga en cuenta el semáforo de niveles que el propio Govern diseñó.

El viernes el Ejecutivo celebrará un consell extraordinario para evaluar la situación epidemiológica de las islas. Ayer, el portavoz Iago Negueruela deslizó que se abriría un poco la mano, pero insistió una vez más en que la desescalada debe ser lenta. Algo que también hizo la consellera de Salud, Patricia Gómez, que aseguró que había que analizar los diferentes sectores, ya que algunos «tienen mayor riesgo».