Los ciudadanos de Ibiza demostraron que tenían muchas ganas de salir y relacionarse. | Arguiñe Escandón

Hasta el sol parecía que tuvo ganas este viernes de pasarse por el Paseo Vara de Rey de la ciudad de Ibiza para disfrutar con el Día de Sant Jordi. Tras un año pasado muy raro en el que el coronavirus obligó a retrasarlo, había muchas ganas entre los ciudadanos y entre los libreros, editoriales y asociaciones de volver a charlar y comentar de novelas, comics, cuentos infantiles, ensayos o poemarios. Algo que se notó en las sonrisas de unos y otros, escondidas eso sí, prudentemente entre las mascarillas obligatorias. Y también entre los más de treinta escritores que acudieron a firmar sus ejemplares y a vender sus libros en pequeñas paradas.

«Estamos muy emocionados e ilusionados de volver a la calle porque para nosotros este es el día más importante del año y porque echábamos de menos el contacto con la gente, poder hablar de literatura, que vieran y ojearan nuestro catálogo, poder aconsejarles sobre cualquier cosa que nos pidan y, en definitiva, poder hablar de libros que es lo siempre nos ha gustado y más ahora que llevamos un tiempo bastante parados por la pandemia», explicó este viernes a Periódico de Ibiza y Formentera Pedro González, uno de los socios de la Librería Papelería Sa Cultural de Ibiza.

Esta reflexión del conocido librero resumían a la perfección el sentir de otros muchos que acudieron con sus paradas hasta el centro de Ibiza. «El día está saliendo perfecto y de hecho, salvo por las mascarillas y por las medidas que se han tomado para entrar y salir del paseo, se podría decir que está siendo un Sant Jordi como los de antes e, incluso, con más afluencia que en ediciones anteriores», aseguraron desde Hipérbole, la librería con el despliegue más amplio, con dos paradas repletas de libros para todas las edades y casi media decena de trabajadores atendiendo.

Una opinión compartida por Katerina Segarra, del Barco de Papel, la gran librería de Ibiza especializada en material infantil; la librería Blau Press de Ibiza o el veterano editor Miquel Costa, quien acudía en solitario aprovechando que enfrente estaba el puesto de la que fue su librería, Llibrería Mediterrània, y que ahora gestiona con gran acierto Vicent Marí Costa. También había satisfacción entre el Institut d’Estudis Eivissencs que, además aprovechó un día tan importante como este y con tanta presencia de gente para potenciar la plataforma SOS Salvem sa Sargantana Pitiüsa compuesta por Amics de la Terra Eivissa, GEN-GOB, Prou! Pitiüses en Acció! y el propio instituto.

Mucha gente se ha acercado a Vara de Rey con motivo del Día del Libro. Video: Mau Gon.

También estaban muy contentos los miembros de las asociaciones que participaron con sus puestos de venta solidarios e incluso, los representantes de la Apima de CEIP Sa Joveria de Ibiza con su parada para recaudar fondos para su viaje de fin de curso. «Todo impulso económico y de reconocimiento es bienvenido para las asociaciones pequeñas en tiempos tan duros como estos y por eso días como el de Sant Jordi son fundamentales para nosotros porque hay muchísima gente que a través de nuestro puesto y de la compra de un libro acaba conociendo y preguntándonos por todo lo que hacemos», explicaron desde la delegación en Ibiza y Formentera de la Asociación española contra el cáncer.

Ibicencos contra best sellers
Los principales puestos de libros ofrecían este viernes además un descuento del diez por ciento en la compra de cualquier ejemplar. Algo que animó a mucha gente a llevarse alguno para casa. Sin embargo, no resultaba tarea sencilla ante la avalancha de títulos de todos los estilos entre los que escoger.

Afortunadamente, es aquí donde juega un papel muy importante el librero, siempre solícito y atento para aconsejar a todos los que llegan con dudas sobre qué comprar. Así, por ejemplo, Pedro González de Sa Cultural lo tenía claro. «Mi gran recomendación para este Sant Jordi es un libro muy especial, Los nombres propios de Marta Jiménez Serrano, de Sexto Piso Editorial, porque es un precioso viaje a la infancia, a la adolescencia y a la vida adulta de Marta a través de su amiga invisible que es quien finalmente cuenta la historia».
Otros, por ejemplo, como Toni Torres de Blau Press se decantaba directamente por uno de los grandes best sellers de la literatura española durante este 2021, Sira, de María Dueñas y que supone la segunda parte de El Tiempo entre costuras. Mientras, en Hipérbole eligieron para recomendar Napalm al cor, la novela «rara, extraña y de una calidad impresionante» con la que el tarraconense Pol Guasch de apenas 23 años se convirtió en el más joven escritor en ganar el premio Llibres Anagrama de este año.

En otros sectores como la literatura infantil y juvenil, Katerina Segarra de El Barco de Papel, se decantó por La fuente mágica, escrita por Miriam Tirado para la editorial B de Block. «Está siendo un gran éxito con más de 75.000 ejemplares vendidos y destaca fundamentalmente por su gran delicadeza y su capacidad para transmitir los valores familiares y enseñar a los más pequeños a conectar con nosotros mismos y a buscar la propia esencia para que se sientan felices y completos».

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Mientras, entre la representación de autores ibicencos también había una gran oferta donde elegir, lo que habla de la buena salud de la literatura que se produce en las Pitiusas. Así, por ejemplo, el editor Miquel Costa, uno de los grandes referentes desde hace ya muchos años, decidió recomendar dos ensayos «muy distintos entre sí pero muy interesantes para conocer distintos aspectos de la historia de Ibiza», Parlem de Falutxos, Balendres i Palebots. Un petit repàs d’una època no massa llunyana de Xico Castelló Ferrer, y Sant Joan de Labritja. Un municipi d’Eivissa. 1900-1936 del prestigioso historiador y catedrático Felip Cirer.

Por último, la vocal del Institut d’Estudis Eivissencs, bióloga y experta en sargantanas ibicencas, Antònia María Cirer, recomendó Més que mots, un original poemario escrito con monosílabos por Iolanada Bonet para el público infantil y juvenil.

Los lectores eligen
Por su parte entre los muchos que acudieron a Vara de Rey había quien lo tenía claro, quien lo llevaba apuntado para no perder tiempo o quien se dejaba aconsejar.

Miguel, un valenciano afincado en la isla desde hace 12 años, ya venía con la idea preconcebida. «Busco El evangelio según María Magdalena de Cristina Fallarás, porque una amiga mía lo ha leído y me ha dicho que no deja indiferente a nadie, dando una imagen de María Magdalena y de todo lo que rodeó a la época de Jesucristo que no es la habitual y que es muy actual para los tiempos que corren».

Por su parte, su pareja, Lucía se decantaba por algo más sencillo y más divertido. «Ahora lo que busco es reírme, pasar un buen rato y escoger algo ligero que me ayuda a desconectar del trabajo cuando llego a casa así que vengo buscando Soltera y satisfecha, la novela de Elena Llorente porque he oído hablar muy bien de ella».

Mientras, otros como Juan Carlos se dejaban aconsejar y al final iban a lo seguro. «No soy un gran lector pero siempre regalo algo a mi mujer en Sant Jordi así que finalmente me he decantado por lo último de Arturo Pérez Reverte y de María Dueñas».

O quien, como Luisa María, se iban con una buena cantidad de libros a casa. «Llevo viviendo muchos años en Ibiza y por eso siempre me gusta llevarme algo de aquí, y en este caso he escogido El refranyer eivissenc d’Antoni Juan Bonet, editado por el Institut d’Estudis Eivissencs, y también por Transbordo en Moscú de Eduardo Mendoza, Independencia de Javier Cercas y el último Premio Planeta, Aquitania, de Eva García Sáenz de Urturi».

Y los más pequeños también lo tenían claro. Paul, de ocho años, había regalado a su hermano Manel El monstruo de colores de Anna Llenas Serra, la pequeña Martina se llevó a casa La montaña de libros más alta del mundo de Rocío Bonilla y hasta el petit Joanet, de tres años, consiguió su regalo en forma de libro, Monstruo rosa de Olga de Dios.