Varias terrazas de la plaza del Parque ayer por la noche. | Daniel Espinosa

La hostelería de Ibiza estrenó este lunes el nuevo ‘turno partido’ que el Govern mantendrá hasta la semana que viene. Así, los negocios hosteleros con terraza pueden abrir desde este lunes para dar servicio de cenas de lunes a jueves entre las 20.30 horas y las 22.30 horas. Por tanto, deben cerrar sus negocios de 17.00 horas a 20.00 horas de lunes a jueves. Cabe recordar que el toque de queda es hasta las 23.00 horas. Los viernes, fines de semana y víspera de festivo no se permite el horario para servir cenas y se tiene que cerrar a las 17.00 horas.

Verónica Juan, presidente de Pimeef Restauración, explicó este lunes que «estas medidas, que se anunciaron antes de reunirse con el sector, no son viables operacionalmente y no se rigen por criterios científicos ya que lo que es seguro un lunes también lo es un viernes».

Sobre el horario de cierre impuesto considera que «el hecho de tener que cerrar de 17.00 horas a 20.00 horas deja fuera de juego a las cafeterías que tienen su actividad principal en ese horario».

Por su parte, desde la Asociación de Bares y Restaurantes de Ibiza (ABRE) explicaron que «estas medidas no son una solución, son un problema más. Muchos no van a abrir», expresó Juan Olmos, quien lamentó que se estén sacrificando a «los negocios familiares para salvar a los grandes negocios que abren solo en temporada con criterios más económicos que científicos».

En primera persona

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En la hamburguesería Lydia’s, que John-Malek y César Galán abrieron en pleno confinamiento, les parece «absurdo tener que cerrar de 17.00 horas a 20.00 horas». Galán, directo y tajante, explicó este lunes que «no es que estemos de acuerdo o no con las medidas; es cuestión de las capacidades de quien las pone. Y, al igual que a alguien que no hace bien su trabajo se le echa de la empresa, a quien haya tomado estas medidas debería ser despedido».

El prestigioso cocinero madrileño propone fijarse en otros modelos de gestión más eficaces que han implementado en otras comunidades autónomas: «Es cuestión de hacer un ejercicio de honestidad y preguntar a, por ejemplo, la Comunidad de Madrid cómo lo han hecho y copiar la fórmula». En cuanto al nuevo horario que este lunes se puso en marcha, a Galán no le molesta tanto la franja de cierre de 17.00 a 20.00 horas, aunque la considera absurda, como la hora a la que le obligan a cerrar. «En España nuestro formato de cena va de 21.00 a 22.30 horas, ¿por qué no a medianoche ?» se pregunta.

En la Plaza del Parque, el responsable de Es Born, Guillem Brull, se muestra resignado ante los nuevos horarios que las restricciones le permiten, «no es como nos gustaría, pero algo es algo». Aunque reconoce que las expectativas de aumentar la facturación abriendo su terraza de 20.00 a 22.00 horas es mínima, abrirá igualmente: «Tengo que aprovechar las circunstancias, pero es un fastidio», admite el empresario. De esta mera, Brull deberá seguir manteniendo unas horas en ERTE a sus dos empleados, que se repartirán en turnos los días a trabajar, «hay que adaptarse a las circunstancias, tanto nosotros como los trabajadores», admite el responsable de Es Born.

Ángel Ruiz, de Sa Vida, se suma a las críticas de sus colegas, a la vez que niega el argumento a cerca de evitar el ‘tardeo’ en Ibiza. «Es inexistente en Ibiza», recalca. Reclama que puedan abrirse los interiores al 30%: «¿Van a abrir los interiores en verano cuando la gente vaya a estar en las terrazas?», se pregunta el empresario que empatiza con quienes no disponen de terrazas.

El mismo argumento sobre la apertura de interiores es el que defiende Marcelino Guadalajara, del bar Sa Colomina, «Es vergoinzoso que tengamos que abrir de esta manera». Su bar, al no tener toldo en su terraza, depende de las condiciones meteorológicas para poder trabajar en su terraza. Este lunes no abrió por la noche. Marcelino solo tiene agradecimiento por las ayudas recibidas por los dueños de su local que le han perdonado varios meses de alquiler.