La restauración debera cerrar entre las 17.00 y las 20.00 horas . | Toni Planells

La desescalada continúa su avance lento y está previsto que este sábado se publique el BOIB extraordinario en el que entrarán en vigor las nuevas normas. Se ampliará el toque de queda a las 23.00 horas y, entre otras cosas, las terrazas de bares y restaurantes pasarán a poder ocupar el 100% de su aforo, en las mesas se permitirán hasta cuatro personas. Deberán cerrar a las 17.00 horas para volver a abrir de 20.00 a 22.30 horas de lunes a jueves. Los viernes y fines de semana se mantiene el cierre a las 17.00 horas y sigue sin permitirse la apertura de los espacios interiores.

Unas nuevas restricciones que en el sector de la hostelería han vuelto a caer mal. Las patronales no entienden que con la situación epidemiológica que atraviesa la isla, la normativa siga siendo tan severa. La presidenta de Pimeef Restauración aseguró: «Estamos en el día de la marmota. Todo el rato lo mismo. Estamos en un limbo de indecisión e incertidumbre».

Verónica Juan, que valoró positivamente la ampliación del toque de queda y señaló que lo primero es la salud, aseguró que no entiende por qué los fines de semana tienen unos horarios diferentes: «No entendemos que los viernes, sábados y domingos no se permita la misma actividad que el resto de la semana. Si se considera que las medidas son seguras, deberían serlo para todos los días».

También mostró su preocupación por lo que pueda ocurrir de aquí en dos semanas. La patronal espera que en la próxima revisión se permita la apertura de los interiores, pero esta coincidirá con el fin del estado de alarma y con una mayor movilidad. Por ello, teme que pueda haber un repunte y que se culpe a la hostelería, cuando quizás sea el aumento de la movilidad la causa.

Horario partido
Juan tampoco está satisfecha con el horario partido que lo ve «poco factible, sobre todo teniendo en cuenta que en muchos casos hay que montar y desmontar las terrazas». Además, mencionó la problemática del horario a nivel laboral: «El hecho de abrir ocho horas más a la semana, te obliga a sacar a un trabajador parcial del ERTE». «Es todo muy complicado a nivel operacional y confuso a nivel comercial», lamentó.

Precisamente esta problemática con los ERTE también preocupa en la Asociación de Bares y Restaurantes de Ibiza (ABRE). Su portavoz, Juan Olmos, aseguró: «Los horarios son irrealizables para mucho bares y restaurantes. Cerrar estas tres horas en medio va a dificultar sacar gente del ERTE, además se penaliza a los bares y cafeterías frente a los restaurantes porque quitas la hora del café».

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Olmos criticó las nuevas medidas que le parecen «desproporcionadas a la situación sanitaria que estamos viviendo». «Parece que esto ya no se hace para salvar vidas, que solo se hace por un motivo meramente económico que es lo que ellos dicen como salvar la temporada, penalizando a los pequeños comercios que trabajan todo el año», lamentó.

«Nos parecen muy injustas estas normas si nos comparamos con Menorca o Formentera, que con incidencias muy similares tenemos un horario mucho más restrictivo. No hay un criterio científico porque aquí los interiores son peligrosos, pero en Menorca o Mallorca no. O incluso dentro de la misma Ibiza, los interiores de los hoteles están bien», continuó.
Por último, defendió que con estas medidas se está potenciando que la gente se reúna en sus casas para el ocio. «Es hora de dejar de tratar a la hostelería como los causantes de esta crisis y tratarnos como una solución para que el ocio sea controlado», concluyó.

Palos de ciego
Muy crítico se mostró también el representante de la CAEB en las Pitiusas. José Antonio Roselló aseguró que «las medidas demuestran nuevamente que el Govern sigue dando palos de ciego y sigue el trato desfavorable a la hostelería». «Muchos creemos que se debería empezar a abrir los interiores, aunque sea con fuertes restricciones y, a partir de ahí, pasito a pasito ir abriendo la mano. La apertura de interiores empieza a ser urgente para el conjunto de la hostelería. Creo que es un grave error que no tiene una explicación muy clara, salvo que el Govern haya tomado la decisión de que la hostelería es la causante de todos los rebrotes», defendió.

Por otro lado, también tildó de «incongruencia en mayúsculas» la diferencia de horarios para el fin de semana. «Tampoco tiene mucho sentido que se tenga que hacer el stop de por la tarde. Esto es desconocer que mucha gente tiene la costumbre de cena temprana. Y por último, también es una incongruencia que se permita abrir las terrazas al 100% cuando esto no es posible porque hay que mantener las distancias de seguridad. Esto no es más que hacer ver que parece que se abre la mano cuando no es así. No sé si es una incongruencia o una tomadura de pelo», concluyó.

Por su parte, desde Salud insistieron este viernes en que la desescalada debe ser lenta y que las buenas cifras epidemiológicas se deben a dos factores. Por un lado, el buen hacer de la mayoría de los ciudadanos. Por otro, las duras restricciones.

La directora general de Salud Pública, Maria Antònia Font, y el portavoz del Comité de Gestión de Enfermedades Infecciosas, Javier Arranz, defendieron que el objetivo es mantener la incidencia por debajo de los 50 casos por cada 100.000 habitantes y seguir avanzando en la vacunación. Señalaron que no está previsto que se vuelvan a evaluar las medidas la próxima semana ya que para ver si estas funcionan hay que esperar más de 10 días.