Los tripulantes de Amadiba ayudaron en las tareas de navegación del catamarán. | Marcelo Sastre

La Setmana del Mar rebió este miércoles en Es Nàutic de Sant Antoni la visita de los usuarios de la asociación de apoyo a personas y familiares con discapacidades intelectuales Amadiba, que como el resto de alumnos que pasan por la Setmana del Mar, disfrutaron del medio marino en una de las salidas más esperadas del año.

Los grumetes

La monitora de la Semana del Mar y de Es Nàutic, Marta Fernández, explicó antes de zarpar que navegarían por la Bahía de Portmany y que tenía la esperanza de poder llegar a ver delfines, tal como sucedió la pasada semana. Pero sobretodo, la marinera explicó que iban a hablar de piratas ya que, tal como explicó, «esta había sido una bahía pirata». Fernández no ocultó la satisfacción de recibir a este grupo de grumetes y así poder «dar a conocer el mar a estas personas tan especiales. Es una maravilla poder compartir una mañana con ellos», comentó emocionada la monitora de Es Nàutic, ajena a la experiencia que los usuarios de Amadiba tienen con la Setmana del Mar.

De esta manera Alberto Fernández ya es un veterano en estas salidas marítimas. Este usuario de Amadiba, que ya casi podría ser considerado como todo un lobo de mar, se mostró más que dispuesto a embarcar en el catamarán que les llevaría a las aguas de la bahía. Tal como Alberto aseguró, «a mi el mar me tranquiliza y me gusta mucho. Estoy con ganas de subir al barco y ver que sorpresa nos trae el mar».

A Sílvia Martínez, compañera de Alberto en Amadiba, también le encanta el mar, «es la segunda o la tercera vez que vengo. Me gusta mucho tomar el fresco y hacerme un cigarrito en la cubierta». Recuerda como en otras ocasiones pudo ponerse a los mandos «de una barca pequeña y me gustó mucho». Por lo que quedó claro que Sílvia, al igual que su compañero Alberto también podría hacer con el título femenino de loba de mar.

Maria Dolores Domínguez, también tiene experiencia en la navegación. Quedó claro pues que esta salida de la Setmana del Mar contaba con toda un tripulación de lobos de mar dispuestos a surcar los mares de Portmany. Ya ha tenido la oportunidad de embarcarse con sus compañeros de Amadiba antes de que la pandemia les dejara un año sin la oportunidad de navegar. De esta manera tiene muy claro lo bien que se lo va a pasar navegando, aunque matiza: «Con un catamarán grande sí, pero con la Zodiac pequeña no me gusta nada por que me da miedo». Hasta el lobo de mar más intrépido tiene sus debilidades.